El ojo de la tormenta - Changbin Stray Kids

Capítulo 63


Los días pasaron, y como estos, el rumor se fue extendiendo más y más.

Nuestra empresa hizo todo lo posible y todo lo que ellos tenían permitido para evitar que se siga expandiendo, ya sabéis: palabras, sobornos, entre otros.

Por nuestra parte, nuestra relación iba cada vez mejor. Ya que íbamos del apartamento a la empresa y de la empresa al apartamento pasábamos todo el día juntos, en realidad tal y como lo hacíamos antes. Algunas veces teníamos discusiones por tonterías, pero igual nos pasaba entre nosotros. Un día la discusión era tan tonta que nos moríamos de risa: Hyunjin y yo peleábamos por cuál era el color de calzoncillos de Han. Él sólo lleva blancos o negros (son los únicos colores que tiene), pero aquel día Hyunjin vio una cosa en el ensayo y yo vi otra.

Finalmente....eran grises.

Han se había quedado sin calzoncillos limpios y le cogió uno al azar del cajón de Minho.

Pronto íbamos a tener la primera grabación de un MV en el que yo formaría parte de SKZ como la novena miembro, no una colaboración como fue "S-class", en la que hice coros y un par de frases que me dieron los chicos para incluirme lo máximo posible.

Esta se hizo conmigo como parte del grupo, con mis propias líneas, la coreografía ya no sería adaptada para nueve personas, sino que estaba creada directamente para nueve personas. Ese sería mi primer MV real y eso me tenía completamente emocionada.

Tanto que iba dando saltitos en cada parte del apartamento mientras cantaba una y otra vez mis líneas sin descanso alguno. Tenía a los chicos viviendo una tortura con la canción, aunque algunos se me unían e íbamos bailando y cantando a gritos por la casa. Menos mal que no teníamos vecinos.

Pero, estos días, estaba más nerviosa que nunca: teníamos una entrevista únicamente Changbin y yo, sobre nuestra relación.

Habíamos estado ensayando mucho sobre las posibles preguntas y qué teníamos que responder. Por una vez, seguimos completamente al pie de la letra todas y cada una de las indicaciones que nos daba mi padre. Chan, Minho y Seungmin también aportaron ideas sobre como organizar la historia del rumor y como desmentirlo sin que suene a mentira.

- ¿Cómo va la cena? – pregunté mientras entraba en la cocina.

- Ya está casi lista – respondió Minho.

- ¡Genial! – exclamé mientras me lanzaba al sofá, sobre Jeongin, para empezar a despeinarlo y molestarle.

- Ya, Lara – se quejaba mientras intentaba tirarme.

Aunque no tuvo que hacer mucho más esfuerzo, pues en tan solo dos movimientos terminé fuera del sofá.

- Tsk – chasqueé la lengua.

Me quedé ahí sentada, con la espalda apoyada en el sofá.

- ¿Qué estás viendo?

- No lo sé la verdad – soltó una pequeña risa – parece ser un programa de asesinatos. Pero uno fuera de lo normal: se ven cosas realmente asquerosas y con imágenes reales y perturbadoras.

- ¿Asesinatos? – dijo Changbin desde la cocina mientras lo escuchaba venir - ¡No podéis ver eso!

Con las mismas cogió el mando y apagó la tele.

- ¡Hyung! ¡Binnie! – nos quejamos.

- Sois muy pequeños para ver eso – dijo el mayor.

Jeongin y yo cruzamos mirada y luego la dirigimos a este mientras rodábamos los ojos.

- Chanbin.... No somos críos – dije.

- Somos adultos desde hace tiempo – sentenció el chico.

- Me da igual, para mí seguís siendo pequeños.

Con las mismas, se fue y se llevó el mando.

- ¡Ahora que estaba interesante!

- Jeongin – le miré con vista de cómplice. Con las mismas, metí la mano detrás de la televisión y la encendí con los botones que tiene. Rápidamente le bajé el volumen: lo suficiente como para que Changbin no lo escuchara, pero para que nosotros podamos entender qué decían.

- ¡Bien hecho! – chocamos las palmas.

Un programa, dos programas, tres programas....¡estábamos completamente viciados a esa serie! Tanto que se nos pasó la hora de cenar. Para nuestra suerte, cada uno comió a la hora que quiso ya que algunos estaban en la empresa, otros en casa e incluso Chan y Minho estaban en el almacén organizando toda la chatarra que hay allí: quieren reformarlo y convertirlo en mitad almacén (uno bien arreglado y limpio) y mitad sala de juegos.

- ¡OS VOY A MATAR! – escuché a Changbin correr hacia nosotros.

Con las mismas nos levantamos y salimos corriendo del apartamento.

Con las risas y las voces, nos metimos en el bosque y, una vez allí, nos paramos para coger aire.

Pero casi nos quedamos sin este al ver algo muerto delante de nosotros.

- ¡Ah! – solté del susto.

- ¿¡Eso que es!? – dijo este asustándose de la misma manera en la que yo lo había hecho.

Cogí un palo y empecé a chincharle para vez sí, por casualidad, tenía algo de vida. Pero estaba completamente tieso. Nos acercamos un poco mas y se trataba de un ciervo el cual había sido asesinado por otro animal. Realmente me sorprendió, no sabía que ahí hubiera esos mamíferos.

- Pobrecito – me lamenté por él mientras bajaba la guardia.

- Si, esto sólo es un caso que podrán resolver los inspectores-detectives-criminólogos "señor y señorita Stray Kids", mejores en su carrera. – dijo haciendo como que se subía unas gafas.

- Exacto – le seguí la corriente, era divertido. - ¿Por dónde empezamos señor Jeongin?

- Debemos de confirmar la hora y fecha de muerte señorita Lara. Luego procederemos a su entierro.

- Me parece perfecto.

En realidad, aunque hacíamos como si de un juego se tratara, no queríamos dejar ahí al pobre animal, además era bastante grande y escandaloso a la vista si alguien se lo encontrara.

Con las manos – ya que no teníamos nada más – hicimos un agujero lo suficientemente grande como para meterlo. Una vez terminamos la laboriosa tarea, hicimos una pequeña lápida con una piedra bastante pesada y plana. Con otras piedras más pequeñas escribimos en ella:




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