Estaba muy enojada, de solo escuchar su respiración me causaba friz. Ian me seguía como un perro protegiendo a su dueño, mi cuerpo me dolía del estrés y pese a que Rubén hacía de todo un poco para que riera, cuando lo lograba Ian venía metiéndose en medio y arruinaba el ambiente, parecía a propósito. Pero todo resulto más llevadero cuando Virginia me llevó hacia un lado para charlar y dejamos a los dos idiotas de lado, cualquiera que lo viera de fuera creería que estábamos en una cita doble cuando en realidad no era más que una tortura rutinaria.
Mientras ellos pedían el pop nosotras elegimos la película, nos pareció conveniente una de acción ya que encajaba con el gusto de todos, el tema fue cuando llegó el momento de elegir los asientos, los cuatro juntos significaba que la pareja se sentaría juntos dejándonos a Ian y a mí al lado, lo que me provocó nervios desde antes, sugerí separados algunos asientos, pero para mí desgracia nadie me escuchó. Una media hora antes de que comenzara la película fui al baño con Virginia, mientras me lavaba las manos ella se paró a mi lado mientras usaba su labial fresa:
—¿Ustedes están saliendo?
—Claro que no
—Entonces esa atracción que siento en el aire cada vez que están cerca es alucinación mía— dijo de forma sarcástica.
Mientras se burlaba de mí me di cuenta que si ella lo notó desde afuera, no era solo una idea mía como creía. Decidí abrirme, necesitaba urgente el consejo de una mujer
—Él me da señales confusas, primero creo que le gusto, pero después hace completamente lo opuesto
Ella chistó
Debe estar en conflicto, pero estoy segura que le tienes de decir cómo te sientes, por qué sientes algo ¿no? —Me limite a asentir—Lo sabía, aunque me alegro que me lo confiaras—añadió.
Cuando salimos del baño lo vi mirándome fijamente, de una manera en la que ninguno aparto la mirada, sé veía tan atractivo que quería abrazarlo allí mismo, las chicas lo miraban demasiado para mi gusto, pero no tenía el derecho a reclamarlo para mi cuando no éramos nada. Rubén se percató del aire entre nosotros y nos miró sorprendido como si recién notara lo que ocurría, hombres, siempre tarde en entender los temas del corazón. En ese momento recordé que Virginia también llamaba la atención de los hombres y pese a que su novio estaba ahí no pude evitar sentir celos, y ¿si llamaba la atención del también?, No puede ser, ¿ahora también siento celos? ¿pero que me está pasando?
Al final terminamos sentados de la manera más terrible, justo como preveía mi izquierda se encontraba Ian y a mi derecha Rubén, del lado opuesto a él su novia. No podría describir lo incómodo que fue tener mi vaso del lado izquierdo, no quería que nuestras manos chocaran igual que en esas películas absurdas y cliché, pero ahí estaba con un pop enorme compartiéndolo y no tenía problemas con eso hasta que Ian quería de mi pop, entonces se lo pase tomándolo de arriba y pasándolo, él me miró extrañado, pero lo tomó igual.
La película era predecible, pero la trama estaba entretenida, no podían faltar los autos de lujo, las bombas exageradas y las balas que no herían a los protagonistas, la película resulto demorar dos horas aproximadamente, las cuales fueron una agonía porque estaba pendiente del ejemplar masculino a mi lado, cada movimiento que hacía estaba pendiente de él. Su aroma a desodorante me embriagó, le quedaba bien ya que era fuerte pero sutil como él.
En una escena clave estaba tan concentrada que me tomo desprevenida cuando por el rabillo del ojo vi cuando me pasaba el pop y esta vez sus dedos acariciaron los míos suavemente, pero mi cuerpo se frisó ante el contacto, y mi corazón se desbocó, lo miré enojada, pero él me sonreía de manera dulce, lo atrapé cuando sus ojos se posaron en mis labios y esto provocó que tragara fuerte al recordar como sabían los suyos. Me levante de golpe directo al baño, salí por el lado de Rubén, ya que no sabía si el idiota me dejaría pasar y no quería armar un escándalo en pleno cine.
Finalmente, en la tranquilidad del baño desierto me eche agua helada en el rostro, lo sentía caliente, odiaba que me pusiera así solo por un toque. Estaba cansada de sus señales confusas, sentía que estaba jugando conmigo, dé verdad quería golpearlo, esperé a que se tranquilizara un poco mi corazón y salí del baño, ahí estaba apoyado contra la pared con los brazos cruzados mirando el techo, cuándo me vio me acerqué a él y lo acorrale, mi acción le sorprendió. Igual que en esos dramas quedamos frente a frente, hasta que nuestras respiraciones se mezclaban, tomé su barbilla y lo besé, el me correspondió enseguida, parecía que ambos habíamos esperado por eso, sentí un sabor a menta, y recordé que suele tener esas pastillas de sobra en su bolsillo. Sin hablar la manera en la que nos besábamos solo entonces nos entendíamos, cuando nos separamos por falta de aire le miré directo a esos ojos misteriosos y encantadores, y solo pude ver, ¿cariño? o tal vez... ¿amor?
El me tomo por el cuello para volver a besarme, pero puse mi mano en su pecho y me liberé, él quedó atónito, ahora se sentía igual que cuando me había besado ...
—Dime que quieres de mí, primero me coqueteas y después me tratas indiferente. No soy un juguete idiota—dije enojada cuando era yo quien lo había besado.
El suspiró y camino hacia mí , los pasos que me había alejado
—No sé, me estas confundiendo. No puedo estar lejos de ti, tenerte lejos me está matando y cuando estas cerca no puedo comportarme de otra manera, por que tu hermano, tú hermano me vigila Malia, él lo sabe todo, sabe cómo me haces sentir.
—¿Entonces por qué quiere que te quedes a mi lado?—hice una pausa—¿qué sientes realmente?
—Porque soy uno de los mejores, sólo por eso—se acercó aún más y me acaricio la mejilla mientras me quedaba atónita ante su dulzura— Te quiero ¿No es obvio? — le salió de manera tan natural que me sentí aliviada
Editado: 19.07.2022