El Quinto Elemento

Sinopsis

Escuché un disparo, mataron a mi madre junto con mi hermano. Me comenzé a sentir mareada hasta que lo último que escuché fue un hombre decir -Ella, ella es la de la insignia del pentágono, llévensela.

(...)

Cuando abrí los ojos solo había una luz blanca apuntando directo a mi frente y me levanté del susto. Pero unas manos me empujaron de nuevo a lo que parecía la camilla en donde estaba y haciendo presión en mi pecho con tono grocero me dijo-Con que apareciste eh, creíste que podías escaparte ga-ti-to...-Volví a forcejar con mayor fuerza que al principio pero fue imposible levantarme, en conclusión estaba amarrada.-¡Ahhh suéltame maldito infeliz!-Le grité pero no hizo caso.-Hey, tranquilízate, Megan.-¿Olle cómo es que sabes mi nombre?-Le dije con confusión pero alterada a la vez.-¿Crées que no sé quien eres? Ay, te escapaste del laboratorio a tus catorce años. Y te volvimos atrapar, que inteligente...-El tono de ese, chico me estaba irritando demasiado y seguí forcejando hasta que me sacó la mano del pecho.-¿Dónde estoy, dime dónde estoy?-Le pregunté enojada. Pero él se echó a reir algo que me enojó más.-¡Vamos dime, qué hago aquí amarrada y acorralada por ti!-Estás en el lugar donde fuiste creada.-

¿Qué? No, imposible, yo me escapé de aquel laboratorio a mis catorce años, y cuando encontré a mi madre y a mi hermano nos fuimos incluso del país para que no me buscaran y atraparan de nuevo. Eso significa que...-¡Maldito, maldito, mataste a mi única familia mataste a mi madre y a mi hermano, que infeliz, porqué dime porqué!-Le gritaba y lloraba a la misma vez recordando aquellas imágenes que vi antes de desmayarme.

-Megan... teníamos que destruir a lo que evitara que quisieras regresar aquí al laboratorio...-Esta vez habló en tono de tristeza y yo solo volteé mi cabeza a un lado al que no mirara su repugnante cara. Entonces él se alejó de la camilla y se dirigió a la puerta del cuarto pero lo detuve con una pregunta.-Espera, ¿cuál es tu nombre?-Se volteó y vino en dirección a mi.-Mi nombre es Terrence.-Soltó

¿Terrence? El nombre daba vueltas por mi cabeza hasta que recordé que...

-Permiso, ¿la chica del pentágono despertó?-Otro hombre apareció pero este estaba vestido con una vata de científico. Estaba demasiado confundida, pero Terrence le dijo que desperté.-Terrence suéltala y llévala a la sala madre de seguro no recuerda nada.-Espetó de mala gana el científico ese.

¿Sala madre? ¿Qué rayos es esto? ¿Primero aparece un chico diciéndome cosas arrogantes osea el 'Terrence' y ahora un creo que científico diciendo que vaya a la 'sala madre'?-Megan, vamos a la sala, te espera el jefe mayor, ven te digo por dónde es.-Dijo después de soltarme de la camilla. Pero yo me acordaba perfectamente de ese lugar no necesitaba instrucciones de una persona tan arrogante como él y el científico aquel.

-Terrence, perdón pero me acuerdo perfectamente de este lugar no necesito de tu ayuda.-Le espeté con arrogancia a lo cual solo respondió colocándome unas esposas de metal verdoso-Pues dudo que los jefes quieran verte sueltesita asi que te esposaré y yo te llevaré.-Como digas.-Le juro que de no estar esposada le hubiera plasmado un puñetazo donde no se lo imagina.

Recorrimos tantos pasillos todos con puertas y números, otros con dos ventanas de cristal y una puerta y otros cuartos inmensos que básicamente la pared que tenían era de cristal y podías ver todo lo que había dentro. Habían salones de clase, y otros que parecían de combate. Pero no le tomé importancia ya había estado aquí y regresé a esta "cárcel-escuela-laboratorio". Llegamos a la 'sala madre' que era donde todo se controlaba. Primero estaba una gran mesa larga con cinco sillas mirando hacia el frente y de hecho había cinco personas sentadas y en cuanto Terrence me trajo me quitó las esposas y me sobé las muñecas que estaban ya rojas por la presión que hacían estas.

-Jefe mayor, esta es la chica del pentágono.-No entiendo porqué me llamaban la chica del pentágono, si tenía también mi propio nombre, 'Megan'.

-Con que eres ella.-Dijo el mismo hombre, el jefe mayor.
No sabía que responder pero acerté.-Si, soy la chica del pentágono en la frente.-

-Megan, la niña que se escapó a sus catorce años de aquí... ¿Querida no me recuerdas?-Recordé a los segundos que ese era el científico que mezcló los cuatro genes de los elementos y creó un feto con esa génetica osea, yo. Mi madre fue la mujer que ellos escogieron para colocar el feto. Y ahora la mataron, lo que yo tenía era ganas de insultarlo y pegarle en la cara esa de orgulloso que llevaba.

-¡Si, y si crees que me quedaré aquí te equivocas. Esto es un infierno además no controlo ningún elemento!-

-No empiezes Megan, acabas de llegar, tu vida pertenece a mi, yo fui tu creador, mira dejé mi legado en tu frente, llevas una insignia de pentágono aunque no sé la razón pero...-Dijo en un tono de victoria. Y miraba a los otros cuatro que estaban riéndose de lo que él dijo.



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En el texto hay: romance humor terror

Editado: 12.11.2018

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