—¿Un regalo? —SeokJin pregunto al príncipe, había sido un hecho sumamente extraño que el príncipe JiMin pidiese ayuda para realizar un regalo, usualmente eso no sucedía, pero Park JiMin se veía sumamente interesado en saber lo que podía llegar a realizar como obsequio.
JiMin se había quedado pensando mucho tiempo en como agradecerle a YoonGi, el alfa le había salvado la vida, y por supuesto JiMin necesitaba darle las gracias de alguna forma, por más que estuvo pensando recostado en las sábanas, apenas y podía llegar a tener algo en mente para darle como obsequio al alfa líder, y es que no tenía ni la menor idea de lo que le gustaba a YoonGi, así que necesitaba algo de ayuda y de inmediato. Su consejero en ese momento era su salvación.
—Sí —la vergüenza estaba en todo su ser, sintiendo el calor acumularse en sus mejillas, SeokJin no había dejado de sonreír desde que el príncipe le había comentado sobre el regalo, JiMin estaba algo incómodo al respecto—, deja de mirarme de ese modo.
—Perdone, pero ¿en verdad quiere darle un regalo a su alfa? —la vergüenza termino por golpear las mejillas del príncipe omega, dándole de inmediato un color rojo a la mayor parte de su rostro.
YoonGi es su alfa, y eso no cambiaría nunca, después de todo el destino los ha enlazado, pero le daba vergüenza admitirlo en carne propia, YoonGi no es feo, de hecho desde su niñez se había percatado de que era un chico muy atractivo, pero el problema era que él lo había despreciado de la peor manera, no se había comportado como es debido, actuaba por impulso a querer alejar a ese alfa por el simple deseo de no querer tenerlo como destino, JiMin se dio cuenta de que no podía hacer mucho con solamente palabras, un rechazo entre destinados es espantoso, su animal interno se lo hizo saber al desaparecer por un largo tiempo sin dar señas de vida alguna, y por supuesto todo el tiempo estaba comenzando a extrañar la presencia del alfa por los pasillos, observar a sus amigos irse lo hacía seguir pensando en YoonGi y en si estaría bien, pero por supuesto no admitiría nada de eso en palabras, ni siquiera a su padre. JiMin se considera una persona que no puede dar a conocer a la vista de todos sus pensamientos, prefiere mantenerse en silencio a que alguien trate de indagar en lo que posiblemente esté pensando, por eso mismo agradecía que su padre no le dijese nada acerca del alfa líder, posiblemente hubiese sido capaz de indagar un poco más acerca del cómo se encontraba, pero nunca lo hizo, y ahora en este nuevo encuentro hecho por el destino, se había encontrado con la sorpresa de ver a un YoonGi distinto, uno que por lo visto está un poco más alejado de él. Disculparse ahora sería una tarea complicada, pues JiMin no sabe si acaso pueda ser perdonado por su destino.
—En verdad quiero hacerlo —respondió el príncipe omega—, no sé cómo puedo agradecerle el salvarme la vida. Necesito hacerlo, SeokJin.
—A este paso, las veces en las que él te salve la vida, serán muchas y terminarás sin ideas de que obsequio podría darle —JiMin dejo salir el aire que estaba reteniendo en un suspiro, su consejero tiene razón, pero él en verdad necesita darle algo como ofrenda de agradecimiento, su animal interno le dice que es una buena idea—, ¿no cree que darle una oportunidad sería lo adecuado?
—No me aceptará —contesto el príncipe omega, quien sentía temor a ser rechazado por su destinado, sabe que YoonGi está en su derecho de no aceptarlo, después de todo JiMin había sido quien le rechazo primero.
—¿Por qué está tan seguro de que no lo aceptará? —el príncipe JiMin miro hacia su consejero—. Se ve que es un alfa muy bueno para usted, príncipe. Debería de intentarlo.
Jamás en su vida JiMin se había sentido con tanta inseguridad como ahora, pensar en un posible rechazo realizado por el alfa líder dolía demasiado en su corazón, podía inclusive escuchar el eco de las posibles palabras que el alfa líder le soltaría en cuanto él se acercase, no quería ser rechazado, temía que eso sucediera, sería como estar en los zapatos de YoonGi, recibiendo todo el desprecio que alguna vez le dio.
—Mi intención es darle un obsequio —dijo JiMin.
SeokJin le dedico una sonrisa, enternecido por el comportamiento del príncipe, en todo el tiempo que lleva dando servicio en el palacio, jamás había visto al príncipe comportarse de aquella manera, podía verlo totalmente fuera de lugar, JiMin siempre se comportaba en asuntos serios con la mayor de las calmas y siempre con un buen porte, cuando estaba con sus amigos era distinto se veía feliz, pero siempre en todas esas situación se veía muy seguro de sus palabras y decisiones, ahora parecía un ser indefenso uno que no sabía que hacer a la hora de querer entregar un obsequio. De alguna manera a SeokJin le parecía una situación divertida, ver al príncipe JiMin sonrojarse cada que menciona al alfa líder le parecía tierno.
—Tal vez darle un beso sea una buena opción —comento SeokJin, necesitaba ver si acaso el príncipe podía sonrojarse mucho más de lo que ya estaba, su rostro estaba al rojo vivo en su totalidad, no hacía daño de vez en cuando tratar de avergonzarlo un poco más.
El omega cubrió su rostro con una almohada mientras soltaba un quejido ante la sugerencia mencionada por su consejero, imaginarse a él dándole un beso a YoonGi, la imagen en su cabeza era tan realista que casi podía sentirse como el espectador en la escena, él acercándose tímidamente hacia el alfa líder, quien seguramente le preguntaría lo que le estaba pasando, y entonces en cuanto estuviese lo suficientemente cerca estamparía sus labios en la mejilla de YoonGi, para JiMin aquella escena podía tener finales muy distintos, desde una reprimenda del alfa, hasta algo de sorpresa en su rostro, pero la mayoría de situaciones terminaban en un rechazo, odia tener que pensar en ser rechazado, pero es una realidad de la que seguramente no podrá escapar por mucho tiempo.
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Editado: 22.12.2023