En el que parece que todo sale mejor de lo esperado.
15 de Agosto de 2019.
Virginia.
Abrí la puerta de la casa y me encontré con un demonio de cabello castaño frente a mí.
Nah, mentira no es un demonio solo es mi prima Mina. Nuestra convivencia ha sido mucha pero desde que me mudé a la ciudad no podemos pasar tanto el tiempo así que de vez en cuando viene a visitarme y se queda por unos días. Es lo más cercano que tengo a una hermana aunque a veces me saque de quicio.
Es algo incómodo puesto que frente a cualquier miembro de mi familia tengo que pretender ser algo que no soy por mantener más que nada la reputación de mis padres. Mi abuela me ha ayudado a descubrir que es lo que ellos esperan, desde pequeña ella ha cuidado de mí cuando mis papás tenían que salir de la ciudad y, aunque no sea la persona más cariñosa y a veces me den ganas de ignorarla, ella me ha enseñado de buenos modales y como comportarme socialmente, por ella logré encontrar la forma adecuada de ser frente a la familia, me guste o no.
—¡Vir!—me abrazó, puede tener 15 años pero tiene la energía de un niño de 8.
—Hola Mina—me hice a un lado y ella pasó.
—¿Dónde está Sam?
Ella tiene un pequeño crush por Sam y por ello es que no puedo estar tanto con él ya que le da un poco de miedo mi prima, puede llegar a ser algo intensa.
—En la sala.
Se pasó directo a donde estaban todos, solo espero que no trate mal a mis amigos porque sé que puede hacerlo. Muchas veces ha tenido pequeñas peleas con Brenda y Alex, no me puedo poner de lado de ninguno ya que los tres son personas especiales para mí aí que cuando eso sucede trato de llevarme a Mina a otro lado.
—¡Hola chicos!
—Hola—todos saludaron sin mucho ánimo, claro que ella no lo notó.
—¿Quienes son ellos?—me preguntó como si estuviéramos solas.
La amo, es mi familia y es lo más cercano a una hermana que pueda tener, pero a veces sus modos no me gustan tanto, tiende a hablar como si los demás no la escucharan.
—Ella es Poliana, hermana de Sam, su amigo Jorge y Daniel, él ahora vive con nosotros. Chicos, ella es mi prima Mina.
Se saludaron de lejos y decidí que era lo suficiente incómodo como para escapar de aquí. Les dije que estaríamos en mi habitación y subimos, de inmediato Mina empezó a husmear en todos los rincones de esta.
Qué bueno que esta vez no se me olvido sacar mi ropa ya que la vez pasada tuve que inventar que era de una amiga. Mina es demasiado curiosa y siempre husmea en todos los lugares, me recuerda un poco a mi abuela. Ella me ha venido a ver algunas veces y escanea cada rincón de la casa.
—Sigues teniendo terribles gustos musicales, Vir—dijo tomando discos de mi repisa.
Es lo único que no puedo ocultar ya que tengo la suerte de que mis padres piensen que Disturbed es un grupo pop y que no tengan demasiado interés en eso como para buscarlos.
—¡Oye! No son tan malos—le dije y ella rió.
Siguió viendo todo lo de mi cuarto mientras yo decidía si sentare encima de mi escritorio o como una persona normal en la silla. La verdad es que mi primera opción era irme encima del escritorio como la pequeña costumbre que tengo pero mi abuela siempre me regaña por eso así que no sé si Mina también lo juzgue. Mejor me sentaré en la silla para evitar problemas.
—¿Ahora qué te hicieron mis tíos para hacer que huyeras?—pregunté y ella dejó mis cosas en paz y se fue a tumbar en mi cama.
Casi siempre que Mina viene de visita es porque esta harta de sus padres ya que son una pareja un poco disfuncional.
—Mamá encontró un labial que dice que no es de ella en el carro de papá, obviamente es de ella yo lo vi comprarlo pero está loca—rodó los ojos—. Así que comenzaron una pelea y ninguno de los dos se habla, parecen niños. Deberían de separarse de una vez.
—Concuerdo con eso pero por alguna razón deben de seguir juntos—me encogí de hombros.
—El matrimonio es un asco—dijo ella.
—Yo no opino lo mismo. Sí, hay parejas que nunca debieron de considerar casarse ni como opción pero hay otras personas que simplemente funcionan juntas. En definitiva el amor es muy lindo cuando no eres o te encuentras con una persona asquerosa que no te va a aportar nada bueno en tu vida—Mina me miró raro—. Perdón, me alteré.
No tengo un muy buen filtro entre mi cerebro y mi boca, simplemente digo lo que pienso sin meditar las cosas. Eso no debe pasar frente a un familiar.
—Me sorprende que tengas una opinión tan formada sin haber tenido algún novio—dijo burlonamente.
Mina piensa que nunca he tenido novio y está bien así. La verdad es que solo he tenido uno a mis cortos 17 años pero con él me bastó, creo que no sirvo para esas cosas románticas.
Creo que más bien sirvo para otras, guiño, guiño.
—No necesito tener novio para formarme una opinión.
—Alguna vez el amor te va a pegar tan fuerte que no te darás cuenta.
—Si eso pasa te avisaré—sería lindo que pasara pero tengo una increíble tendencia en fijarme en idiotas y siempre hacen que me termine desilusionado y las cosas terminen de otra manera.
Admiro mi poder de contenerme de no hacer ninguno de mis chistes ni empezar a hablar de mi ex patán. Si estuviera enfrente de otra persona ya hubiera contado toda la historia de nuevo.
—¿Y qué hay de Sam? ¿Sigue soltero?
No puedo creer que otra vez tengamos esta conversación.
—Sí, pero ya habíamos quedado en que lo ibas a dejar en paz.
—Lo sé, no se me olvida es solo curiosidad—la última vez fue demasiado intensa con el que debí de darle un ultimátum y no puede estar tan cerca de él—. ¿Y los dos chicos de abajo?