Capitulo 03

—Buenos días, príncipe JiMin —el omega no pudo evitar la tensión acumularse sobre sus hombros, rodó los ojos y contuvo por escasos segundos el aliento, detesta tener la atención de aquel alfa.

El ceño del príncipe se frunció, no tenía muchas ganas de mirar a quien le había saludado en ese preciso momento, para él no se trataba de hacer lo correcto, pero seguramente aquel alfa no se iría a menos que le devolviera el saludo, se giró sobre sus talones para mirar al alfa que se encontraba detrás de él, YoonGi se mostraba sonriente ante él, dando una reverencia en cuanto le miro, y sin dejar de ocultar sus manos detrás de su espalda.

—¿Qué quieres? —la pregunta hecha por el príncipe había dejado a YoonGi en estado de sorpresa, pues su tono de voz, golpeado como si estuviera molesto de verle, era tan agresivo que hacía que YoonGi se arrepintiera de sus acciones.

YoonGi sintió de nuevo esa ligera opresión en su pecho, apretándose dolorosamente a cada segundo, ¿por qué le pasaba aquello? Relamió con la punta de su lengua sus labios y sus manos se apretaron contra el objeto que estaba ocultando ante el príncipe, recordando la razón por la cual se había acercado en primer lugar al futuro emperador del palacio.

—Le he traído un obsequio —hablo de nuevo el alfa, ignorando la punzada en su pecho.

YoonGi había comprado una pequeña figura tallada de madera, el observar al príncipe le había dado aquella idea, sabiendo que al próximo gobernante le encanta observar a las aves del lugar, se decidió a comprar algo que le recordase a dicho animal, y logro encontrar una figura tallada en forma de un ave en vuelo, se veía perfecta, y no dudo en gastar el poco dinero que ahorraba para dársela al príncipe, después de todo quería iniciar con el cortejo, y que mejor manera que dándole un regalo, el cortejo es el acto de conquista, hasta llegar a aceptarse como alfa y omega en una pareja, cuando se trata de destinados, el cortejo a veces puede ser corto, pero algo dentro de YoonGi le decía que su cortejo tardaría mucho más en ser recibido, el príncipe omega no se ha mostrado del todo de acuerdo con cada acción que decide hacer el alfa, pero todo tendría su tiempo, apenas eran unos niños, YoonGi está seguro de que con el pasar de los años, el príncipe JiMin aprendería a amarlo.

Dejo de esconder sus manos y las coloco extendida frente al príncipe, su corazón no paraba de latir con frenesí, mientras que sus manos temblaban ligeramente ante el nerviosismo que estaba sintiendo en ese momento.

En cuanto JiMin dirigió su mirada hacía el objeto en las manos del alfa, por unos leves instantes iba a sonreír, pero al recordar quien se la estaba a punto de dar, impidió que la sonrisa saliera a flote y se dibujara en su rostro. No sonreiría para ese alfa, nunca lo haría, por más que en su interior algo le pidiese que aceptase el regalo, él no lo haría.

—¿Qué significa eso? —JiMin cruzó sus brazos sobre su pecho, sin dejar de mantener su ceño levemente fruncido hacía el alfa frente a él.

—Sé que eres mi predestinado —el príncipe omega apretó la mandíbula, se suponía que aquel alfa no debía enterarse de nada—, y me gustaría cortejarte, si es que me lo permites.

JiMin trago grueso, no quería que YoonGi estuviera enterado de algo como eso, no quería que ese alfa supiera que son predestinados, pero ya era demasiado tarde, ahora lo sabe, ¿qué hacer? Su vista se dirigió hacía el regalo que le daba, frunció levemente el ceño, ¿acaso no sabía cómo debía cortejar a un omega? Siempre había escuchado que el alfa te empieza a cortejar con una flor, no con figuras talladas hechas de madera, ¿en qué estaba pensando ese alfa?

—No lo quiero —YoonGi encogió sus codos, apartando sus manos del príncipe, desconcertado por el rechazo tan repentino.

—Pero... —el príncipe no lo dejo terminar de hablar.

—¡Dije que no lo quiero! —el omega estiro su mano hacía las de YoonGi, dando un manotazo y haciendo que aquella ave de madera, fuera directamente al suelo, YoonGi miro como su regalo yacía en el piso, en espera de ser recogido.

JiMin dirigió su vista hacía aquella ave que ahora veían ambos, apretó sus labios, queriendo evitar que una posible disculpa se escapase por ellos, él no se disculparía, si esta era la única manera de evitar a ese alfa, seguiría con sus acciones.

—Recoge eso, no quiero verlo —demando el omega.

YoonGi solamente dio un gesto de asentimiento a las órdenes del príncipe, su mirada todavía permanecía en aquella figura de madera, de nuevo esa opresión se había apoderado de su pecho, sus ojos en cada parpadeo que daba, comenzaban a picar, sintiendo que muy pronto las lágrimas se harían presentes, ¿por qué dolía tanto ese rechazo?

—Disculpe por haberlo molestado, príncipe JiMin.

JiMin no dijo absolutamente nada, simplemente lo miro de soslayo y se fue de allí, ignorando por completo a ese alfa, en cuanto YoonGi dejo de escuchar los pasos del príncipe omega, dejo que sus emociones tomaran control de su cuerpo, camino un par de pasos hacia donde se encontraba la figura del ave, dejo que sus rodillas se doblasen, haciéndolo caer y agarro aquella figura, soltó un leve suspiro, no quería llorar, tenía que ser fuerte, pero las emociones dentro de él eran insoportables.

Unas lágrimas lograron caer sobre la figura, ¿en verdad estaba llorando? Se incorporó como pudo y paso el dorso de su mano derecha en sus ojos, frotándolos bruscamente, tal vez no había sido un buen día para JiMin, y por esa razón le rechazo de ese modo.