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Luis Mejía
defenderse al igual que los demás sin importar cuantos asesinaran no dejaban de
aparecer más y más. su número parecía infinito muchos soldados murieron,
porque sus poderes se agotaron en medio de la guerra, dejaron de luchar y
fueron asesinados de la manera más cruel que un guerrero puede recibir, sin
poder moverse y defenderse, muchos de los amigos que habían hecho y que
conocieron desde el mundo de los vivos murieron y sus vidas se desvanecían en
la nada no solo eso, también vieron llegar un gran número de demonios que se
unían a la batalla eso les permitió ganar y retirarse hasta su territorio, al igual que
a sus enemigos. Luego de esos días de batalla vinieron tiempos de paz y
tranquilidad que no sería para siempre pero los llenaba de alegría hasta que se
presentó ante ellos alguien a quien no creían volver a ver nunca jamás, era él
mismísimo dios padre de todo, Rimuto quien les dijo lo que estaba pasado y lo
que paso antes de llegar tras su relato decidieron unirse a ellos pero no eran
suficiente, si bien era cierto que los héroes que habían muerto eran poderosísimos
guerreros, el enemigo no dejaba de atacarlos cada vez que podían.
pensaban que aquella guerra no tendría un fin y que su destino seria la muerte en
ese lugar sin esperanza por falta de soldados actos para la guerra, los soldados
eran escaso razón por la cual tenían que entrenar a los humanos, dioses, ángeles,
héroes y demonios que morían en el mundo de los vivos pertenecientes a los no
combatientes de las tres facciones para resistir, hasta que un día cuando todo
estaba perdido llego un gran número de soldado de las tres facciones lo cual les
dio la ventaja momentáneamente pudieron resistir y repeler a los enemigos.
Los soldados que recién a cavaban de llegar eran muy poderosos, también se
sorprendieron al saber lo que estaba pasando pero se adaptaron rápidamente a la
situación actual y les contaron a los soldados de ese mundo, que los héroes los
dioses y los demonios estaban peleado la última batalla de las tres facciones, por
la sobre vivencia eso los llenó de alegría y de tristeza al mismo tiempo porque
aún se estaban masacrando sin saber lo que pasaba en el más allá después de la
muerte. Pero al pasar eso sin importar quien ganara el número de muertos que se
presentara en este mundo a ellos los beneficiaba. Por desgracia, al no poder