11.Tus deseos son órdenes

La suave música de jazz invadía la habitación y entendía el propósito de este tipo de melodías se suponía que la gente las escuchaba para relajarse , lamentablemente conmigo no estaba teniendo ese efecto precisamente en realidad todo lo contrario aunque tenía la leve sospecha de que nada tenía que ver con lo que sonaba por los parlantes sino por el hecho de quuen estaba conmigo en esa sala.

-Puedes tener un poco más de cuidado? mascullo Blake mientras pasaba el palito embadurnado de gelatinosa mascarilla de aguacate por su rostro- Si no eres precavida podrías meterme eso en el ojo- se quejo.

Quizás se debía a que mí cerebro estaba adormilado por la cantidad de minutos que había pasado aquí los cuales puede que no hubiesen sido tantos aunque si los suficientes como para que esto fuese considerado una tortura para mí pero no fui capaz de emorderme la lengua en esta oportunidad.

-Hay tantos lugares donde me gustaría metertelo- murmure por lo bajo, y pensé que el estaba tan metido en ese estado zen que no me había alcanzado a oir.

-Me fascinaria que me contarás más al respecto- respondió riendo tirando abajo mis esperanzas - Desafortunadamente eso te distraerla de tu trabajo y no queremos eso, o si?

Créanme a raíz de este comentario mis ganas aumentaron más.

-No me digas que eres de los tipos que sueñan con llegar a casa luego de un arduo día en el trabajo y asume que su esposa lo atenderá y le hará masajes en sus pies mientras el descansa en el sofá. Si llega a ser asi te juro que la pobre imagen que tengo sobre ti disminuirá aún más. Estará por el sub, sub suelo.

-Mierda! No sabía que la situación fuese tan mala. Es una pena- renego- Aún así, no. Para que te quedes tranquila no soy esa clase de sujeto. Me han educado lo suficientemente bien como para saber que eso es una canallada, hombres y mujeres somos iguales, ninguno debería ser encasillado en estereotipos ni forzados a ejecutar tareas del medioevo. Si me das a elegir te diría sin vergüenza que lo que esperaría al regresar a mí hogar es ver a esa persona que acepto que fuese suyo por el resto de su vida, la tomaría en mis brazos, la levantaría en el aire, la haría girar y cuando ella estuviese segura en el piso la besaría para demostrarle cuánto la había echado de menos. Para mí la mejor recompensa que puede haber es esa. Volver con tu amada.

-Oohh- baje mí herramienta y toque con mí mano libre mí pecho- Eso es tan conmovedor, suenas como un príncipe de cuentos de hadas, como esos personajes de las novelas melosas y cursis que las adolescentes aman leer y que las hacen tener fe de que saldrán al mundo y hallarán a uno igual… Ilusas-bufe-Ademas dudo que lo tuyo se pueda considerar trabajo como tal.

-Disculpa?

-Que? Lo siento, mí concepto no está relacionado ni de cerca con lo que para mí es un empleo. No me cabe en la mente como correr por un campo verde, batear una pelota y pasar horas en un gimnasio puede equipararse con estar en una oficina de 9 a 5- me alce de hombros.

-Eso es malvado- contesto haciendo un mohin-Y terriblemente erróneo. No te han explicado que está mal ser tan juiciosa? Y no tienes que menospreciar lo que hacen los demás para ganar dinero?- inquirió en ese tono que utilizaría alguien que se cree más sabio que yo- Es horrible. Y para que te enteres no es como piensas. Es tan desgastados como cualquier otro.

-Okay, okay, señor deportista, me convenciste - sentencie- No se repetirá así no hiero tus sentimientos… Sin embargo si me dejas ser inescrupulosa una última vez tengo que confesar que nunca había conocido a un sujeto como tu que se preste para estás actividades.

-A que te refieres?- me consulto. El pepino que había posicionado en uno de sus párpados se movió cuando su ceja se elevo-No estarás insinuando que esto es algo propio de tu género y que se te hace raro que yo lo haga. Para tu información no tengo una masculinidad frágil- anunció.

-Jamas había supuesto eso- menti- Simplemente es fuera de lo común. No me he topado con ningún tipo que le agrade esto.

-Es una pena. Y siento lástima por ellos, en especial porque no solo es relajante sino que también sirve y es bueno para tu salud. Y Noe s el único beneficio que puedo enumerarse, o que? Esperas que aparezca en fotografías con mí piel grasa? Granos? Puntos negros? No, señor. Ni por un millón de dólares lo permitiría. No hay modo. La prensa puede ser brutal cuando se lo propone, te has dado cuenta de eso?

-Lo cierto es que sería genial no estar al corriente de eso. Y si puedo ser honesta contigo he evitado darle un vistazo a los periódicos. No estoy preparada para leer lo que ponen de mí en ellos. Ya tengo bastante con el hecho de que posiblemente pase a la historia como "La pareja de". La que reformó al playboy y lo convirtió en un ser humano decente.

-No será así. Estoy confiado en que cuando hablen de ti será por tus habilidades, por tu talento y no por esto. Está circunstancia es temporal, lo prometo.

-Eso que mencionas ha quedado relegado - susurré - Para convertirme en una empleada de hotel que tiene que llevar a cabo tareas como hacerle servicio de skincare a un beisbolista de la alta liga. Asi como mis sueños de ser una traductora y viajar por el globo, acompañando a gente famosa, en lugar tengo que fingir ser tu… Novia - ignore las náuseas que esa palabra y lo decepcionante que esto era para mí- Mí esfuerzo y mí dedicación a mí pasión se fueron por la borda hace mucho- afirme.

-No tires la toalla todavía, por favor. Sería deprimente ser testigo de ello. Y si yo puedo ocupar la carta de la honestidad, aprovecharé esa oportunidad para brindarte mí opinión… En el futuro se que podrás retomarlos y esto será un mal recuerdo. Uno que contaras en grandes reuniones con tus amigas y se retiran del tonto aficionado a las pelotas que necesito de tu ayuda.

-Ojala tengas razón en esto.

-La tengo. Asegúrate de que cuando nos crucemos en un evento la próxima primavera minimo me saludaras- pidio y me observó unos segundos, dándome la impresión de que tenía algo dando vueltas por su cerebrito de rata.