El Naufrago Urbano

Capitulo 3: Una Noche en Venus

La oscuridad del callejón me engaño, la extraña figura si era humana, pero no era lo que yo esperaba ver, es un cadáver... el cadáver de un hombre ya viejo, que yace tirado al lado de un basurero, por sus ropas harapientas, deduzco que es un vagabundo, pero nadie merece morir así, en el frío de la lluvia, olvidado, alguien dijo por ahí que la peor tragedia del hombre yace en el olvido, que cierto es, que contraste el de este mundo tan moderno y tan miserable a la vez, la vida es dura a veces, intenten ser felices, mientras dure, y siempre escuchen la lluvia, le cubro el rostro y muevo su cuerpo sin vida en un lugar más seco, me siento horrible por no darle una sepultura digna, pero no lloro, no puedo, estoy bloqueado emocionalmente, y miro hacia el fondo del callejón donde está la mega-ciudad, con sus luces, me está esperando , allá voy, la vida sigue y no espera a nadie.

 

VENUS, CENTRO COMERCIAL, OTRAS REALIDADES, UN GRAN HALLAZGO:

 

Al bajarme del taxi, me despido del chófer dándole un dinero extra por dejarme más cerca de lo acorado, ya es de noche, que buen tipo, me guiñe su ojo biónico y se va, en esta época si perdiste alguna parte de tu cuerpo la puedes reemplazar por una pieza biónica, ya sean brazos, piernas u otras, así como también si vas tener un hijo y este viene con una enfermedad, lo puedes corregir de esta forma evitaras que venga al mundo con alguna minusvalía. Pero por órdenes del gobierno solo puedes tener un solo hijo, es una forma de evitar la sobrepoblación, acá en la parte alta de la ciudad solo viven las familias más adinerados o acomodadas, músicos famosos, actores, estrellas de televisión, y allá abajo, en donde vivo, los olvidados, las pandillas, la clase media o baja, toda obra de NEÓN CORP y su régimen totalitario, maldita segregación.

Al entrar en el centro comercial Venus, el cambio es drástico, es otro mundo, acá la tristeza no existe, la música invade el ambiente, hasta el tipo más amargo se podría divertir aquí. La realidad aumentada hace su trabajo cuando del pasillo principal emerge una hermosa cascada con peces que si te acercas te da la impresión que puedes agarrar uno con la mano, seguido de esto aparece el enorme rostro de una mujer con rasgos orientales, dando la bienvenida al público, y haciendo una descripción de todo lo que hay en este mega edificio, es un espectáculo asombroso, “todo lo que alguna vez imaginaste, acá se hará realidad, bienvenidos a Centro Comercial Venus, bienvenidos al futuro" dice el rostro virtual y no exagera, acá hay puedes ser complacido en todos los sentidos, incluso en lo sexual, pues hay sets de realidad virtual donde tus más ardientes fantasías se hacen tangibles, con sus pro y contras, esto es el futuro, amigo mío.

La imagen del rostro desaparece, lo que se proyecta ahora es un tráiler de una horrible película de vampiros, “crepuscular “o algo así, no es de esta época, es antigua, aunque sigue siendo mala. Pero no puedo distraerme, debo encontrar a Antonella, subo por la escalera mecánica y recuerdo que la voz de la mujer menciono que la zona de bares está en el séptimo piso, los lugares que frecuentaba la hija de madame Parisi, allí iré llevo su foto en mi impermeable verde, preguntare por ella en todos lados, tratare de sacar información como sea, necesito el dinero, hay cuentas que pagarla noche es joven, acá la ciudad no duerme.

Mis primeras búsquedas no dan resultado, en los bares que he preguntado dicen no conocer a la chica, hasta que llego al BAR ATLANTIS, al abrir la puerta todos se vuelven a ver quién es el nuevo, un montón de miradas sobre mí, me siento algo incómodo al principio, pero después de un rato vuelven a lo suyo, el público ahí presente es una mezcla entre humanos y androides, todos bebiendo, fumando, la sala es bañada por una hermosa luz azul que oculta algo los rostros. Me acerco a la barra la cual es la atendida por un tipo calvo y de una frondosa barba, en su brazo derecho luce un tatuaje de una mujer desnuda, le pido una cerveza que casi me la bebo de un sorbo, me acerco a él y le paso la foto de antonella, y le pregunto si la ha visto, me dice que sí, frecuentaba este lugar pero hace un mes que no la ve, y agrega un detalle no menor, nunca andaba sola sino que con un extraño tipo, con un corte pelo mohicano, aretes en las dos orejas, me dice que la última ocasión que la vio fue con él, y me sugiere que vaya al piso de los videojuegos, pues ese chico , era conocido en ese lugar que quizá ahí la conozcan, me despido de él dándole dinero por tan valiosa información. ¿El salón de videjuegos está en el 5 piso, me encamino a ese lugar, lleno de pubertos, adolescentes, hackers, y frikis, inmersos en esas máquinas, donde pueden simular ser un héroe, asesino, o un ser de otro mundo, es como tener una segunda vida dicen ellos, es como no tener vida digo yo, pero cada busca su placebo en la vida no?

¡Una vez dentro del salón de videjuegos, el sonido de disparos, autos, aviones esta por todos lados, pregunto por antonella, un grupo de chicos me dicen que “mejor pregúntele a él” y apuntan hacia un solitario adolescente que está jugando en un arcade de pac-man, en una esquina, cuando me voy acercando, el tipo nota mi presencia y comienza a correr a una velocidad tan rápida que me sorprende !!!, pero por qué? será acaso el extraño que acompañaba a antonella la última vez que la vieron?



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En el texto hay: misterio, cyberpunk, ficcion

Editado: 02.09.2019

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