Estoy en un lugar lejos de casa. Un sitio donde el ruido de las balas se mezcla con los gritos de los heridos. Donde el polvo y el humo hacen que la vista se nuble y la respiración se haga difícil. Donde la muerte es una compañera constante y la vida parece algo lejano, como si fuera una idea lejana.
Me llamo Adam Johnson, tengo 30 años y soy un soldado en acción, además de uno de los más grandes millonarios del mundo entero del cual muy pocos saben, esposo y padre de ambos fallecidos, hermano e hijo de padre y madre del cual desde que estoy en este infierno de sitio, no se nada de ellos y los veo, ya que como un cobarde me fui y los deje sin un aviso u otra cosa, más que una simple carta, o algunas debes en cuando les envió, para que sepan que todavía estoy vivo, no los llamo porque no estoy preparado por el momento. He estado en esta guerra perdida en alguna parte del mundo, durante casi cinco años, en un sitio que no debería existir. Al principio, como muchos otros, pensé que podría cambiar algo, hacer que la guerra termine más rápido. Pero después de tanto tiempo, me di cuenta de que la guerra es un monstruo que no se detiene.
Hoy, como cualquier otro día, salí de mi refugio para unirme a la lucha. Mi rifle en la mano, mi corazón latiendo rápido. Unas palabras de aliento de mis compañeros de armas, quienes me conocen bien. Saben que no soy alguien que se rinda fácilmente. Pero ¿quién no se rinde cuando ve a sus amigos caer uno por uno? ¿Quién no pierde la esperanza cuando la vida parece una condena eterna?
Caminando en medio de los escombros y la destrucción, estoy en busca de los enemigos. Ya no sé cuál es la razón por la que estamos aquí. Las noticias y la propaganda dicen que estamos luchando por la libertad y la justicia, pero yo únicamente veo dolor y sufrimiento.
De repente, el sonido de un disparo me hace salir de mis pensamientos. Me agacho rápidamente detrás de una pared para protegerme. Escucho voces que hablan en un idioma que no conozco. Apunto mi rifle hacia el sonido y espero.
----¡Tenemos un objetivo! ----oigo a uno de mis compañeros decir.
---¿Dónde están? -----pregunto.
----Al otro lado de la calle ---- responde otro.
Salto de mi escondite y corro hacia la calle. Veo a los enemigos en el otro extremo, también armados y listos para luchar. Empiezo a disparar, siento cómo mi corazón late más fuerte que nunca. Me muevo de un lado a otro, intentando evitar las balas que me pasan cerca.
---¡Cúbreme! --- le grito a mi compañero.
Oigo el sonido de más disparos y veo cómo uno de mis compañeros cae al suelo. Sigo disparando, sin importarme nada más que sobrevivir. Pero la guerra no se detiene. Nunca se detiene.
Finalmente, después de un tiempo que parece una eternidad, la lucha termina. Los enemigos han huido o eso es lo que creía, y yo estoy todavía de pie. Me pregunto cuánto tiempo más tendré que soportar esto. ¿Hasta cuándo podré mantener mi cordura? ¿Hasta cuándo podré seguir vivo?
No me doy cuenta de que caímos en una trampa, y con mi rifle en mano estoy buscando mi objetivo en medio de esta tormenta de arena, esperando a que el enemigo ataque. El ruido de los disparos es ensordecedor, y no puedo evitar sentir que estoy en el infierno. Llevo cinco años en esta guerra, pero cada día es peor que el anterior. Ya he perdido a demasiados amigos, pero aún no pierdo la esperanza de volver a casa o algún día intentar volver, para redimirme de mis pecados y buscar el perdón de la familia que me queda.
Veo en esta ventisca ah alguien y me dice----¡Adam, ven aquí! --- me grita mi amigo y compañero de armas, James.
Me acerco corriendo a su posición y veo que está herido. El pánico se apodera de mí, pero intento mantener la calma.
---¡James, aguanta! Voy a llevarte al puesto de socorro --- le digo, mientras trato de detener la hemorragia con un pañuelo.
-----No te preo..cupes por mí, Adam. Tú ti..enes que salir de aquí, tienes una familia que te espera en casa ---- me dice James con voz débil, y entrecortada, lo veo escupir un poco de sangre, y reacciono enseguida al no creer lo que estoy escuchando. ¿Cómo voy a abandonar a mi amigo en su momento más crítico? Pero sé que tiene razón, no puedo arriesgar mi vida por un ideal que ya no sé si vale la pena.
-----Lo siento, James. Pero no puedo dejarte aquí solo --- hablo con determinación, tratando de detener la sangre que sale por todos lados, sé que le hirieron en el estómago y una en la pierna.
En ese momento, el enemigo hace su ataque. Disparo mi rifle sin cesar, mientras intento arrastrar a James hacia un lugar más seguro. La adrenalina corre por mis venas, pero también siento miedo. ¿Será este mi último día en la Tierra?
Me pregunto, a la vez que oigo---¡Adam, corre! ---- grita James, mientras se desvanece entre mis brazos, y siento que estoy perdiendo a mi único amigo/hermano de batallas y del alma, con el cual durante estos 5 años que estamos juntos, compartimos y comparto tantas cosas y secretos.
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Editado: 07.04.2023