Capitulo 04

—¡Príncipe JiMin!

El mencionado maldecía internamente al escuchar de nueva cuenta a YoonGi, no ha parado de molestarle en toda una semana, ¿acaso no entendía que no quería verlo? ¿Era tan difícil entender eso? Miro a su amigo JungKook, quien había salido corriendo para que JiMin no lo alcanzará.

JungKook se trataba de un recién presentado, siendo un omega nuevo en el pueblo, hijo de uno de los amigos de su padre, uno de los encargados de realizar el reclutamiento de los alfas, además de entrenarlos para el ejército, siempre el padre de JiMin comentaba animado sobre lo buenos que son los entrenadores de alfas.

—¿Ahora qué es lo que quieres? —YoonGi ya estaba acostumbrado a escuchar aquel tono de voz, lo había tomado como una forma en la que JiMin solamente le hablaba a él, pues no se dirigía a nadie más con aquel tono de voz, y a veces eso lo ponía triste, de todas formas, se daba ánimos internamente, pues pensaba que algún día terminaría por obtener una mejor conversación con el príncipe omega.

El omega era amable con las demás personas, siempre lo veía inclusive darle una sonrisa a todo el mundo, hablarles con dulzura y amabilidad, con mucho respeto, ¿por qué a él lo trataba tan diferente? No lo entendía, y se sentía mal cada que escuchaba como de un de repente el buen humor del príncipe cambiaba tan radicalmente con su presencia.

—Traje esto para usted —YoonGi extendió sus manos hacia el príncipe omega, mostrando así el nuevo regalo que tenía para Jihan, se trataba de una flor tan hermosa de un color amarillo muy vivo y reluciente, la más hermosa que el alfa había logrado encontrar para el príncipe, pero el omega solamente la miro por breves instantes.

YoonGi se enteró de cómo podía iniciar con un buen cortejo, y comprar una flor se trataba de una mejor manera de ser aceptado, pero para el príncipe eso no significaba nada, mucho menos si venia de parte de aquel alfa, no aceptaría con gusto ese regalo que ahora le mostraba.

—No me gustan esas flores.

—Eso no es cierto —YoonGi frunció levemente el ceño, se había percatado que el príncipe siempre era atraído por aquellas flores, las veía con ojos brillantes, ojos que pedían a gritos tener una solamente para él.

—No me conoces —comenzó a negar el príncipe omega—, no sabes absolutamente nada de mí, aleja eso de mí.

El príncipe estaba dispuesto a irse, pero el alfa de inmediato se lo impidió agarrando la mano de JiMin, ambos habían sentido como una corriente electrizante asaba por sus cuerpos, aquel toque solamente había causado que sus animales internos moviesen la cola en signo de aprobación y felicidad, pero JiMin se negaría ante tal cosa, trato de zafarse del agarre de YoonGi, pero no tenía éxito.

—¿Por qué me rechazas? —YoonGi necesitaba saber las razones del príncipe, no quería seguir sintiéndose mal por cada uno de sus rechazos.

El príncipe omega solamente seguía en su inútil intento de jalar su mano para soltarse.

—¡Suéltame! —demando el príncipe, estaba totalmente harto de todo esto, no quiere que YoonGi intente cortejarlo, no desea que ese alfa sea su destino—. ¿O quieres qué llame a los guardias para que te saquen del palacio?

YoonGi ante la amenaza hecha por el príncipe omega, lo soltó con sumo cuidado, ¿por qué haría algo como eso? Ha visto como otros lo detenían de esa forma, inclusive esos amigos tan cercanos al príncipe lo hacían sin ningún problema JungKook y HoSeok no tenían esa clase de problemas, y simplemente con que él lo hiciera, ya era una amenaza.

—¡No vuelvas a hacer eso! —exclamo molesto JiMin.

—¿Por qué? —volvió a preguntar el alfa.

—Porque no quiero que lo hagas —JiMin apretó su mandíbula, quería gritarle cientos de cosas a ese alfa, pedirle que se alejara de él para siempre, decirle que no deseaba verlo nunca más en su vida—, me repugna que un alfa como tú, se atreva a tomar mi mano, no quiero que vuelvas a hacerlo.

El alfa frunció levemente el ceño, ¿cómo alguien de tan buen corazón como lo es el príncipe, podía tratarlo tan mal de un momento a otro? ¿No se suponía que las parejas predestinadas siempre terminaban juntas? ¿Acaso no sentía el mismo dolor que él cada que prácticamente lo rechazaba? Tal vez lo de las parejas predestinadas no era tan cierto como se lo relataban sus parientes más cercanos, tal vez todo eran viejos cuentos para entretener a los más pequeños como lo es él.

—JiMin…

Se percató que el príncipe ya estaba unos pasos lejos de él y ni siquiera se había detenido cuando él dijo su nombre, miro la flor que estaba en sus manos, sonrió con tristeza, tal vez... para otra ocasión, por lo mientras, guardaría aquella flor, y se la daría a su madre como regalo.

Al menos ella no le rechazaría ninguno de sus regalos.