El precio del amor

14.Tus secretos son mis secretos

No exagero cuando digo mí cabeza dolia tanto al punto que tenía la sensación de que dos platillos de esos que usan en las marchas se estaban golpeando constantemente contra ella.

-En serio tenías que traernos aquí? -pregunté tapándole mis oídos- No fue suficiente tortura hacerme pasar por esa improvisada sesión de fotos en el parque que ahora también me tienes que exponer a esta enorme cantidad de ruidos,gritos, lloriqueos. 

Una sonrisa apareció en su rostro dándome a entender que a diferencia de mí él se la estaba pasando en grande.

- Por qué tengo la impresión de que no eres una gran amante de los niños ?- respondió. 

Puse mis ojos en blanco ante su acusación. 

-Posiblemente porque eres un patán que quiere esperar lo peor de mí y déjame mal parada delante de su sobrina. O no? -añadí mirando a la pequeña quien estudiaba el menú con una concentración que me desconcertaba , era como si estuviera a punto de tomar la decisión más importante del universo. Yo a su edad me contentaba con una hamburguesa repleta de queso y patatas fritas que chorreaban aceite.

 Ella levanto su mirada por apenas unos segundos y continuo con lo suyo, claramente no estaba interesada en nuestra charla.

- Dudo que ella vaya a pensar cosas feas sobre ti-afirmó Blake , firmemente convencido-Hasta donde yo pude observar se la pasaron de maravillas jugando, y si puedo ser honesto contigo juzgue horriblemente la resistencia de ese balancín.

 Mí boca se abrió a la par que mis cejas se fruncieron. 

-Estás insinuando que mí peso es demasiado como para que un trozo de madera lo soportase. 

-No…No, es eso- contestó, la vergüenza impregnada en sus palabras. No es que esté buscando acusarte de nada,todo lo contrario tienes una figura espectacularz simplemente creo que los límites de peso están para algo y deberían ser respetados.

- Oye! Que no hay nada de malo con romper las reglas de tanto en tanto- murmuré alzandome de hombros. 

-Hey -exclamó y dio un rápido vistazo a la pequeña a su lado. No puedes decir eso frente a ella… Querida por qué no vas a la sección de juegos hasta que esté tu comida? - le ordenó en ese tono que los adultos usaban con los menores para dejarles ver qué no tenían lugar a replica. 

Chloe y yo tenemos que charlar sobre temas de grandes-agregó besando su frente.

 Un gesto tan paternal que me hizo extrañar demasiado a mí padre. Amaba que el hiciera eso conmigo. Era tan tierno y dulce que hacía que las mariposas las cuales tenían un tamaño acorde a mí proporción corporal revolotearan en mí estómago, puede que no haya tenido el afecto de mí madre aún así con el que él me daba bastaba. Y hoy, en el presente echaba de menos sentir esa clase de afecto. 

- No- espeto ella , la determinación en su respuesta trayendome de vuelta de mis recuerdos-Quiero quedarme aquí , me gusta estar en compañía de Chloe..  

-Rory, le advirtió el, descontento con su actitud.

-Que?-masculló moviendo su manito en el aire igual que lo hacía él, evidentemente era de familia tener esas reacciones. 

- Que te ha dicho tu madre de estar metida en los asuntos ajenos. 

-Que no debo hacerlo susurro, aunque ella no está aquí y no tiene porqué enterarse…

- Como tampoco tiene que saber que tuvimos que subirnos detrás de tu tío en la resbaladilla para ayudarlo a desatorarse. Tal parece que el problema del peso no lo tengo yo si no que lo tiene él -reí- Las evidencias estan a la vista, los mastodontes de casi dos metros no tendrian que subirse a ellos.

-Si llego a contarle eso a mí mamá no lo dejaría en paz jamás , y lo compartiría con los demás en las cenas para que se le burlen.

-Ja ja - sentenció-Me fascina como se jactan de mis desgracias y ni siquiera esperan a que yo me ausente- soltó un suspiro dramático -Ya escogieron?

- Siempre has sido tan sensible? 

- Pfff por dónde debería empezar. Tendrías que haber estado ahí cuando su cactus se seco. Estuvo lamentándose por dos semanas enteras. 

Juro que me arrepiento de haber usado una buena parte de mí energía para reprimir la carcajada que amenazaba con salir desde.el.fondo de mí garganta porque como podrán imaginar no pude. 

-Cómo es posible que se te muera una planta que literalmente no florece - me burle. 

-No es mí culpa que no pueda pasar tanto tiempo en casa como a mí me gustaría -se justifico- Lo había dejado a cargo de mí vecina pero ella estaba muy ocupada metiendo a escondidas a su ama… 

-Que es lo que dijimos de usar esos términos delante de los pequeño… 

-No soy pequeña, estoy cerca de la década en cualquier momento- contestó , tirando un mechón de cabello hacia atras.

-Si, si, lo que tú digas , princesa -Blake le dio una palmadita en su brazo-Por lo pronto sigues siendo mí bebé-se inclino para tomar su mejilla entre sus dedos para pellizcarla, lo que no duro tanto ya que Rory consiguió liberarse de él con una habilidad digna de ser admirada. 

-No es que te ibas a ir ? -gruñó ella dejándole notar que su presencia estaba de más y podíamos prescindir de ella. 

-Lo siento,lo siento-se puso rápidamente de pie. Que te gustaría comer?-me preguntó amablemente.

-Ell especial del día y una ración extra de quesadillas con picante.

-Ok…okay ,y tu cielo?-se volvió a su sobrina, su mirada delatando el amor que sentía por ella.

 No quería dejar que las emociones me ganasen aún así no sería loco que el agotase todos los métodos existentes con tal de conseguirle un condenado unicornio si ella se lo pidiera. O inventarios nuevos colores para crear un arcoiris a su gusto y hacerla feliz. Y la envidiaba, porque yo tenía a una persona así y se había ido para jamás regresar. 

-Yo quiero la cajita, y una soda grande. 

Los párpados de Blake se entrecerraron. 

-Mmm no lo sé bonita , eso es más azúcar de la que tu cuerpo podría llegar a soportar. Tu madre me mataría si te devuelvo con una sobredosis de azúcar.




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