El pueblo Feliz

Capitulo Primero

Trijeiz. 
EL PUEBLO FELIZ                  


     
Cuatro amigos de preparatoria emprenden un viaje que durará todo el verano a la casa vacacional de la familia de uno de ellos. Mientras viajan por la ruta, al perseguir a un animal, terminan en una cueva cuya entrada queda totalmente obstruida por rocas. 
Tras caminar por horas buscando una salida alternativa, la encuentran, dando lugar a unos sucesos inesperados que transcurrirán en un pueblo donde la gente es muy sonriente y a la vez siniestra. 

















Creado por Sainicolas. 




Excursión de fin de semana. 


-¡Falta menos de una hora para que comience el mejor viaje de nuestras vidas! Les comenta Jake a sus amigos, en la última hora del último día de clases un viernes. 
-Claro, si llegamos… Responde William con tono serio a la vez que bromeando. 
-¿Y que nos puede llegar a pasar? ¿Ya te estás arrepintiendo?  Dice Jake entre risas. 
-No, pero cuatro adolescentes de 17 años, sin registro, en el auto de tu abuelo, con más de kilo y medio de marihuana y 200 latas de cerveza, viajando en la ruta a la casa de verano de los padres de Mike no me suena a buena idea, y no creo que a la policía sí. Replica Will.  
-Tranquilo, no pasa nada. Viajo con mis padres todos los veranos y ni los animales transitan esa ruta, además el abuelo de Jake apenas recuerda que tiene coche. Agrega Mike. 
-¡Lo único que falta es que se arrepientan! ¿A caso saben lo que me costó robarle a mi tío las reservas de María sin que se dé cuenta? O vamos o vamos. Dice Josh. 
-Así que listo. Tres contra uno. Más te vale haber comprado las cervezas eh. Dice Jake, satisfecho con haber ganado la discusión. 
-Si sí, las deje en el baúl. Okey, ustedes ganan parece.  Responde William a regañadientes. 


Suena el timbre señalando el fin del  horario de clases y el grupo se dirige al auto del abuelo de Jake, un Chevy viejo color bordó oxidado. 


-Bueno, ahora, ¿Quién va a manejar?  Dice William. 
-¡Yo!, mi padre me ha enseñado a manejar desde los 11 años, además fui con Mike un par de veranos, así que tengo una pequeña noción del camino. Exclama Josh. 
-¡Pido el asiento de acompañante!  Grita Jake como si fuera un niño de 8 años. Mientras corre a sentarse al susodicho lugar. 

Comienza el viaje y a unos metros de su punto de partida William observa a Jake y le dice: 


-¿No recorrimos un kilómetro y ya estas armándote un porro? 
-¿Y a ti te afecta en algo? Contesta Jake, mientras enciende el cigarro, lo mete en su boca y le lanza a la cara a Will todo el humo que pudo mantener en sus pulmones. 
-Tienes razón, si vamos a estar un verano juntos tengo que dejar de preocuparme por entenderte, pásame una cerveza y asunto arreglado. Le dice William luego de toser y mientras agarra la lata que le da Jake. 


Luego de unos minutos de silencio y tranquilidad, la voz de Jake vuelve a escucharse:  


-¿En cuánto llegamos? 
-A la madrugada. Contesta Mike. 
-Maldición. Dice Jake en voz baja. 
-¿Qué pasa? ¿La oscuridad te aterra? Bromea William. 
-Para nada, solo que no tolero los viajes largos, y menos con idiotas como tú. Dice Jake 
-Habla el neurocirujano ganador de 5 Nobeles. Contesta Will irónicamente. 



















Desvío. 


Ya era de noche, y faltaban unas horas para llegar. Jake y Mike se habían dormido, mientras Josh y William hablaban de mujeres mientras la radio acompañaba con Basket Case. Josh se desvía de la ruta principal a una calle de tierra. Pasada media hora William despierta a Jake volcándole una lata de cerveza en el pelo. 


-¡Me cago en… Grita Jake. 
-El inodoro. Agrega William antes de que Jake terminase la frase. 
-¡Shhh! ¿Acaso no ven que intento dormir? Dice Mike, poco antes de despabilarse por completo. 


