¿Mamá y papá?

Alana y el otro señor aun seguían lamentándose el hecho de tener que dejar a su hija, la cual se llama Amanda.

Ellos la dejaron en la preciosa cuna que había en la esquina de la habitación y salieron de ahí cuidadosamente. Yo me acerqué de manera silenciosa a la cuna.

Mi corazón parecía que se quiere salir de mi pecho, se parece a mí cuando era una bebé, solo que su color de ojos es distinto, mis ojos son color miel y la bebé tiene ojos de un raro, pero lindo color entre azul y violeta.

Los padres de Amanda volvieron, yo me hice hacia atrás.

-¿Qué pasará si él la encuentra. -¿él?

-Ese vampiro no podrá encontrarla mientras piense que es humana. -del bolsillo de su chaqueta sacó un collar, un collar que conocía muy bien.

Lleve mi mano hacia mi pecho, el lugar donde descansaba ese collar.

¿soy la bebé?

-Mami... -la voz somnolienta de Alex me saca de mis pensamientos.

-¿Si, amor? -intento dedicarle una sonrisa.

-El día en que su protector llegue a ella todo le será revelado. -Adac voló hasta quedar frente a nosotros y se transformó en el chico que vi en el avión.

-Tú... -no puedo salir de la impresión.

-Es un gusto volver a verla, mi señora. -él sonríe y se acerca a nosotros. -Debo admitir que me sorprendió saber que ya tiene un heredero para preservar el linaje de su poderosa familia.

Mi rostro estaba serio, aunque por dentro el miedo invadía mi sistema.

Mi madre me vendió, ella me tiró como si no fuese más que un trapo viejo.

Negué lentamente con mi cabeza.

-Te equivocas, ella -señalé a Alana- Ella no es parte de mi familia. Ella es demasiado buena para ser mi madre.

Él se acercó a mí y puso su mano sobre mi cabeza.

-Ellos son su familia, mi señora, esa bebé es usted.

Un cuervo, parecido a Adac, pero más pequeño, entró a la habitación.

Se transformó en Adac, pero en versión niño.

-Tú serás el encargado de protegerla, pase lo que pase, Mark. -Alana se inclinó para quedar a su altura. -Tú serás el encargado de proteger a Amanda.

¿Ellos son mis padres? ¿Quién soy en ese caso? ¿Me seguirán buscando? ¿Seguirán con vida?

Muchas preguntas son las que invaden mi mente a cada segundo que pasa.