Capitulo 11

CAPITULO 11

EZRA

Dicen que en la vida nada es seguro, excepto la muerte. La estúpida muerte de la que nadie puede escapar… ni siquiera un Redam por lo visto.

Miro el ataúd. Miro a mí alrededor. Miro las flores y a las personas. Pero nada parece llegarme, nada parece real en este momento para mí. Y los momentos a tu lado van reproduciéndose lentamente, haciendo su camino para torturarme y no entiendo ¿No se supone que con el pasar de los días estaré mejor? ¿No se supone que parte de mi entrenamiento me preparo para esto? Vi morir a mis padres, a mis amigos, en este punto ya debería estar acostumbrado entonces ¿Porque siento que me estoy quemando vivo?

-Gia debería estar aquí-oigo decir a Jem mientras limpia sus ojos. No le doy la razón pero tampoco se la quito. Solo los ignoro a todos y cada uno.

Camino hacia el centro de la habitación y no me fijo en nadie salvo en el ataúd que está delante de mí, que encajona el cuerpo que tantas veces me canse de amar. Miro tu rostro y es como ver una muñeca puesta en una vitrina, te ves tan sola, acompañada solo por los accesorios que no te hacen falta para embellecerte porque eres es la luz de esta habitación.

Inconscientemente extiendo mi mano y antes de darme cuenta, estoy acariciando tu mejilla. Creía que conocía el dolor pero ¿este dolor? es como si me hubiesen partido el alma en dos, como si mi vida se hubiese deslizado de mis manos, como si mi corazón ya no quisiera encontrar un solo motivo para seguir latiendo por un segundo más. Es como si estuviese aquí pero realmente no lo estoy.

<<-¿Eres alguna clase de acosador o algo?

-Se que te gusto lo que no entiendo es porque no terminas de decirlo

-Sé que soy una novia terrible ¿bien? Pero no quiero perderte idiota

-Te amo Ezra. No importa que, siempre te amare

-Tienes que admitir que quieres pasar la vida entera a mi lado

-Quería amarte toda la vida

-Prométeme que serás feliz>>

Jen ¿Realmente pensaste que podía verte morir y seguiría adelante con mi vida, que eso no dejaría mella en mi? Me dijiste que no hiciera promesas que no podría cumplir.

<<-Prometo que todo saldrá bien al final y todos veremos esto como un mal sueño-su expresión era una entre triste y comprensiva. Ella sabía lo que estaba haciendo, sabía que estaba tratando de ser optimista porque todo el mundo sabe que en una guerra ambos bandos pierden.

-Cariño, te amo pero no hagas promesas que no puedes cumplir. Ninguno de nosotros sabe como acabara esto-la abrazo contra mí y planto un beso en la cima de su cabeza

-Te amo Jennie>>

¿De verdad creíste que podría prometerte tal cosa? Mi corazón literalmente se detuvo cuando tus latidos que una vez se acompasaron con los míos también lo hicieron. ¿Cómo puedo ser feliz sin ti? ¿Cómo duermo esta noche sabiendo que no podrás acurrucarte más en mi pecho? ¿Cómo despertare cada mañana sin tu cuerpo enroscado en el mío, sin tu sonrisa iluminando mi día? ¿Cómo podre pasar los siguientes años de mi vida sin mirar nunca más tus ojos?

Lo sabías, sabía que quería pasar la vida entera a tu lado. Me dijiste que querías amarme toda la vida entonces ¿Por qué no luchaste un poco más? ¿Por qué no pude hacer más por ti? Maldita sea ¿Por qué no me dejaste hacer más por ella Dios?

Las lágrimas corren por mis mejillas y tengo la plena seguridad de que todos en esta habitación me están observando pero no me interesa, solo me interesa ella. Siento una mano en mi hombro y unos segundos después escucho a Zane decir:

-¿Estás bien amigo?-no quito mi vista de ella, creo que en parte porque tengo la esperanza de que tal vez si lo deseo con la suficiente fuerza se levantara de aquí y volverá conmigo. Sacudo la cabeza en negativa y Zane entiende. Cade se planta a mi otro lado y ambos me sostienen, aunque no lo necesito y aunque realmente no lo quiero, lo hacen. Porque eso hace la familia, apoyarte en los momentos difíciles.

-No estás solo en esto Ezra. Estamos contigo-me dice Cade en voz baja. No respondo. Sé que están tratando de hacerme sentir mejor pero ¿no lo entienden? En este momento no hay nada que me haga sentir mejor.

Pedí enterrar a Jennie al lado de mis padres, no sé porque. Simplemente sentí la necesidad de tener a las personas que amo juntas. Y como el funeral, el entierro no fue mucho mejor. Garrett me pregunto si quería decir unas palabras, asentí, me levante y justo cuando fui a hablar; no pude. De mi boca no salió una sola oración que quisiera decirles a todos ellos, porque a la única persona que quería decírselas estaba muerta. La había enterrado.