Mike ve por la ventana y dice: 


-Hey, Josh, este no es el camino que toma siempre mi padre. 
-Ya lo sé, tomé éste atajo para no tener que dar tanta vuelta.  Responde. 
-¿Estás seguro de esto? Agrega Jake con miedo a perderse. 
-Seguro no, segurísimo. Reafirma Josh. 
-A seguro se lo llevaron preso. Bromea en voz baja William. 
-Ya les dije que se queden tranquilos. Sé por dónde voy. Lo que podrían hacer para dejar de estorbarme seria darme una pitada. 
-¿Bromeas no? Estás manejando. Dice Will nervioso. 
-A la única persona que podría chocar en esta ruta es a tu madre, y no creo que trabaje en rutas secundarias, ya que no son a las que acuden los camioneros generalmente. O me das una pitada o dejo de manejar, y ninguno de ustedes lo sabe hacer. Dice Josh. 
-Bueno, toma. Es tu responsabilidad eh. Comenta William. 
-Sí, tranquilo. Dijo Josh cansado de discutir. 

Avanzan unos kilómetros, cuando un venado se cruza por el camino. Josh bajo los efectos de la marihuana decide perseguir al animal, saliendo del camino y dirigiéndose a un hoyo, donde al ingresar un leve impacto provoca que se derrumben las rocas principales y en consecuencia la entrada (y a la vez salida) quede obstruida completamente 



La cueva. 


Luego de pasar horas inconscientes despiertan todos al mismo tiempo, intactos, sin más que un poco de polvo, mientras el auto quedó destruido completamente. 
Al mirar hacia atrás logran notar que unas rocas de gran tamaño taparon el hoyo por el que entraron, debido al impacto del coche. 


-¡Estúpido drogadicto! Mira lo que has hecho solo para matar a un simple venado. Dijo Jake. 
-¡Podría jurar que era un maldito velociraptor! Exclama Josh. 
-A ti sí que te pegan las flores eh.  Bromea Mike. 
-¿Te parece apropiado bromear en esta situación? Comenta William.  
-Solo intento ser optimista. Responde Mike. 
-Tienes razón, pero busquemos una salida rápido en vez de quedarnos hablando como idiotas.  Agrega William. 


Pasaron dos horas recorriendo la cueva iluminando la oscuridad con los flashes de sus celulares, incomunicados debido a que no tenían señal, mientras se oye un ruido en la oscuridad acompañado de un grito agónico de Jake. El grupo corre desesperado en dirección al grito y se asoman por un hueco que había en la pared, cuando del mismo salta Jake exclamando “Ha Ha, cayeron”.  
Se trataba de una broma, tras caminar otras dos horas de lo lejos observan una luz. Luego de caminar 15 minutos hacia la luz se dan cuenta que era la salida, pero había un inconveniente, estaba a varios metros de altura… 


-¡Chicos miren! Hay una soga. Problema solucionado, a alguien le debió haber pasado antes. 

El primero en subir fue Jake, quien lo hizo sin ninguna dificultad, luego fue el turno de Mike, a quien tampoco le costó mucho, siguió William, que a unos centímetros lo tuvieron que ayudar a terminar de subir, el último era Josh, que le estaba costando bastante, y a un metro del fin estiró la mano derecha con el fin de  que lo ayuden, pero antes de que alguien pudiera reaccionar, la soga se rompió, dejando caer a Josh, quien al hacer contacto con el suelo dejo oír un sonido similar al de una ruptura de hueso, y si, era una fractura expuesta en su rodilla, él les dio a entender que sigan su trayecto y les dijo que intentaría buscar una salida con las rocas.  
El grupo lo único que hizo fue caminar sin decir una palabra en dirección a un pueblo que se veía a las lejanías, y al llegar, se toparon con un cartel que decía: “Jeremy’s Island” y detrás de el un sol nublado, lo cual era extraño debido a que estaban a más de 5000 kilómetros del mar, sin darle mucha importancia, se adentraron en la ciudad, donde notaron algo, cada hombre, mujer y niño tenían una sonrisa de oreja a oreja, que parecía la más forzada posible, acompañada de ojos expresando agonía, una extraña combinación. 



























Ciudad feliz. 


-Estamos rondando por este pueblo hace más de dos horas y lo único que vi fue gente sonreír. Dice Jake. 


