Capítulo 13.

En donde alguien consigue una cita y otro quiere investigar.

24 de Septiembre de 2019. 

He tratado de evitar estar en mi casa esta última semana a causa del estúpido secreto que Lia me hizo guardarle a su hermana. No puedo estar cerca de ellas por el temor a soltar todo de repente o por el miedo de que Abigail se entere por alguien más. Así que esta semana he estado estudiando en la biblioteca hasta tarde ya que es temporada de exámenes y entrega de proyectos, justo ahora mi casa no es el lugar más tranquilo del mundo.

No he ido a la casa de Poli ya que tengo que hacer múltiples trabajos y ella solo me distrae tratando de hablar de sus tontas teorías, generalmente son divertidas pero este semestre sí debo de salir con buenas calificaciones ya que es el último y no quiero arruinar todo.

No es tan aburrido estar en la biblioteca afuera de los problemas del mundo exterior, de hecho un día me encontré aquí con Pamela y desde ese día empezó a estudiar conmigo, es bueno porque cuando nos fastidiamos de leer empezamos a hablar un poco y luego retomamos el estudio.

Podría estar estudiando igual con Virginia ya que ella va en el mismo grado y es más inteligente que casi cualquiera, me ha explicado algunas veces cosas que no entiendo pero últimamente no sé por donde esté, lo más probable es que con su novio.

Al pensar en eso inconscientemente mordí el interior de mi mejilla; desde que Lia me señaló ese tic ahora me doy cuenta de cuando lo hago y el terrible hábito que es, no me gusta eso ya que lo empiezo a asociar con una mala señal de la que no me gusta hablar ni pensar.

—Siento mi cerebro a punto de colapsar—dijo Pamela tallándose los ojos.

—Me siento igual. Pero, el viernes es nuestro último examen, vamos a la mitad del camino—le sonreí y volví la atención a mi resumen de la guerra de independencia.

Odio la historia, no me gusta, es algo que ya quedó en el pasado, ¿por qué deberíamos de seguir recordándolo?

—El viernes cuando terminemos los exámenes—Pame empezó a decir y luego hizo una pausa así que la miré—, deberíamos vernos en otro lado que no sea la biblioteca.

¿Me está insinuando que salgamos?

—Pero, ¿para qué? Ya no tendremos que estudiar.

Ahora entiendo porque nunca he tenido novia. Hacerme el desentendido no creo que sea una buena técnica para mí.

—Por eso, me agradas como para solo limitarnos a estudiar—me sonrió tímidamente. Ahora que lo noto había estado muy ansiosa toda la tarde jugando con el lápiz que traía en la mano.

Sí me está invitando a salir y tal vez había buscado hacerlo desde que estamos aquí.

Vaya, no sé que se hace en estos casos. Pamela me llegó a gustar y me gusta mucho su compañía pero nunca me esperé que específicamente ella me invitara a salir. Algunas veces me imaginé haciéndolo yo, pero nunca me atreví.

—Eso sería bueno, ¿qué tienes en mente?

No sé si esté haciendo esto bien, tengo una nula experiencia con chicas, por eso todas terminan siendo mis amigas.

—Podríamos ver una película.

—Suena bien.

Creo que a esto se le puede llamar una cita y si es así entonces debo de decir que será mi primera cita. 

25 de Septiembre de 2019. 
 

—Y así fue como me invitó a salir el viernes, ¿es una cita?

Necesitaba un consejo porque de tanto analizar la situación ahora no sabía si yo estaba confundiendo las cosas, se me ocurrió recurrir con una persona que ha tenido más relaciones que yo a pesar de ser menor.

—Definitivamente es una cita—Poliana contestó caminando por los pasillos.

Era la hora del almuerzo y nos dirigíamos a la cafetería. Ayer no había podido hablar con ella así que fue un buen momento para explicarle todo rápidamente.

—Vaya, no me lo esperaba.

—¿Te das cuenta que es tu primera cita?

Sí, ya lo había notado. Pero no tiene nada de impresionante, no me siento nervioso ante ello o alterado, solo espero ese día con ansias. Espero que todo salga bien.

Ya he salido con chicas antes, obviamente siendo amigos, con Pamela es casi lo mismo a excepción de que ella me gustaba, o gusta. No sé bien en que punto estoy pero de lo que sí estoy seguro es que es una persona muy especial y sea una cita o no, sé que me la pasaré bien con ella.

Lo bueno es que sé estoy preparado para esta cita, ver una película parece algo que podría controlar. Intenté hacerlo una vez con Virginia pero no la terminamos puesto que ella empezó a hablar y por ende yo empecé a escucharla en vez de ponerle atención a la película y es que su platica era más interesante que la película que esa vez veíamos.

Pero, ¿por qué comencé a pensar en Virginia? Ah sí, por mi cita del viernes.

Llegamos Poliana y yo a la cafetería y estábamos buscando donde sentarnos, luego vimos que Virginia estaba comiendo sola, además de que estaba vestida con colores más claros y estaba arreglada diferente, de hecho se ve como cuando fuimos a ver a su familia.

Pero eso no es lo más raro, me sorprende más que ella esté sola. Virginia es muy sociable y siempre está hablando con personas al azar, mayormente siempre es con chicos por lo cual fue raro verla comiendo sola.

—Deja de mirarla y mejor vamos con ella—Poliana dijo y comenzó a caminar en esa dirección.

Supongo que no tengo otra opción.

Llegamos y nos sentamos con ella y nos recibió con una pequeña sonrisa, luego ellas dos empezaron una plática no tan fluida como las que normalmente tienen y luego Poliana preguntó por lo que ambos estábamos confundidos anteriormente.

—¿Por qué estas vestida así?

—Iré a ver con Ramón a sus padres. Como conocen a los míos es mejor que piensen lo mismo que ellos—explicó.