Volumen 2: Te encontré Acto 1

Durante los últimos mil años posteriores a la gran oscuridad, la humanidad se ha expandido a cada rincón del continente de Animus, no obstante, pese a poseer una fuerza notable por los otros continentes, estos han permanecido aislados.

Por un lado, las Dríadas no toleran la presencia de los humanos dentro del continente de Almah, Únicamente permitiéndolo en casos específicos de extrema delicadeza política.

Los Nordlands y Nazhkas pese a no sentir un resentimiento particular por los humanos, son reacios a su presencia en sus tierras, mostrando cierta tendencia a recluirlos en pequeños cuerpos de población.

Cualquiera pensaría que dichas acciones son a causa del deseo de cada continente de salvaguardar sus tierras de los invasores, lamentablemente ese no es el caso.

Las 3 especies suelen interactuar amigablemente entre ellas, e inclusive dentro del continente de Aldebarán estas tres razas conviven casi sin conflictos, continente donde ningún humano ha puesto un pie hasta ahora.

Pero «¿de dónde nace esta aversión por la raza humana...?»

Ni siquiera ellos lo saben, aun pese al hecho de reconocer que alguna vez estos descendieron de seres humanos, Pero del mismo modo reconocen ser hijos de la gran oscuridad.

Muchos temen que, en un futuro, aquella delicada burbuja de empatía reviente, y aquella aversión finalmente se convierta en desprecio...

Año imperial 1102, 31 de diciembre, varias horas atrás...

Durante la madrugada de aquel día, el joven Milfiore en lugar de estar descansando para el ajetreado día que se avecinaba se encontraba haciendo uso de la simulación de combate.

Dentro de la simulación este practica el uso de los cuchillos con el Golem, quien desde la distancia instruye al joven en el uso apropiado de esta arma, corrigiendo su postura y juego de pies al moverse.

—Nuevamente lo hizo mal Maese, empiece nuevamente —Aclama el Golem —Como le he dicho durante los últimos dos días, usted debe apuntar con los codos, atacar con la cintura y ejercer presión con el estómago.

—Aunque me lo sigas diciendo eso no tiene sentido —Reclama el joven —Se supone que eres un instructor, ¿no puedes decirlo de una manera más clara?

—Me temo que no puedo hacerlo Maese —Señala el Golem —Aunque realmente me gustaría cumplir su petición los datos del uso del cuchillo están escritos exactamente así.

—¿Entonces no podemos cambiar el arma? — pregunta el joven —Los nobles en el imperio siempre optan por ostentar espadas, al igual que muchos magos, ¿no entiendo porque solo me has enseñado el uso de los cuchillos?

—Maese, ¿recuerda el momento en que obtuvo la habilidad de "Armamento viviente"? —Pregunta el Golem —¿Recuerda la notificación que recibió en ese momento?

—Sabes que gracias a la habilidad pasiva de memoria eidética lo recuerdo, además que no han pasado ni dos horas de eso —Señala —De hecho, creo que aún tengo la notificación en la ventana...

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[Enhorabuena, has adquirido una nueva habilidad...]

[Set de habilidades incrementa +1]

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—¿Set de habilidades?, Algo similar apareció mientras potenciaba nuestros niveles —Señala el joven

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[Enhorabuena, tu comprensión de la ventana de habilidades ha incrementado...]

[Has adquirido la Función "Sets" ...]

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—¿Qué es esto? — pregunta Iván.

—Finalmente, ahora puedo hablar de eso —espeta el Golem con bastante alivio —Por favor Maese, invoque la nueva ventana.

—Está bien... "Sets" ...

Al espetar esa palabra una nueva ventana de luz violeta se hace visible frente al joven...

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[Ventana de Sets]

[Sets completos... (0)]

[Sets el progreso... (3)]

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[Set del demonio celestial (2/25)]

[Set del Rey de los asesinos (2/40)]

[Set del Monarca del delirio (1/8)]

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Al ver los nombres inscritos en la ventana Iván no pudo evitar recordar las descripciones de algunas de sus habilidades, en las cuales estos se mencionaban como etopeyas cortas.

—Entonces, ¿que se supone que es esto? — pregunta el joven.

—No es "esto", sino que en cambio son "Ellos" —señala el Golem —Ellos son aquellos usuarios del sistema que han alcanzado la clase legendaria y cuyos logros y dones han sido registrados dentro del sistema.

—Espera, entonces ¿me estás diciendo que estos títulos son profesiones legendarios?

—Para simplificarlo de alguna manera, si así es pero a la vez no...

Al principio, Iván no les había dado mucha importancia a estas descripciones, limitándolas a una simple firma de la persona que creo dicha habilidad.

No obstante, al investigar con más profundidad, este descubrió que en ningún libro se registraba la existencia de un demonio celestial o un rey de los asesinos, solamente en algunos libros de ficción dentro del almanaque de la casa de las flores.

La idea de que dichas personalidades fuesen en realidad usuarios del sistema solo lleno de más preguntas al joven, pues según lo que Enrique le había comentado dentro de la familia solo hay dos individuos que alcanzaron la clase legendaria, Lo que solo apunta a una cosa.

—Golem, hay una pregunta que quiero hacerte... ¿Existen usuarios del sistema aparte de los Milfiore?

Iván efectuó la pregunta sin pensarlo mucho, pues, al fin y al cabo, cuando este hacia preguntas delicadas al Golem siempre elegia negarse, no obstante, esta vez no pregunto por las deidades, arquitectos o el sistema, por lo que el resultado debía ser diferente.

—Actualmente dentro de esta cúpula terrestre existen 445 Usuarios registrados del sistema, además de 24 usuarios potenciales en espera.

—"Entre mis tíos, abuelos y los grandes ancianos de la familia somos tan solo unos 198" — medita el joven.

—En realidad son 199 contándolo a usted joven Maese...