El Novio Perfecto

Capitulo XII: El Vestido Rojo

Había llegado a casa junto con Zoe después de la larga tarde que había tenido, estaban Mark y Jackson llenando las mesas de diferentes bebidas alcohólicas, la casa lucía genia, habían escondido todo lo que se podía romper o manchar, habían unas cuantas decoraciones por todo el lugar.

— Muy bien guapas, vayan a ponerse aún más sexy y nosotros terminaremos esto con los chicos. — Sonrió Mark señalando a los demás que ponían un poco de snacks en la mesa y otros colocaban luces en el patio trasero para que se viera mejor la piscina.

— ¿Creen que venga Aaron? — Pregunté un poco ansiosa y Zoe me agarró la mano.

— Estoy seguro que vendrá. — Contesto Jackson.

— Si, deja de preocuparte y ponte guapa. — Dijo Zoe muy divertida, me tomo de la mano y subió a mi habitación.

Ella corrió rápidamente a mi armario y empezó a sacar diferentes conjuntos, zapatos y bolsos, parecía una niña en una dulceria que no sabía que elegir o que ver primero.

— Te verás hermosa, será la mejor fiesta de la primavera, te lo puedo asegurar. — Me giño un ojo coqueta.

— No quiero ir a la fiesta, quiero hacer mis tareas, dormir temprano y comer una hamburguesa o algo así, no quiero ver cómo todos se ríen de mí o me ven con pena como si fuera un vagabundo. — Tome una almohada y hundí mi cabeza. — Odio mi vida. — Dije entre sollozos.

— ¡Oh vamos! Deja de ser tan dramática, toda la escuela olvido lo de la pintura, todos vienen y están emocionados de estar aquí en tu fiesta, deja de dramas. — Me lanzo una camiseta.

— No es eso, solo que no quiero estar con nadie, hoy fue un día de mierda y lo que menos quiero hacer es fingir que me agradan todos allá afuera. — Me quejé, patalee, levanté la mirada y ahí seguía Zoe parada observando me.

— Deja de tonterías, además vendrá Aaron. — Mordió el labio con una mirada traviesa.

— ¡Aún peor! — Volví a hundir mira cara en mi almohada.

— ¡Eso es! ¿Pasó algo con Aaron? — Rápidamente se sentó a mi lado.

— Más bien, que no pasó. — Suspiré agotada recordando aquel momento. — Estuvo a punto de besarme pero mamá nos Interrumpió y él se fue. — Hice un puchero.

— ¡Es por eso que te ignoro todo el día! — Exclamó emocionada, llevo sus manos a su boca en manera de sorpresa. — Sabía que algo pasaba entre ustedes dos, es que lo supe desde el día uno, tienes que intentar algo está noche y ver qué pasa entre ustedes. — Dió pequeños brincos y la mire con cansancio.

— No quiero, a él le gusta Jessica, ya basta. — Me acosté boca arriba.

— Tienes miedo de que algo lindo te pase, deja de autosabotearte ¿Has pensado que a lo mejor le gustas de verdad? — Pregunto y yo la miré.

— No importa, mejor cancelemos la fiesta. — Dije agotada, iba a tomar mi teléfono que estaba en la mesa de al lado de mi cama pero Zoe me detuvo.

— ¡En lo absoluto! Vas a ducharte, te promesas sexy y te volverás la chica más guapa de este lugar. — Me tomo de las manos y con destreza me levanto.

Me duche y al salir Zoe estaba lista con un lindo conjunto de jeans tiro alto y crop top, se veía sencilla pero aún así la ropa ajustada lucía sus curvas, me ayudó a vestirme y maquillarme, luego de un rato me mire al espejo.

— Juro por dios que vestida así me has hecho dudar de mi sexualidad. — Dijo Zoe mirándome sorprendida.

Lleva un vestido rojo de seda corto de tirantes, era un poco suelto pero aún así resaltaba mis curvas y hacia ver mis piernas más largas de lo que eran, el rojo hacia que el collar que me había dado Aaron resaltará aún más e hiciera conjunto con mis tacos plateados, mi cabello corto resaltaba mi rostro y mi maquillaje tenía que admitirlo, me veía candente.

— Me veo hermosa. — Dije sorprendida viendo el resultado.

— Vamos, guapa. — Me giño el ojo y salimos tomadas de la mano.

Al salir se oía perfectamente la música a todo volumen por la casa, mientras más nos acercamos a las escaleras más se oía el escándalo, al llegar habían cientos de personas bailando y podía asegurar que no conocía ni a la mitad pero al bajar todos me veían con admiración.

— ¿Quienes son todos estos? — Pregunté divertida.

— A quien le importa. — Zoe empezó a mover sus caderas al compás de Blinding Lights.

— Ve y saluda todos, su majestad. — Mark apareció con una sonrisa llena de orgullo.

Empecé a caminar entre la gente con mis amigos y todos nos detenían para halagarne a mi, a la fiesta o ambas cosas.

Estás guapísima.

— La fiesta está increíble.

— Te puedo asegurar que nadie hace mejores fiestas que tú.

— Increíble inicio para tu campaña de reina.

— Jules, estas candente.

— La psicona está increíble y tú estás maravillosa.

Tenía que admitir que la fiesta había elevado mi humor, todos se la estaban pasando genial, no habían aparecido Jessica o Alex, lo único malo es que había aparecido Beckett pero no me había prestado mucha atención porque estaba tratando de conquistar a unas chicas que se habían colado a la fiesta, llevaba ya varias horas bailando y bebiendo pero aún me preocupaba que Aaron no había aparecido le escribí un par de mensajes durante pero no había respuesta de él.

— ¡Voy a mi habitación! A retocarme el maquillaje. — Dije casi gritando hacia Zoe que no se había apartado de mí, ella solo asintio y no me prestó mucha atención ya que estaba ligando con un tal Joshua.

Empecé a caminar entre tanta gente ebria y alguno que otro drogado, al llegar a las escaleras ví entrar a Aaron que estaba un poco nervioso, mi corazón se aceleró a mil.

— ¡Aaron! — Exclamé emocionada, él volteo a verme y me miró de arriba a abajo.

— Julieta... Estás... — Se había quedado sin palabras y me miraba sorprendido.

— ¿Hermosa? — Pregunté con una sonrisa y di una pequeña vuelta.

— Me has dejado sin palabras rubia. — Dijo con una sonrisa coqueta que borró inmediatamente. — Solo vine a saludar. — Comento un poco nervioso y mi sonrisa se borró.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.