Capitulo V
ANTES DEL ACCIDENTE
La observaba desde la ventana de mi habitación, Mili estaba cambiandose.
Podia ver su pecho desnudo; mis ojos bajaron a su hermoso y delgado cuerpo. Era una preciosa criatura. Ella ha sido una gran vecina, pero nunca eh podido confesarle lo que siento hacia ella... Digamos que el universo conspira en mi contra; el año pasado intenté en diferentes ocaciones declararle mis sentimientos, pero siempre ocurria algo que impedia un encuentro a solas.
Desperte agitado empapado en sudor, el recuerdo de aquella pesadilla que solia perturbar mis noches estaban presentes en mi memoria.
Mi dia empezaba y sentia que vivia un dejavú.
Intente olvidar aquello y desperté de un brinco de mi suave cama.
Anoche habia visto a Mili cambiarse desde mi alcoba, ella lo habia presenciado; por lo que se que sera dificil para mi disculparme. Me senti deseoso por tenerla y una gota de sangre se azomo en mi nariz al recordar su piel semidesnuda.
Era un sabado por la mañana e hice lo que acostumbraba a realizar mis fines de semana, darme una ducha y preparar el desayuno, se que Mei estaba demasiado cansada.
El ruido que hago en la cocina ha despertado a mamá ella se ve mal, su cabello desordenado y apenas puede abrir los ojos, pone sus largos brasos en la mesa y entierra su cara en el meson aún dormida.
—Debiste seguir durmiendo en cama mamá —mencione sin obtener una respuesta.
Un delicioso aroma despertó a mamá e hizo que alzára el rostro, su mirada se ilumino al ver el decorativo plato de Udem y termino de comer en un santiamén, luego su rostro cayó profundo contra la mesa.
—Mili se ha transformado en una linda señorita, hacía tanto tiempo que no la veia —mencionó mamá. —Es una chica muy atractiva y se que a Kail le gusta.
—No tengo porque contestarte, son mis asuntos mamá —mencioné seriamente.
—Vamos kail, no seas asi con mamá y cuentame ¿que estaban haciendo ayer cuando estaban solos en casa? Los encontré en una situación muy comprometedora.
—Puedo asegurarte que no es lo que estas pensando —respondi.
—Hum, ya veo —dijo esta muy decepcionada. —Kail y Mili son una hermosa pareja de enamorados.
—Solo es una amiga mamá —Agregué a sus malas intenciones.
—¡Es hermoso el primer amor! —mencionó mamá cayendo rendida sobre la mesa.
Tomé la desición de ir a su casa a pedirle una disculpa, sabia que podia meterme en problemas, pero al diablo al menos necesitaba intentarlo.
Abrí una cajita que estaba escondida entre mi armario, era una pulsera extraña que habia comprado en corea, donde vivia mi hermana luna y mi padre. Se la había comprado a Mili, no habia tenido el valor de obsequiarsela, pero hoy tengo la sensación de que se la daré sin problema alguno.
Al acercarme a la casa de Mili inmediatamente quise marcharme, pero ya me encontraba a pocos pasos de su puerta y en un instante se abrio. Mili estaba alli y un rico aroma de rosas impregnaba el lugar, su cabello como hilo de oro ondeaba con el viento. Siempre se notaba tan timida, no le gustaba ser el centro de atracción; se veia pequeña y delgada alejada de las que cazaban billy y clein, mis inmadurables amigos. Aunque no tenia gran escote y gran cadera, para mi es perfecta, con esos hermosos ojos verdes puestos sobre mi.
Su mirada se encontro con la mia parecia triste y decepcionada, decepcionada por un pervertido como yo, estaba paralizado sin saber que decir ante la posibilidad de que podía estropearlo aun mas; fué un momento incomodo y me levantó la mirada para encontrarme.
—Esperame aqui —Dijo ella alejandose de mi.
Habia unos pequeños muebles rojos en la sala de estar, entonces, permanecí quieto por un rato con mis pensamientos deambulando.
En una pequeña mesa que estaba a mi lado derecho, vi una fotografia de Mili, Rutzu y la señora Misuki y despues de un rato de espera Mili adornó la sala con una amplia sonrisa.
—Lo... siento —mencioné avergonzado, pero me interrumpio.
—¿Que es eso? — pregunto ella. Mi obsequio se habia salido por el bolsillo de mi pantalón.
—Es un obsequio que traje para ti —mencioné mientras le daba una pulsera en sus manos.
—Oh, es muy hermosa —corroboró. me levante y coloque la pulsera sobre su muñeca.
—Gracias — Dijó ella emocionada.
—Quiero que vengas conmigo a un lugar —la tome de la mano y ésta me miró sorprendida, a lo que asintió con la cabeza.
..............
Cuando llegamos al parque de diversiones no lograba concentrarme por el ruido de los niños a mi alrededor.
Lo primero que hicimos juntos fue disparar con agua a unos globos azules que se encontraban flotando en una pared; era un juego simple, pero Mili le agradaba.
Admito que me deje ganar para que pudiera llevarse el peluche de oso panda.
Luego de haber terminado de tomarnos una malteada de fresa nos apuramos a subirnos al super giro, donde la gongola se mueve lenta y vertivalmente dandonos una maravillosa vista a la ciudad de tokio.
Sabia que este dia el destino no podria interponerse en mi camino, era alto.
El atardecer se veia anaranjado debido a que pronto ya oscureceria, la gran bola de fuego escondiendose entre las numerosas nubes, lo que daba una vista maravillosa como si de una pintura se tratase. Se podia ver gran parte de la ciudad y la fuerte brisa causaba un ambiente tranquilo.
Mili permanecia en silencio como de costumbre y su rostro estaba entre el cielo, su mente parecia estar en otro lugar; sus ojos resplandecian con la luz del sol y pude notar lo triste que estaba.
—Gracias por regalarme este atardecer —menciono ella.
¿Enserio la puesta de sol podia ponerla tan triste? —Es muy hermoso —continuo, no obstante sin previo aviso una lagrima recorria la mejilla de Mili, lo cual aun no comprendia ¿porque estaba tan triste?
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Editado: 10.07.2020