Pasa un hombre por su lado, Mike lo detiene y le pregunta: 


-Disculpe señor; ¿A caso sabe para qué dirección esta Leston Lake? 
-Hola joven, la verdad no tengo idea de qué lugar está hablando, pero a dos cuadras a la izquierda se encuentra la oficina de turismo. Contesta el desconocido sonriente y sigue su trayecto pero a los pocos pasos se detiene, voltea y les vuelve a hablar. 
-Me olvidaba, ¿Se les ofrecen caramelos? Equivocadamente compre el sabor que no me gusta. 
-No, no gracias. Habló William por el grupo. 
-Pero yo… Comenzó a decir Jake 
-Pero yo nada, cállate y camina. Interrumpe Will, poco después dan la vuelta y siguen caminando. 


Al llegar a la oficina de turismo William consulta: 


-Hola, buen día, ¿Me podrían dar  un mapa? 
-Claro Will, toma. Le responde un empleado con una inscripción con el nombre “Robert Weast” y la misma sonrisa que el resto de los habitantes mientras le extiende un mapa. 
-Espera, me dijiste Will, ¿Cómo sabes mi nombre? Pregunta horrorizado William. 
-Escuche que tus amigos te decían William, supongo. Responde el empleado, sin cortar la sonrisa ni por un momento. 


Al ver el mapa descubren sorprendidos que todo el lugar era una isla. 


-Esperen… Si es una isla ¿Cómo mierda llegamos hasta aquí? Pregunta Jake. 
-Se Se Seguramente la cueva es un túnel subterráneo. Respondió William tartamudeando un poco. 
-Señor, ¿El mapa está en lo correcto? ¿Estamos en una isla en el medio de dos ríos? Pregunta Mike. 
-No, no, se equivoca… Responde el empleado. 
-Ven, era imposible. Interrumpe Jake. 
-… en medio de ríos no, en medio del océano atlántico norte. ¡Bienvenidos a Jeremy Island! Rectificó el empleado. 
-¿Pero qué carajos? ¿Hay alguna comisaria por aquí? Pregunta confundido Jake. 


El empleado golpea a Jake violentamente con un mapa enrollado y le dice: 


-El vocabulario jovencito, el vocabulario. Y con respecto a la comisaria, los policías no son necesarios, desde que llegaron aquí nuestros antepasados no ha habido ni un solo crimen. 


Jake toma a Robert por la camisa cuando Mike y Will proceden a sepáralo y sacarlo a la acera, mientras Jake le grita: 


-¡Ya se tu nombre! ¡Volveré por ti! 


Una mujer anciana con sombrero pasa por su lado sonrientemente, en el momento que los chicos la ven notan que por una fracción de segundo sus ojos se volvieron completamente negros, cosa que deciden ignorar para no tener que pensar en otro problema. 


-Espérenme que paso un segundo al baño, prometo no golpear a ese estúpido empleado. Dice Jake. 
-¿Lo prometes? Responde Mike. 
-Si si, tranquilos. Ratifica Jake. 


Jake entra en la oficina de turismo y se dirige al baño, luego de que transcurran 5 minutos sale, pero diferente, ahora el también osaba de una sonrisa idéntica a los habitantes de la isla. 

































Un nuevo Jake. 


-Hola amigos, ya volví. ¿Cómo han estado en este rato que me he ido? 
-¿Te pasa algo? ¿Te volviste maricón en el baño? Bromea William. 
-Para nada, solo he decidido tomar este viaje con buen humor, e incluso podríamos quedarnos unos días. Contesta felizmente Jake sin desprender esa sonrisa de su cara. 
- Jake, ¿Te hicieron algo? Tú no eres así. Preguntó Mike. 
-Nada de eso, la muerte de Josh me habrá afect…  Decía Jake antes de ser interrumpido por William: 
-Miren en ese tejado. Ese hombre nos está mirando fijamente. 


Arriba del techo se encontraba un hombre de unos cincuenta y tantos, vestido de traje gris claro, galera del mismo color, pero a diferencia del resto de la gente, no tenía una sonrisa en su rostro, es más, los miraba intentando advertirles algo. 

-Parece amigable, vayamos a saludarlo. Propuso Jake. 


Sus amigos voltearon inmediatamente las cabezas para mirarlo indicándole que nadie le haría caso. 


-Está bien, entonces no…Responde débilmente Jake. 


Cuando vuelven a mirar al tejado el hombre ya no se encontraba allí y siguen caminando. 


