El Primero de los Grises

4 - Shin y Alara – 4

Alara notó la tensión del capitán cuando se enteró de que Shin era Darth Ihsahan, Cen estaba listo para pelear y su mano estaba dos centímetros de su blaster, pero nunca había dejado de escuchar. Ella estuvo llorando demasiado como para prestarle atención, pero Shin no parecía pensar que era peligroso. La noche cayó con el final de la historia un largo silencio. Había bastante tensión en el aire, pero su compañero tenía una sonrisa en la cara.
“No puedes lastimarme con ese blaster, Cen.” Dijo jocoso Shin. “Pudo absorber su energía con las manos desnudas, sin contar de que puedo desviar el disparo y detenerlo con la Fuerza. Es todo un espectáculo de luces.”
Cen lo miraba con seriedad mientras que el resto de la familia parecía estar procesando todo.
“Tampoco podrías acertar el disparo, es muy escurridizo.” Dijo divertida Alara para intentar romper la tensión.
Cen cerró la funda para apretar los hombros de Shin.
“Parece el Shin que recuerdo, pero…” Dijo pensante el hombre.
“Lo sé, lo que digo son patrañas.” Dijo divertido Shin. “Yo me siento igual… Por suerte mi novia está aquí para contenerme.”
Alara se aferró a él para mirarlo a los ojos.
“Eso es lo más extraño…” Dijo al aire Cen. “¿A esto te referías que su relación era… especial?”
“Sí… Siempre estuve avergonzada de haberme enamorado de mi padawan.” Dijo apenada Alara. “Ahora estoy… explorando esto que siento.” Agregó mirando a Shin.
“Que suerte que tengo.” Dijo divertido Shin. “Todavía sigo esperando esa sopa…” Agregó mirando a su madre.
“¿Por eso venías a visitarnos?” Preguntó con curiosidad mientras se ponía de pie.
“Tu comida siempre me trae buenos recuerdos, madre…” Dijo apenado Shin. “Avísale a Keyfour que tiene que proteger la nave por la noche.”
“Enseguida… ¿Y tus amigos?” Preguntó con curiosidad Alara.
“Ya hablé con ellos… Todavía tengo mañas de Ministro de Inteligencia…” Dijo divertido Shin mientras se sentaba en la barra junto a Cen. Shintou y Mara pasaron hacia la cocina mientras Tresha se paraba frente a él. “Felicitaciones.” Agregó mirando a su amiga de su infancia. “Los mellizos son difíciles según he escuchado.”
“¿Qué?” Preguntó sorprendida Tresha.
“Ah, perdón, pensé que ya lo sabías…” Dijo apenado Shin.
“Me enteré esta mañana…” Dijo sorprendida Tresha. “Todavía no se nota…”
“Yo puedo… sentirlos en la Fuerza.” Dijo divertido Shin. “Truco de… sensitivo…”
Cen lo miraba con curiosidad.
“¿Son mellizos?” Preguntó sonriente Tresha mientras acariciaba su vientre.
“Mellizos, todavía no puedo darte detalles.” Dijo sonriente Shin.
“No puedo creer nada de lo has dicho, Shin.” Dijo apenada la muchacha.
“Yo tampoco, sobrino.” Dijo pensante Cen.
“Es normal, a veces no me creo ni yo mismo, Cen.” Respondió sonriente. “La próxima vez traigo la máscara.”
“Mejor no…” Dijo apeando Cen. “Todavía tengo pesadillas de cuando nos cruzamos en Narsh.”
“Ah, a los hutts les gusta ese tipo de despliegues y como siempre quieren matarme en los planetas que visito necesito llamar su atención… No les agrada pagar impuestos.” Dijo divertido Shin.
Alara se acercó ellos para mirar a Tresha.
“¿Tú puedes sentirlo también?” Preguntó divertida la muchacha.
“¿Sentir qué?” Preguntó confundida Alara.
“A mis bebés…” Dijo pensante Tresha para mirar a Shin.
“No… ¿Estás embarazada?” Preguntó sorprendida Alara.
“Shin acaba de anunciarlo.” Dijo divertido Cen.
