William:
El lago era uno de mis lugares favoritos en el mundo.
Cuando era niño, pasábamos mucho tiempo allí, con mis hermanos, jugando. En ese momento éramos una familia feliz. Mis padres aún estaban con vida y nosotros creíamos que seríamos los hermanos más unidos del mundo, por siempre. Edgar aún sonreía y yo aún confiaba ciegamente en él. Emily nos seguía a todos lados y nosotros buscábamos formas de molestarla.
A pesar de que todo había cambiado, seguía siendo mi lugar favorito.
No era lejos de nuestra casa, por lo que íbamos cada vez que podíamos. Era una de las pocas cosas divertidas que había en tierra rebelde. No teníamos cines, teatros, ni parques de diversiones; solo algunos lugares en los que aún podíamos fingir que no éramos soldados y que no vivíamos mirando detrás de nuestros hombros, esperando el momento en el que algún guardia de Arlen nos capture.
—¿Todo está bien? —escuché la voz de Olivia mientras su mano se enredaba con la mía. ¿Cómo algo podía no estar bien si ella estaba cerca?
En respuesta solo logré asentir, era como si hubiera perdido la capacidad del habla.
—Ya verás Liv, te va a encantar el lago. ¿Sabes nadar o eres una aburrida como Will? —Emily caminaba para atrás, sonriendo como si fuera una niña.
—¿No sabes nadar? —me preguntó divertida.
—Si sé. No me gusta, es diferente. —me defendí.
—Eres un aburrido. Mejor dicho, un amargado. —comentó mi hermana, se giró y continuó su camino.
—¿No lo harías por mi? —susurró en mi oído y me dio escalofríos.
—¿Qué cosa? —sinceramente me había perdido.
—Nadar en el lago. —la miré y estaba sonriendo. No podía negarme.
—De acuerdo —respondí rodando los ojos. Ella sonrió y no pude evitar imitarla.
*****
Olivia:
Al llegar Emily fue directo al agua, seguida por Nick, ambos comenzaron a tirarse agua y a reír. Había algo entre esos dos, podía notarlo.
Will se había quedado atrás; se había lanzado al césped. Por mi parte me acerqué a la orilla, comencé a jugar con el agua, estaba un poco fría, pero era agradable.
—¿No tienen lagos en Arlen? —Nick estaba a mi lado, observándome con una sonrisa. —Miras todo como si fuera algo nuevo.
—Todo esto lo es para mi. —respondí con un gesto parecido a una sonrisa. —Tenemos lagos, pero no están rodeados de tanta vegetación, ni son tan... pacíficos.
—Es lo que tiene de bueno ser un rebelde.
Cada vez que alguno de ellos hablaba de su tierra, de lo que tenían o no del otro lado del muro, lo hacían con tanta felicidad y orgullo; me hacían pensar en todas las cosas con las que había crecido y que daba por sentadas, los lujos con los que había crecido y nunca agradecí.
—Es hermoso. —susurré casi para mi misma mientras observaba todo el lugar.
—Ey Will. —comenzó a gritar Nick. —Ya puedes convencerla para que viva contigo, ama este lugar. —me giré y miré a Will, había puesto muy mala cara... esa era una conversación que teníamos pendiente y no era el momento para regresar a ese tema. —De acuerdo... parece un tema complicado ¿No es así? —asentí imperceptiblemente para que Will no se diera cuenta. —Entonces cerraré la boca para que no me golpee. —sonrió y se alejó.
*****
William:
No estaba de humor para las tonterías de Nick y menos una como esa. Ya había hablado con Olivia sobre el tema, pero una y otra vez me había topado con una negativa, con una nueva excusa.
Intentaba no enfocarme en el hecho de que en unos meses, esa tonta burbuja que me había creado para no ver la realidad se explotaría y me encontraría con que todo había cambiado y posiblemente... no podría volver a verla.
Me acosté mirando el cielo, de verdad hacía un día hermoso, de esos de los que luego de un tiempo recuerdas con nostalgia.
—¿Qué es lo que te tiene tan malhumorado? —preguntó Nick sentándose a mí lado.
—Tu cara asquerosa. —bromie.
—Las chicas no piensan eso. - respondió riendo. —¡Kay, por aquí! —me incorporé de un salto.
—¿Kayla? ¿Invitaste a Kayla? —este tipo no era mi amigo, sino mi maldito enemigo.
—Tener a tu ex y tu actual en el mismo espacio será divertido. ¿No lo crees? —me respondió bromeando.
—Te odio. —susurré antes de que Kayla se me tirara encima para abrazarme.
*****
Olivia:
Escuché un grito, como de una chica y me giré para ver. Efectivamente, una chica estaba semi acostada sobre Will. ¿Qué demonios estaba pasando?
Odio los celos, me parecen la cosa más espantosa que una persona puede sentir, pero, no pude evitar sentirlos y que la ira me invadiera al ver a esa chica sobre él.
Comencé a acercarme con los brazos cruzados sobre mi pecho, intentando protegerme de lo que sea que fuera a suceder, pero sobre todo sosteniendo mis brazos, ya que no sabía en la forma en la que podía llegar a reaccionar.
La chica era hermosa, casi podía decirse, perfecta. Su cabello oscuro, con mechas violetas hacia resaltar cada una de sus facciones. Podría decirse que estaba conforme con el cuerpo que portaba, pero, esta chica hacía que cualquier persona se sintiera acomplejada; yo lo estaba en ese momento.
Me aclaré la garganta en cuanto estuve cerca.
—Hola. Soy Kayla. —dijo sonriéndome y sentándose sobre Will. De acuerdo, estaba a punto de saltar sobre ella para golpearla, pero, no era la chica lo que me molestaba, sino que él parecía estar completamente paralizado. ¿Kayla había dicho? Yo ya conocía ese nombre... era la que le había dicho cariño desde el walkie talkie, el día que apareció en la casa de mi hermano.
—Liv. —respondí de forma brusca. Ella abrió la boca, asombrada y volvió a cerrarla. Se levantó de un salto y me abrazó. No supe como reaccionar a eso.