-Debió entrar a la casa. Dijo Jake. 
-Cla… Claro. Contesta Mike asustado. 
-¡Ups! Se me está por acabar la pastilla, debo tomar otra. Comenta Jake sacando de su chaqueta un estuche plástico repleto de pastillas rojas, lo abre y les ofrece a sus amigos. 
-No, gracias ¿De dónde las sacaste? Pregunta William. 
-Me las regalo Robert al salir del baño. Responde Jake. 


De un brusco golpe William las arroja al suelo y las patea hacia la alcantarilla. 

































La sala de control. 


Pasadas unas horas la sonrisa de Jake comienza a debilitarse hasta desvanecerse por completo y de la nada grita:  
-¡Alto! Lo recuerdo todo, mientras estaba en el baño me sujetaron y me obligaron a tomar esas pastillas. 
-Mierda, sabía que algo raro pasaba aquí. Dijo Mike mientras tomando el mapa y señalando una zona desértica dice: 
-Lo más seguro es que vayamos allí. 
Luego de varios minutos corriendo encuentran unas bicicletas en la calle y las toman. Luego de dos horas llegan a las afueras del pueblo, al estar en el desierto, desde lo lejos se puede observar el océano, y al correr hacia allí durante media hora, Mike para refrescarse y recuperar energías decide saltar hacia el agua, pero no pudo. Antes de llegar a tocar el agua una especie de campo invisible lo detiene, desintegrando su cuerpo por completo. 


-¿Qué demonios? Dijo William, tan sorprendido como Jake. 
-¡Will!, ven, mira allí, parece ser un edificio abandonado. Le grita Jake.  


Al llegar y derribar la puerta, pueden ver que el lugar estaba lleno de cajones, repletos de documentos y papeles. Al abrir el cajón principal, toman un documento llamado “PROJECTO MUNDO NUEVO” 
Lo que decía este documento prácticamente se trataba de un experimento del gobierno o de otros seres avanzados para acabar con las guerras del mundo y todos los crímenes, desde el hurto al asesinato. 
En ese cajón había dos papeles más, uno era un mapa planisferio que tenía una marca en el centro del triángulo de las bermudas de la cual salía una flecha que decía “Jeremy Island”. El otro documento era una carta, y Jake la leyó en voz alta: 

“Mi nombre es Robert Weast, es la quinta semana 
 que estoy en esta maldita isla gracias a un maldito 
         venado que se cruzó en mi camino, si están leyendo esto 
                   huyan, hay cámaras en todos los edificios 
                  de la isla y seguramente ya estén yendo a por ustedes.” 

Al abrir la puerta y empezar a correr por el desierto unas camionetas negras se estaban acercando. Al decidir rendirse una de las camionetas los choca y los pasa por encima dejándole en el brazo izquierdo a William la marca de un triángulo con un punto en el centro, y antes de quedar inconsciente, mira a su derecha y observa a Jake hecho pedazos con las tripas saliendo para afuera de su cuerpo. 































Loco. 


William despierta en una sala blanca acolchonada. Intente moverse pero no puede y al ver se da cuenta que tiene puesto un chaleco de fuerza. 
-¡Hola!, ¡Hola!, ¿¡Hay alguien ahí!? Grita William. 


Se abre una puerta y un hombre con anteojos y vestimenta de enfermero entra con una libreta en la mano. 


-¿Dónde estoy? Pregunta William.  
-Yo hago las preguntas aquí, ¿Esta vez me dirás algo real o seguirás con esa historia del pueblo feliz? Dice el hombre. 
-¿Qué pasó? Pregunta confundido William. 
- Te encontramos a ti y a tus amigos dentro de un coche en una cueva, fuiste el único que lo logró, lo siento. Pero desde que estás aquí lo único que dices es una historia sobre un experimento del gobierno y gente sonriendo. Dice el hombre. 
-¡Pero es verdad! Y acabo de despertar, así que no puede haberles dicho nada antes. Insiste Will. 
-Mientras sigas con esa historia no saldrás de aquí, total aquí dentro nadie oirá tu historia. Termina el hombre. 
Saludos 
Al irse de la sala el hombre, Will observa su brazo y nota que tiene la marca de un triángulo con un punto en el centro. 







Fin. 




V



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En el texto hay: misterio, conspiraciones, accion

Editado: 24.08.2020

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