17 - Lorcan

Estuve bastante tiempo estupefacto sin saber que decir, hasta que simplemente ellos se pusieron en pie y pidieron que trajeran la cena. Me senté nuevamente y solo los mire hablar entre ellos, tanto amor que destilaban y calidez que destilaban cada uno era ensordecedor para mí.

Estaba confundido. Realmente no lo hice con esa intención, si padre se enteraba de esto, iba a buscar la oportunidad de usarlo. De usarme, yo ya no quería eso, me había sido tan difícil poder salir de las garras de su majestad, y ahora nuevamente regresaba a mi punto de inicio.

No escaparía nunca de él.

Tesoro, ¿no es de tu agrado?- cuestiono la reina, eleve la mirada del plato saliendo de mis pensamientos, mire el plato frente a mi, estaba intacto, un gran trozo de carne roja y algunas verduras verdes, así como un puré de lo que parecía ser papa con otros trozos blancos entre ello-, le diré al chef que prepare otra cosa para ti.- la reina tomó la campanilla y la hizo sonar.

Oh. No, no es necesario su majestad, estoy bien.- le sonreí apenado, tome los cubiertos- comeré, lo siento, pensaba demasiado...- dije apenado, para así disponerme a comer.

Sentí mi boca derretir ante el sabor de la carne, estaba suave y podría jurar que hasta dulce, comí con calma disfrutando de cada bocado. Cuando probé el puré, confirme que era papa, y los trozos blancos entre este tenía un sabor a queso, suave y rico. El sabor era incomparable realmente a cualquier cosa que hubiese comido antes.

Me centre en mi comida con calma, disfrutando de cada bocado como si fuera el último, tratando de recordar el sabor delicioso de cada bocado para atesorarlo, realmente no sabía cuando pudiera comer otra exquisites como esta.

Lorcan- me llamo Kian, eleve la mirada, me acerco un plato, mi mirada brillo al notar un trozo de aquella tarta tan rica que me llevaba. Eleve la mirada a él-, el chef la preparo con muchas fresas, esta orgulloso de que puedas comer su comida.- agrego, me sonroje notablemente, ¿había echo ruidos raros al comer?, ¿o se noto lo maravillado que estaba ante tal comida?, mire a los reyes y estos sonreían con dulzura hablando entre ellos. Me sentí aliviado.

Gracias.- dije a él, tome la servilleta y limpie mi boca, conocía la etiqueta, era obligatorio saberla para las veces en que me tocaba asistir a reuniones y mantener la ilusión de que era un muy buen y amado príncipe heredero.

Tome un bocado de la tarta, tan exquisita como siempre, incluso más dulce y jugosa.

Príncipe- llamo el rey, le mire-, hemos conservado el secreto de su maná, príncipe heredero.- le mire sorprendido.

¿Pueden guardar tal secreto?- dije incrédulo.

Yo se los pedí.- escuche la voz de Kian, voltee a verlo- y los caballeros de la guardia de Los Leones Blancos que observaron tal explosión de poder también guardan el secreto, ellos corrieron la voz, de que fue uno de los caballeros que despertó maná sin control y murió al momento ante tal poder y no tener control de ello.- le mire sorprendido, ¿podían hacer eso?

¿Qué hay de los datos de la torre de magia?- cuestione, mirándolos.

En la lista de poseedores de maná estará el nombre del caballero, uno de los caballeros que murió en batalla, no el tuyo. Así como también se hará una ceremonia de respeto al "héroe muerto"- la reina me sonrió-, es una lastima que tus logros sean otorgados a alguien más, pero era la única manera en poder mantener tu nombre oculto.- siguió, negué con calla, estaba acostumbrado a eso, además, esta vez me beneficiaria.

¿Cómo justificaron mi inconsciencia?- pregunte, mirándolos completamente curioso.

Una bestia te golpeo por intentar proteger a Kian.- dijo el rey, le mire, su mirada me analizo completamente, aparte la mirada removiendome levemente incómodo.

¿Madre y padre?- mire la tarta en el plato frente a mí.

Los primeros días se mostraron preocupados, pero luego simplemente siguieron recorriendo Calia como si nada.- dijo en tono de queja Kian, sonreí apenas, no me sorprendía.

Mmm, su- ¿su prometida, príncipe?- mire a Kian, su mirada se pagó, un dolor me atravesó el pecho. Le sostuve la mirada.

No lo sé.- se encogió de hombros, apartando la mirada, no pude evitar soltar una leve risa, negué para mi mismo.

Muchas gracias por guardar el secreto.- mire a los reyes, hice una media reverencia desde mi lugar- y respecto a lo de antes, no lo hice porque esperara algo a cambio, simplemente ocurrió. Le alegro que el príncipe heredero este bien.- sonreí apenas, di otro bocado a la tarta.

Aun así estamos en deuda contigo.- dijo la reina, sonreí apenas. Mire el postre, luego a ellos.

Entonces... ¿Puedo tener más tarta de fresa, por favor?- pedí, mirándolos, me sonroje ante sus miradas, carraspee-, para mis hermanos menores, majestad. A ellos le gustan mucho las fresas pero en Deyanira casi no se cosechan...- seguí, apenado.

Puedes tener toda la tarta de fresas que desees- dijo el rey, sonreí apenas y asentí.

Muchas gracias- dije contento, dando otro bocado a mi tarta.

Pero eso no cuenta como el precio a tu carta blanca.- agregó, le miré, me sonrió- piénsalo con calma, deja que el tiempo pase, y cuando tengas algo de alto valor, para ti, que desees. Pidemelo, te lo concederé.- dijo, le mire atentamente, me miró a mi y luego a Kian quien se mantenía a mí lado, momentos después, se puso en pie- nosotros nos retiramos por ahora. Descansa correctamente, por la tarde viene el doctor y el mago para revisarte.- abrió la silla de la reina y tomó su mano.

Buen provecho.- agregó la reina antes de retirarse colgando del brazo del rey, me quedé pensativo ante sus palabras.

"Algo de valor para mi", ¿yo tenía tal cosa?

Lorcan- Kian me saco de mis pensamientos, eleve la mirada a él, jadee al tenerlo tan cerca, me abrazo, alnzandome para sentarme en su regazo, contuve la respiración quedándome quieto. Lo sentí aferrar sus manos a mi cintura y apegar su rostro a mi pecho-, me asuste tanto cariño... pensé que te perdía.- se quejo, le mire, su cuerpo tuvo un ligero temblor, mi corazón cayó, rodee sus hombros con mis brazos para abrazarlo.