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Luis Mejia
¿Está usted segura de lo que está diciendo? ¡Este será tal vez el último día que
vea a su hija! ¡Una vez nos marchemos de este lugar no habrá vuelta atrás!,
Serafina sabia porque se lo decía, Ringo no podía quedar más tiempo en aquella
ciudad tendría que marchar ya fuera con su hija o sin ella, habían pasado 12
largos años desde que decidieron mudarse aquella ciudad en ese momento Ringo
preg a Zona ¿vienes conmigo o te quedas, no hay marcha atrás es ahora o
nunca? ¿qué dices? Ella lo miro a los ojos y le dijo ¡eso quisiera hacer!, ¡pero no
puedo abandonar a mi madre a su suerte!, además que pasara dentro de 10 o 20
años más, estaré vieja, también te estaría retrasándote porque no te puedes
quedar en un solo lugar, ella lo abrazo con fuerza mientras lloraba al igual que
Ringo”. Lo mejor será que te marches sin nosotras no te preocupes estaremos
bien no creas que por decirte esto no me duele lo que está sucediendo, te amo
con todo mi corazón, pero aquí tenemos que separarnos y coger caminos
diferentes ¡cómo me hubiera gustado estar contigo el resto de mi vida! Ringo no
podía hacer nada lo que Zona le dacia era cierto y decidió marcharse dejándolo
todo atrás y diciendo lo he vuelto a perder todo de nuevo pero esta vez no pienso
dejarme consumir por la tristeza, antes de salir de su casa dijo a Zona ¡te amo con
todo mi corazón nunca te voy a olvidar, aunque este lejos te estaré cuidando
desde las sombras de la humanidad aunque no puedas verme siempre estaré hay
para ti! y se marchó mientras lloraba al ver partir el amor de su vida junto a su
madre quien la con solaba mientras, abandonaba la casa e inmediatamente dejo
la ciudad para no seguir dando molestias a su familia, dejo su trabajo a sus
nuevos vecinos y compañeros que había hecho en esa ciudad, pero se trazó una
nueva meta buscar y encontrar a su creador para ponerle fin a esta situación de
una vez por todas.
Ringo volvió a las calles de ciudad en ciudad pero sin perder de vista su rumbo y
el tiempo tal como había pasado al perder a su familia mientras lo hacía estaba al
pendiente de su esposa a quien pasaba a mirar algunas veces desde lejos para no
dejarse ver por ellas.