Sin importar la era, la cultura o las raíces, la humanidad siempre ha tenido un deseo insano por expandirse a nuevos horizontes.
Lamentablemente tras la llegada de la gran Oscuridad y la formación de los 6 continentes, la humanidad ha perdido la oportunidad de explorar el mundo más allá del continente de Animus.
Aunque algunas tierras como los continentes de Arriant y Ardelia, no son especialmente hostiles hacia los humanos, estos no les permiten mucha libertad y suelen ser vistos como parias en la mayoría de los casos.
En continentes como Almah o Aldebarán; la presencia de los humanos es completamente repudiada por las especies que ahí habitan.
Y el continente de Avis, probablemente el único continente al que los humanos son bienvenidos sin importar nada; al fin y al cabo, los voraces demonios que habitan en esas tierras abandonadas por dios, no tienen preferencia alguna por la carne que se meten a la boca.
Pero incluso así, los humanos han hecho lo posible para poder prosperar con todo en contra...
Los Nordlands de Ardelia quienes respetan a la fuerza por sobre todas las cosas vieron como los humanos poco a poco se ganaban su respeto, en especial aquellos con el apellido Milfiore.
Los Nazhka por el contrario son una especie que alaban la fuerza del espíritu, los humanos al ser seres llenos de vigor y tenacidad no tardaron en llamar su atención.
No obstante, con las Dríadas al ser los seres con mayor poder mágico y la autoproclamada especie soberana de los 6 continentes, no vieron ningún mérito o beneficio en la existencia de los humanos, por el contrario, fueron los primeros en mostrarles hostilidad.
Aun y ahora, los motivos por los cuales las dríadas sienten desprecio hacia los humanos están entremezclados con rumores y relatos de su cultura, al punto en que ni siquiera ellas lo entienden totalmente.
Lo único que sienten, es un instinto, algo que no se puede expresar con palabras ni imágenes, pero de ser posible serían las palabras, "Maldice a esta especie", "Odia a esta especie", "Aniquila a esta especie" ...
Mil años han pasado, y dicho instinto prevalece y se fortalece día tras día...
Año imperial 1102, 27 de diciembre...
Dentro de lo que parecía la habitación de una posada el joven Milfiore abre nuevamente los ojos, este observa a su alrededor, y a duras penas es capaz de recordar los últimos momentos de la noche anterior.
A las puertas de una posada ajena a la anterior, Iván apareció abruptamente cargando a una ensangrentada Erse entre sus brazos, buscando desesperadamente asilo en esta fría noche.
Al ver la situación del joven y tras haber escuchado los estruendos de la ciudad, inmediatamente los gerentes del lugar supieron que no sería para nada prudente hospedar a gente tan sospechosa, postura que cambio rápidamente cuando el joven les ofreció una placa de Oro.
Los ahorros de un año y medio del joven rápidamente se esfumaron en una sola noche, sin mirar atrás el joven solo procede a retirarse a su alcoba, no sin antes espetar unas palabras.
—Si alguien pregunta, hemos estado hospedados en esta habitación toda la noche...
Con esas últimas palabras el joven solo se retiró...
Lo que ocurrió después aún era borroso para el joven, este recordó como uso la tienda del sistema para invocar equipo médico para suturar sus heridas y las de Erse, pero a partir de ese punto todo se vuelve nubloso.
Iván cerro los ojos y empezó a meditar hasta finalmente ser capaz de recordar algo...
—A la posada, solo le quedaba una Swift marital —Medita, mientras este observa como a su lado se encontraba la joven Sirvienta completamente dormida.
Iván de inmediato piensa en liberar un suspiro, pero inmediatamente este se da cuenta que no es capaz de hacerlo, de hecho, no había sido capaz de efectuar ningún movimiento desde que recupero la conciencia.
Durante unos segundos lo inundo el pánico, pero tras un tiempo este pudo tranquilizarse y meditar la situación.
—"El hecho de que sea totalmente consciente de mi situación es evidencia de que no estoy en estado vegetativo, además de eso puedo sentir las sábanas y el aire frio en mi rostro" —Expone internamente el joven —"Tampoco he recibido una contusión recientemente, Tal vez sea el efecto secundario de una habilidad, tal vez el sistema pueda responderme. Cierto, no puedo llamar a la ventana de estado si no puedo hablar..."
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[Abriendo Ventana de estado]
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[Nombre: Iván Milfiore Lvl. 274]
[Profesión: Profeta de ■■■]
[Fuerza: 250/270]
[Agilidad: 40/41]
[Intelecto: 1410/1680]
[Prana: 18/30]
[Mana: 1600/1800]
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El nivel de Iván había decrecido, una imagen que lo sorprendió enormemente, y quien bien podría estar relacionado a su actual situación.
—Sistema, ¿Qué está pasando?
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[El cuerpo del anfitrión ha incrementado demasiados niveles en muy poco tiempo...]
[El cuerpo del anfitrión actualmente no es capaz de lidiar con la carga de tantos niveles añadidos...]
[Por la seguridad del anfitrión se está llevando a cabo una depuración de niveles y estadísticas...]
[Durante ese tiempo todas las funciones no vitales del cuerpo del anfitrión serán suprimidas...]
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—Por cuanto tiempo debo permanecer así...
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[hasta que los niveles y la condición física del anfitrión se estabilicen...]
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—Ya veo... —Medita internamente —En el mejor de los casos podría estar aquí medio día o un día entero; si es ese el caso entonces. Sistema, activa simulación de combate...
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[Entendido...]
[Iniciando la función "Simulación de combate" ...]
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[Espere por favor...]
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Editado: 16.05.2024