4 PM--
Que puedo hacer? Como invitare a Casy a un viaje a otro país si apenas la empiezo a conocer?.
Estoy llegando, manejo con cautela, siempre le tuve miedo a los autos. Supere ese miedo infundado hace apenas unos años, tras años y años de terapia.
-Hola jefe- Es Casy y viene hacía aquí.
-Te dije que me dijeras Fernando-Le sonrio.
-Lo siento Fernando, te estaba esperando para ir a ver el local donde se desarrollará el evento.
-Ah, sí.- Siempre fui un hombre impaciente, y me tiene ansioso el hecho de viajar, quizá ese hombre pueda ayudarme y hay tanta posibilidad de que Casy no tenga nada que ver con esto.
-Casy, te dejaré con Kevin, y te encargarás de este evento. Yo debo hacer un viaje pronto.-Me observa.
-Esta bien Fernando, y entonces, te llamó respecto a las elecciones para los preparativos.
-Claro.
-Viajaré este viernes, y probablemte volveré hasta el lunes. Así que no estaré tan ausente.
-Y hoy, respecto al local?
-Bueno, estuve analizando el hehco de hacer el evento en un barco.
-En un barco?
-Sí.
-Nunca he subido a un barco.- Parece una niña animada y ansiosa.
-Entonces se hará el evento y a la vez celebraremos tu primer vez en un barco.- Sonrie.
-Eso creo, Fernando.
-Bueno vamos, para saber en que barco se realizará el evento. Vamos en mi auto.
-Esta bien, Fernando- Me da una mirada familiar.
Nos dirgimos al auto, abro la puerta para que ingrese.
-Vaya - Rodeo el auto y me subo.
-Porque "vaya?
-Nunca conocí a un hombre atento.-Sonrio mientrás pongo en marcha al auto.
-¿Acaso nunca tuviste novio, Casy?
-Pues si, tuve uno. Pero no termino bien.
-Puedo preguntar a que se debío?.
-Claro, bueno como le dije soy de una casa hogar, y a los 18 años ya eres mayor de edad y entonces te sacan y ya ves lo que haces con tu vida. Cuando salí, no tenía a donde ir, busque refugio, los primeros días dormí en la calle o en los parques y después de tres días conocí a un tipo que se llamaba Jan. Me empezo a hablar, para invitarme algo de comida, realmente tenía mucha hambre y acepté, luego comenzo a hablarme de buena manera y como cualquiera caí en sus palabras. -Paramos en un semáforo y la observo, parece que le afecta hablar de esto.- Él vivía solo, me dijo que me fuera a vivir con él, solo por brindarme un techo y que no pasaría nada de lo que yo no aceptará, esta ciega, me hizo creer que era un buen muchacho. Estuve en su casa, y el me dio trabajo repartiendo unos sandwidch´s que el mismo preparaba, le llevaba a unos hombres y me daban la paga y buenas propinas. Ese era el trato, yo repartía y le entregaba el dinero a él y yo me quedaba con las propinas. Pasaron casi 2 años, nunca paso nada entre él y yo, pero todos los días repartía los sanwidch´s. Un día, me mando una fuerte cantidad, casi 400 sandwidch´s, para un señor que vivía en otro lugar, a casi 6 horas de donde estabamos. Yo acepté ir, estaba enamorada y necesitaba el dinero. Gracias a Dios, cuando estaba esperando el autobus me dio hambre, y dije: "Un sandwidch no afectará", saque uno y empece a destaparlo, lo mordí y había algo duro adentro, así que busque y había una bolsita pequeña con sustacias tóxicas. Observe para todos lados, habían policias, pensé en acercarme y contarles todo pero me dio miedo. Así que regrese por el mismo camino hasta llegar a la casa, y entre, realmente estaba furiosa. Pero más me dolio lo que encontre, ahí estaba Jan en el sillon besandose con otra mujer. Empezó el problema, le reclame.
-Eres un maldito, me utilizaste para vender esta porquería.-Le tiré la bolsita blanca en su cara.
Lo peor de todo es que a pesar de eso, al menos esperaba que me rogará, o que me pidiera perdón. Pero no...
-Que más quieres? Te encontré cuando te estabas muriendo de hambre. Deberías agradecerme en lugar de reclamar. Esto es lo que tengo- Me dijo mientrás señalaba todo, incluyendo a la mujer.-Si lo aceptas, estaremos bien, y si no... -Me dio una mirada que me asusto mientrás sacaba su revolver- Te voy avisando que de este negocio no sales con vida.
