_Flashback_
La etherion caminaba con pasos algo lentos por uno de los pasillos de la corporación cápsula, abstraída en sus pensamientos.
La inquietud y la tristeza le impedían poder tomar una decisión definitiva, era tanta su incertidumbre que no podía pensar con claridad haciéndole olvidar que estaban celebrando su triunfo.
-Piccolo...- murmuró con tono bajo
Sus sentimientos por él eran tan fuertes que ya le era muy difícil mantenerlos ocultos.
-"Aún me resulta extraño que tu y yo terminemos así..."
-"Debe ser molesto para ti ¿Cierto?"
-"Yo no dije eso."
-"A mi tambien me extraña pero como dije antes: Ninguno de los dos lo planea, solo sucede... Pero pienso que cuando estas con la persona que más quieres, dejas que tus acciones hablen por sí solas..."
No sabía de dónde le había salido eso, pero debía reconocer que tenía una gran verdad impresa. Sonrió débilmente.
-"Me quieres ¿Cierto?"
Detuvo su andar y llevó ambas manos a su pecho, cerrando sus ojos.
-"No volveré a repetir la pregunta..."
-"Como dije hace unos momentos, cuando estas con la persona que más quieres, dejas que tus acciones hablen por sí solas... Lo que te dije en todo este tiempo, lo que pienso y lo que hice por ti... Fueron cosas que me salieron del corazón y por más que lo piense, no le encuentro explicación..."
Eso tambien era verdad, tampoco encontraba explicación a todos aquellos momentos que había compartido con él. Aunque ignoraba la opinión del namekusei, admitía que todas las cosas que habían pasado juntos, las llevará consigo como un tesoro...
-"La verdad Piccolo es que... Que..."
Sus manos temblaban y tuvo que sujetárselas para controlarlas.
-"¡Que si!"
Abrió los ojos lentamente sintiendo como su corazón latía con fuerza.
-"Te quiero Piccolo..."
Se sonrojó inevitablemente, no podía dar crédito a su sagacidad, tampoco comprendía porqué no pudo haberse quedado callada pero... Ya era demasiado... Tenía que decírselo...
Ahora que le había confesado que lo quería, le entristecía el hecho de que no había recibido una respuesta de su parte... Se preguntaba si lo que había hecho había valido la pena.
La deidad le había dicho que Piccolo necesitaba mucha paciencia por su parte y que en esos momentos, no estaba en condiciones de brindársela. Sin dudas, había dado en el clavo pero... ¿Cuánto tiempo más tendría que esperar? El guerrero aún se encontraba disperso en cuanto a lo que deseaba hacer concretamente y dada las circunstancias, la situación no parecía querer avanzar.
Retomó sus pasos hasta que llegó a uno de los jardines externos de la corporación. Caminó recorriendo con la mirada las flores por unos cuantos minutos hasta que divisó entre ellas unas flores particulares, se acercó y las observó fijamente: Eran flores blancas.
Respiró profundo, el aire era fresco y agradable, las aves volaban y el viento soplaba suavemente.
-Kalula, ¿Qué haces aquí? – Se extrañó Herion, acercándose a ella con curiosidad.
-Herion, no esperaba encontrarte en este lugar- se sorprendió, volteando a verlo- Solo estoy paseando.
-Permíteme recordarte que la fiesta esta hacia allá- le señaló con el dedo- todos tus amigos están reunidos exclusivamente para celebrar tu victoria
-Lo sé...- dirigió su mirada hacia la flor blanca
Éste comprendió entrecerrando los ojos. Sabía que algo le estaba pasando, la conocía bastante como para saber cuando algo le molestaba o le preocupaba
El muchacho la miró perspicaz.
-Estás confundida ¿Cierto?
Ella asintió secamente sin apartar su mirada de las flores.
-Ya veo...
Tomó dicha flor blanca con su mano y la cortó suavemente. Se volteó hacia su amigo, tomó una de sus manos y le entregó la flor.
Éste alzó las cejas un poco sorprendido, observando la flor entre sus dedos por un rato. Cuando alzó la vista, se encontró con la sonrisa amable de su amiga y de inmediato comprendió.
-Gracias...- le dijo sonriendo
-Sabes lo que eso significa ¿Verdad?
-Por supuesto, tú me lo explicaste hace tiempo- volvió a observar la flor entre sus dedos- en tu planeta, cuando una mujer le obsequia una flor blanca a un hombre, es un símbolo de amistad y de perdón- y con una mirada dulce, le dijo- lo cuidaré mucho.
Ambos se acercaron al mismo tiempo y se dieron un fuerte abrazo.
-Regresarás a tu planeta cuando la fiesta termine ¿Cierto?- le preguntó ella sin romper el abrazo
-Así es. Tengo unos asuntos que resolver.
-Herion...- se separó un poco de él para poder verlo a la cara- Disculpa que no hayamos podido pelear como lo prometimos- se lamentó sinceramente.
-No te preocupes, las promesas no deben romperse pero si pueden esperar- le tranquilizó
-Que bueno, temía que te enfadaras- suspiró aliviada
Éste colocó su mano en su cabeza despeinándola un poco.
-Ahora recuerdo… ¿Ya le dijiste a Piccolo que te gusta?
La mirada de la chica se apagó un poco.
-Le dije que lo quería...
-¿En serio? Eso es genial
Se entusiasmó pero al ver la mirada entristecida de su amiga, su sonrisa se borró.
-No me digas que te rechazó...
-No, no lo hizo.- apartó la mirada, un poco incómoda
-¿Se lo dijiste como debe ser?
-Si...- soltó casi en un suspiro
-Pero ¿Qué fue lo que te dijo Piccolo?- insistió
-No escuché su respuesta.
-¿Qué? Pero Kalula...- se alteró un poco.
-Esta bien Herion, déjalo así...- negó con la cabeza suavemente- después de todo, yo tambien me marcharé
El peli azul frunció un poco el ceño y se cruzo de brazos.
-¿Y eso por qué? ¿No te sientes cómoda aquí?
-No es eso
Ella desvío la mirada de Herion, no quería que su semblante delatara lo que sentía.
-No voy a negar que echaré de menos a todos pero la reconstrucción siempre fue mi más grande sueño y ahora que he recuperado a mi familia, quiero pasar tiempo con ellos y recuperar lo que nos fue arrebatado y la verdad es...- tragó saliva tratando de controlar el temblor de su voz- que me estoy inclinando por esa opción…