El Quinto Elemento (elements I)

Capítulo 32 “Sorpresa estrellada”

A las 11:30 de la noche me escabullo silenciosamente de mi habitación. Al abrir la puerta, veo que Chris está a punto de tocarla.

Su pelo negro baila al son del suave viento invernal. Una sudadera gris se ajusta a su torso y una bufanda de cuadros negros y grises está enredada en su cuello ocultando su tatuaje. Unos vaqueros se ajustaban a sus caderas, y a eso le sumamos unos vans negros, pues es el chico guapo y sexy que muchas quieren.

Yo estoy completamente cubierta. Unas botas de caña media y unos jeans ajustados. Dos sudaderas y una bufanda que mi padre me regaló el año pasado. Y si a eso le sumamos el gorrito que usé hoy… estoy lista y muerta de frío.

Cierro la puerta con mucho sigilo para no despertar a Brenda. Aunque si en estos momentos cae un meteorito en el colegio, ella no se enteraría nunca. Caminamos por el pasillo y bajamos las escaleras en dirección a la torre de fuego.

—¿A dónde vamos? Se supone que la biblioteca cierra a la medianoche.

—No te preocupes. Podemos entrar por la biblioteca, pero podemos bajar por otro lado. ¿Cómo te sientes del resfriado?

—Mucho mejor. El caldo que Brenda me llevó me hizo muy bien. Solo me queda la incomodidad en la garganta —contesto y sonrío ocultando la mentira

Después de que Chris se fuera y me tomara ese caldo a empujones, me curé con agua. Solamente me dejé un poco de dolor en la garganta para que el proceso de curación no fuera tan evidente.

—Me alegro mucho —dice, mientras abre para mí la puerta de la torre de fuego

Tiene la misma estructura que la de vida. La única diferencia es el emblema en el suelo: Un enorme dragón carmesí con escamas plateadas y doradas.

—Buenas noches, Tina. —Chris saca a relucir su sonrisa zalamera—. ¿Está todo listo?

La chica de pelo caoba y ojos negros asiente y sigue recogiendo una de las mesas. Ya estaba a punto de cerrar. Chris me dirige hacia el elevador y nos bajamos en el último piso. Bordeamos toda la planta hasta llegar al último estante.

—¿Desde cuándo te gusta la música neoclásica? —comento con ironía al leer el nombre de la sección.

—No me gusta. —Del estante superior retira un libro de cuero oscuro hasta llegar al bordillo y el estante se mueve hacia la derecha. Enarco una ceja divertida.

—¿Pasadizos secretos? ¿Es en serio? Me siento como si estuviera en la película “El nombre de la Rosa” —Chris sonríe por mi comentario—. ¿Qué? Esa película es un clásico. No sabes el verdadero misterio hasta el final

—Mira que eres ocurrente –añade y me encojo de hombros.

—Culpa a mi hermana.

Una vez que nos adentramos en el pasadizo, el estante se cierra a nuestras espaldas dejándonos a oscuras. En la palma de la mano de Chris aparece una flama de fuego. Frente a mí escalera de piedra empotrada en la pared se pierde en las alturas, dejándonos el espacio un poco reducido.

—Chris, aún no he hecho mi testamento. No quiero morir antes de los dieciocho. —Él suelta una carcajada y yo sonrío de soslayo. Es un lindo sonido que retumbó en el pequeño habitáculo.

—Definitivamente eres la chica más ocurrente que he conocido. Tantas cosas que pensar en un lugar como este, ¿y lo primero que te viene a la mente es hacer un testamento? —Me encojo de hombros quitándole importancia—. En verdad eres única. Tenemos que movernos. Se hace tarde, y nos vamos a perder toda la diversión.

Subo las escaleras de piedra con mucho cuidado y al final me encuentro con una escotilla metálica. Chris pasa a mi lado y la abre para mí. Las bisagras oxidadas chirrían un poco por el tiempo sin utilizarse.

Sube de primero y le sigo, saliendo a lo alto de la torre de Fuego. La vista es muy parecida a la del ala de las chicas. La barandilla de concreto mide al menos un metro de altura. La nieve había cubierto toda la superficie de la torre.

Me acerco al borde y acomodo las palmas de mis manos observando todo el panorama. Chris se coloca a mi lado y enciende una especie de lámpara antigua de aceite. Mire hacia el cielo y veo pasar una estrella fugaz. Como tradición, cierro los ojos, pido un deseo y comienzo a sentir en mi interior cada latido de todo el ambiente que me rodeaba.

El agua correr en la fuente del patio o el crujir de las ramas de los árboles. Por más difícil que sea creerlo, el aire huele dulce. Abro los ojos y al igual que en el lago al que fuimos en la mañana. Todo está cubierto de nieve. Desde el pasto en el paraje, hasta las copas de los árboles. Suspiro con emoción. A Ellie le hubiera encantado ver esto.

—¿Qué querías enseñarme? —pregunto sin mirarle.

—Eso.

Por el rabillo del ojo veo como señala con el mentón hacia el cielo y mis ojos se abren al ver una hermosa lluvia de estrellas fugaces.

—Es precioso —murmuro, admirando semejante belleza.

—Si esto lo crees hermoso, imagina lo que seguirá en unos instantes.

Me acerca a él colocando su mano en mi cintura. Después de la lluvia de estrellas, aparece la Aurora Boreal. Llevo mis manos hacia mi boca ahogando un grito.

—Pero eso es imposible. Estamos muy lejos del norte

—En nuestro mundo nada es imposible, pequeña. —Sonrío al deleitarme con los colores que bailen en el cielo y de forma inconsciente recuesto mi cabeza a su pecho.

—¿Cómo descubriste esto?

—Tenía alrededor de 13 años. Mis padres se habían ido en una misión como guardianes. Lo recuerdo como si fuera ayer. Jugaba con mi hermano a las escondidas y sin querer tiré al suelo parte de la estantería.

—¿De verdad estabas jugando con tu hermano a las escondidas a mitad de la noche en una biblioteca que cierra a la medianoche?

—¿Me dejarías terminar la historia? —Asiento, pero mis ojos siguen observando aquel fenómeno natural tan alucinante—. Había lanzado toda la estantería pero hubo un libro que ni siquiera se movió de lugar. Cuando los coloque todos en su sitio, intenté sacar el libro de cuero oscuro y… tarán —dice la frase como si fuera sacado un conejo del sombrero—. Aparecieron las escaleras que me guiaron hasta aquí. Eso fue en verano. Ese mismo año se me ocurrió subir en invierno y por primera vez me quedé impactado con la vista que tengo ahora. Imaginé que te gustaría.



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En el texto hay: aventura, amor, magia

Editado: 04.10.2024

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