Estaba muriendo de la irá, y no por él, si no por mi. Por haber caído con un tipo así. Pero el miedo era mayor, sabía de lo que era capaz, muchas veces me dio indicios respecto a lo que se dedicaba pero ciegamente nunca los quise ver. Era mi elección no querer saber nada.
En ese momento, trate de calmarme, y le dije:
-Esta bien. Tranquilo- Bajo el arma.
Debía tranquilizarme, si me alteraba iba a morir ahí. Porque era obvio, él no sentía nada de amor, por último ni empatia por mi.
Escucho sin quitar la mirada del camino.
-Y que paso después?
-Pues, tuve que aguantar todo eso, por más tiempo. Aguantar las humillaciones de que el trajera a uno y otra mujer a la casa, tenía que seguir repartiendo sus porquerías, hasta un día. Era domingo, y acostumbraba no trabajar domingos, porque los lunes se iba temprano a traer más "mercadería". Estabamos de noche y había traído a dos mujeres a su casa. No tenía a donde ir, ni quién viera por mí. Lo que provoco mi desición fue lo que me dijo esa noche:
-Ya paso mucho tiempo, ya quiero disfrutar de la mujer que mantengo- Me observo mientrás se besaba con las otras mujeres que parecían prostitutas.-Sirvenos un trago y llevalo todo a la habitación, hoy voy a ser el rey!.
Era hora, muchas veces había intentado tocarme pero siempre buscaba una excusa para evitarlo. Ahora estaba ebrio y no era conveniente enfrentarme. Fui a la cocina, encontré unos tragos en la nevera, días atrás me escape mientrás estaba conversando con sus amigos y compre un somnífero para animales.
Serví todo en vasos de vidrio y le heche a los vasos de los tres. Salí con una sonrisa y me acerque a él que ya estaba en su cama con las dos mujeres al lado. Deje todo en la mesa y me dijo:
-"Quitate la ropa"- Estaba asustada y asqueada.
-Primero brindemos- Le dije sin quitar la sonrisa de mi rostro.
Se levanto y cuando pensé que iba a hacer algo, tomo el vaso y se lo tomo de un trago al igual que las mujeres que estaban a su lado.
-Llevare esto a la cocina para que no interrumpa- Le dije para ganar tiempo.
-Pero rápido!- me dijo
Fui a lentirud para esperar, cuando volví a la recamara, las dos mujeres estaban dormidas y él estaba viendome entrecerrando los ojos. Trato de pararse con dificultad y empezo a caminar hacía mi, por instinto retocedí.
-Eres una malagradecida y una maldita pu|a, me las vas a pagar.-Cuando estaba a unos metros de mi cayo al piso y no se levanto. Asustada agarre lo que pude, ya había alistano una bolsa con mis pocas prendas que tenía y metí el teléfono, sin pensar en nada más salí corriendo. Corrí hasta que ya no pude más, y estaba perdida.
Camine toda la noche, eso era bueno, al menos ya era libre. Cuando amaneció, me sente en el banco de una parque y me quede dormida. Hasta que me despertó una voz.
-Hola... Estas bien?-Era la voz de un hombre. Me asuste pensando que era Jan.
-Ho- hola- agache la cabeza.
-Casy?-Levante la cabeza y vi unos ojos conocidos. -Soy Anthony.
-Anthony?-Él estuvo conmigo en la casa hogar desde que tengo memoria, fuimos grandes amigos, nos deciamos que eramos hermanos, hasta que tuvo que irse a los 13 años porque una familia lo adoptó. Lo cuál fue extraño porque casi nunca adoptan a adolescentes.
-Que haces aquí?-Me veía confundido y con tristeza.
-Escape...
-Escapaste de donde?
-De un hombre malo.- Ya no aguante y me puse a llorar, no lo hacía desde que salí de la casa hogar.
-Tranquila... Tranquila... Ahora estarás bien. Ya no estás sola-Me abrazo, por fin tenía a alguien.
Su historia me dejó perpelejo, más que perpelejo me dejo trite, sentía ira por ese tipo Jan y no entendía la razón, no pude decirle nada, solo atine a comentarle.
-Casy, ahora también me tienes a mí.