El Perro de Caza del Dios Inset

Llegada a Julk

En la ciudad de “Jukl” la gran ciudad portaría, acaba de llegar el último de la villa “Huyt” después de haber desaparecido por tres días, cuando alguien lo veía por una extraña razón simplemente fingían que no estaba en el lugar, poco a poco se fue dirigiendo al puerto, aunque antes de llegar al lugar los guardias de la ciudad lo detuvieron, después de todo desde que entro en el lugar estaba desangrándose, uno de los guardias se dirigió a él y le indico:

-“Joven por favor acompáñenos, está en un estado crítico, estoy seguro que el sacerdote de nuestra gran ciudad lo podrá atender”.

A lo que el joven les respondió:

-“Los sirvientes de un dios tienen la misma culpa que el dios, así que te recomiendo que me dejes en paz, de lo contrario tendré que reducir toda este lugar a meras cenizas, aunque pensándolo bien debería hacerlo de todos modos ya que ese estúpido dios debe pensar que estoy jugando, bueno quería montarme en un barco, pero creo que puedo simplemente destruir a todo a mi alrededor, así practico antes con este nuevo poder”

Los guardias mientras que el joven decía estas palabras habían rodeado al chico, como mera medida de prevención, después de todo en ese lugar siempre llegan criminales totalmente peligrosos, aun así notaron que aquel chico no tenía ningún arma, así que lo amenazaron con sus espadas.

De más estar decir que eso no lo detuvo es más lo único que lograron fue hacer que sonriera, una sonrisa tan maléfica que logro que los presentes se sintieran incomodos, después de unos segundos el jovencito desapareció solo por unos segundos, seguido por el grito de un pescador que se encontraba cerca, los guardias por inercia cambian su vista hacia el lugar del grito y ven al pescador partido en dos mientras aquella persona se encontraba comiéndose la mano derecha de este, el sonido de los huesos partiéndose y la carne siendo masticada entraba directamente en el cerebro de los presenten indicarles por todos los medios que simplemente deberían correr en un vano intento por mantenerse vivos.

Los guardias cuando pudieron reaccionar notaron algo extraño, de los pies de su contrincante poco a poco salía una especie de humo negro, lamentándolo mucho de nada les sirvió percatarse de esto ya que en cuestión de segundos ya se encontraba este ser frente a ellos sonriéndoles, aun así antes de atacar el joven les advirtió que en esos momentos ellos ya estaban muertos, solo podían ver y oír porque su cerebro todavía no había procesado su muerte, después de todo este se apagó de manera automática para evitarles una muerte espantosa.

 

 

Después de eso el chico noto como una gran cantidad de personas se habían reunido asi que mientras los espectadores veían como arrancaba poco a poco el brazo de un cadáver, empezó a decir mientras claramente sus ojos reflejaban una alegría perfecta:

“¡Buenos días queridos ciudadanos de la gran ciudad de “Julk”, espero que mi espectáculo les gustase, pero ahora bien como ustedes escoria que se escudan detrás de un dios totalmente perfecto echo y adaptado a sus necesidades pueden suponer, aunque sea por mero instinto, ya saben esa cosa que poseen los animales, que ninguno de ustedes va a salir con vida de este lugar, después de todo si quiero llegar a destruir un país lo mejor es empezar por algún lado, mi dios quiere que cada cosa que “Exista” vuelva a la “Nada” después de todo, cada uno de ustedes simplemente se encuentran en el “Todo” que no les traerá felicidad !”

A lo que un anciano que se encontraba en la multitud grito desesperado al ver mejor al joven:

¡“Las bestias por fin han venido a destruir esta ciudad, en estos momentos ni la gran Diosa “Aset” podría contener a este ser, después de todo en los libros antiguos esta escrito que si alguna vez despertara un discípulo del dios “Inset” ningún ser vivo que se topara con el se mantendría en pie, aquellos que se opongan a su mandato sobre la vida y la muerte simplemente serán destruidos”!

El joven se dirijo hacia aquel anciano y le dijo:

“ ¡Se supone que solo nosotros los de mi pueblo deberían poseer información sobre nuestro dios, pero veo que así no son las cosas, aunque eres bastante mayor no creo que este cerca tu hora, por ende dime mi estimado señor, ¿Por qué tu olor se parece tanto al mío?! ”

A lo que el viejo le responde de una manera melancólica:

“ ¡En mi juventud tuve una gran cantidad de mala decisiones, una de ellas me llevo a tu pueblo, sinceramente todavía recuerdo como mis amigos y yo por puro curiosidad nos adentramos a ese lugar, sin darnos cuenta descendimos a los dominios de tu gente, aun así lo peor fue cuando llegamos a la aldea.



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En el texto hay: misterio, suspenso, terror

Editado: 01.06.2019

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