“Estás extraño, Shin… Quería preguntarte sobre eso… Pareces saber mucho más de lo que esperaba. Ayer hablaste sobre la… nuestra técnica secreta como si fuera conocimiento común.” Dijo pensante Alara. “Felicitaciones.” Agregó mirando a Tresha. “Es lo que se dice, ¿no?” Preguntó divertida.
“Gracias.” Dijo sonriente Tresha.
“He aprendido mucho estos meses que no me viste, Alara. Cuando volvamos voy a mostrarte nuestros Archivos. Sobre esto, bueno… No sé, cuándo nos vimos en el templo fue como que se me cayó una mochila y empecé a… sentir otras cosas en la Fuerza.” Dijo sonriente Shin mientras apretaba a Alara hacia él. “Así formé el enlace que hay entre nosotros…”
“Yo soy la maestra, supuestamente.” Dijo pensante Alara.
“Tú también puedes hacerlo, Alara. Solo necesitas enfocarte un poco y saber que buscar.” Dijo sonriente Shin. “A mí me gusta hacerme el sabiondo…”
“Entonces explícame tus Pasos de la Fuerza.” Dijo divertida Alara. “Siempre quise entenderlos…”
“Mis secretos…” Dijo jocoso Shin. “Rebauticé esa técnica como Instintos de Batalla.” Agregó con prestancia mientras se giraba para mirarla. “Es un famoso Secreto de la Fuerza, como les gusta llamarlo a ustedes. Ya que no es una técnica que se pueda enseñar, sino más bien algo que uno tiene que descubrir o encontrar en la Fuerza. En mi caso yo soy estúpidamente abierto este tipo de cosas, que no es más que sentir a través de la Fuerza. Esta… habilidad me permite sentir todo el campo de batalla con todos mis sentidos a través de la Fuerza, por eso siempre parece que sé que va a pasar y esquivo todo sin mucho esfuerzo.”
Alara estaba sorprendida.
“Eso explica que puedas sentir a los mellizos…” Dijo pensante Alara. “No suena como una locura…”
Shin sonrió divertido.
“Ah, Alara…” Dijo mientras la apretaba.
“Solo lo haces pareces fácil y como que estás bailando… Estoy segura de que es mucho más complejo que eso.” Agregó la maestra.
“Sí, solo quería dar un… resumen. Como todo buen secreto tiene grados de maestría.” Dijo pensante Shin. “Esa aura gris que alguna vez has visto ahora puedo hacerlo a voluntad. Eso es lo mismo, pero para pelear, ayudo a mis sentidos con todo lo que Fuerza sabe del campo de batalla, que es… todo.”
Alara estaba impresionada.
“Shin… ¿Eres más poderoso que antes?” Preguntó sin cuidado.
El muchacho sonrió mientras hacía un gesto con sus manos, indicando una pequeña porción.
“Un poco.” Dijo jocoso.
“Estúpido…” Dijo al aire Alara. “Todavía no quiero estudiarte con la Fuerza…” Agregó para perderse en sus ojos verdes.
Alara quería tocarlo un poco más, así que se dejó atrapar por sus brazos. Sus vecinos estaban un poco incómodos, así que los dejaron a solas un rato. La jedi se estiró un poco para llegar a la cara de su compañero, esperando recibir algo de él. Shin solo sonreía divertido. Sus labios se juntaron por primera vez en la taberna de sus padres. Alara recibió todo lo que esperaba de ese beso, que terminó por una minúscula separación.
“No vas a poder darme uno solo, Alara.” Dijo jocoso Shin mientras la apretaba hacia él. “Resulta que soy cariñoso…”
Alara sentía mariposas en el estómago.
“Yo sé que no… soy la más amorosa de las mujeres, pero…” Dijo apenada. “Puedes besarme cuando quieras.”
Shin volvió a besarla, que era exactamente lo que quería.
“Estás perdida, Alara…” Dijo jocoso Shin mientras la apretaba con Fuerza. “Madre parece encantada…”
Alara no sabía que iba a pasar mañana, pero solo necesitaba a su padawan a su lado.



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Editado: 24.07.2023

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