El reencarnado. ¡es una villana!

4. Cuarto despertar

RECUERDO

Dylan        


Dylan

Finalmente iba a ir por mi bestia mágica, fue muy inesperado. Solo me daban a esperar cada vez más tiempo. No obstante para mi alegria hace unos días me dieron la fecha en la iría al bosque a buscar mi espíritu mágico. Es probable que vea a una importuna, pero siempre podría cambiar el camino o ir cuando ya sea tarde. Tambien puedo simplemente ser amable y ver que se comporta igual que las mujeres del palacio, fastidiosas, siempre alabandome por todo, sin sentido.

El viaje en el carruaje fue silencioso. Durante el viaje solo estaban el mayordomo de la familia y el pequeño príncipe que no parecía querer pronunciar palabra. Pocos sabían que antes de la muerte de su madre él era un niño muy lindo, después del succeso tuvo un cambio que pasaba desapercibido. Al principio parecía ser el mismo, sin embargo de un momento a otro se volvio mas educado y calmado siempre tenia una sonrisa, aunque no fuese una real. Se portaba más maduro, aunque le sonriera a las mucamas, muchas de ellas fueron despedidas por las palabras del Principito.

Mi padre siempre está en su trabajo y desde la muerte de mi madre, tampoco deseo verlo seguido, mi papá quizás pudo haberla salvado. Pero no lo hizo, por eso ahora estoy solo, no quiero a esas mucamas chillonas, quiero a mi mamá.

Cuando llegamos, recordé la charla donde me dijo que pasara por ciertos lugares, por supuesto que había recibido un mapa del lugar y me lo había aprendido, así que no me perdería aún sin la charla de por dónde podría encontrar un espíritu mágico. Pase un rato por el lugar designado, pero no había nadie, un poco aburrido pase por diferentes lugares donde encontré un animal muy extraño, grande como un adulto, dos orejas redondas con una nariz en forma de corazón, sus rayas de color beige contrastaba con su piel y dos cachos cerca de las orejas, Cuando se me acercó quise alejarme. No obstante debía ser poderoso, mi maná es fuerte, eso creo, mis maestros siempre me alaban, es más para ganar favor del rey, que pena que mi padre no les prestará atención. Cuando ya estaba cerca intenté tocarlo no alcanzo su cabeza por lo que toco su pelaje. Él notó que queria tocarlo, fue entonces que agacho su cabeza y pude consentirlo. Su pelaje se veía áspero, aunque en realidad era muy suave, sería perfecto si hiciera un contrato conmigo, por lo que me presento.

-Soy Dylan, ¿quieres ser mi espíritu mágico?

En un momento se alejó unos pasos crei que se iria pero espero que me elija, después pasaron minutos hasta que resonó en mi mente.

-*Dame un nombre elegante*.

Su voz era fuerte no mas que la de padre. Intentara aligerar su voz para no asustarme, es posible pero también tiene un toque elegante como el mi tutor de modales.

¿cual sera el nombre correcto?, el unico nombre que me viene a la mente es Finn, que había sido un antiguo noble, poco conocida pero con numerosos aportes a Reich*1 siendo uno káiser*2 del continente aunque de el solo me entere ayer.

-Tu nombre sera Finn.

-Es un buen nombre.

Con mi maná intenté hacerlo fluir para entrelazarlo con el mana de Finn. El maná de Finn me aceptó y el contrato se mostró con una ráfaga de luz en cielo. Sentí mi cuerpo más ligero, no sabia cuando habia mejorado pero si que seria mas facil usar magia. Intento hacer magia, camine un rato, encontré un río en el cual hice fluir mi maná y el agua subió unos centímetros.

En mi euforia logré llevarla a una flor. Imaginé que mi maná fluía como líquido, la planta creció. La flor me recordaba a la flor del patio principal de la casa, la cual fue sembrada por mamá a la llegada al castillo para conmemorar el amor tan grande que sentía por papá.

Cuando la recordaba me daban ganas de mirar el guardapelo que tenía escondido en mi ropa, era lo único que poseía de ella, también mi posesión más valiosa, con una foto de ella, su hermoso y liso cabello, sus ojos redondos y honestos, sus detalles finos y delgados, mientras más las miraba, más se sentía triste y recordaba cuando murió, él tenía 6 años, la tristeza de perder a mi mamá, sentí que volvería, deseaba que volviera.

Pensé que las personas a mi alrededor eran buenas por que intentaban ayudarme, pero las oí diciendo las ventajas de tener de su lado al príncipe, como se volverían con mucho dinero y beneficios a futuro, sobretodo las mujeres, ellas creyeron que nunca me enteraría. Después de ello, seguí actuando como siempre, pero cada vez que podía las utilizaba solo por mi beneficio, mientras más pensaba en ello, estaba más de acuerdo con solo utilizarlas, después de todo ellas lo pensaron primero, también siento que las personas son despreciables, me quiero alejar de todos ellos, incluyendo a mi padre.

Sentí mis mejillas húmedas, la foto de mi madre siempre me traía lágrimas, estaba llorando, quería parar, pero las lágrimas no cesaban. Finn emitió un gruñido, no podía dejar de ver el guardapelo con la foto de mamá.

Cuando me di cuenta, escuché una voz tranquilizante que me decía que llorara hasta que me sintiera mejor, y no aguante, llore como no lo había hecho en un largo tiempo, también renegando por un largo tiempo entre sollozos, me sentía mejor, fresco, pero no quería que se volviera igual que todas esas mujeres, así que solo la empuje, me subí en Finny huí, todo lo que hice fue huir, aunque podría ser algún tipo de espíritu, no quería que cambiara.

Ya cuando volvía el mayordomo me pregunto sin muchas ganas de respuesta que si me había encontrado una chica, su voz sonaba como si no importara, pero se nota cierta curiosidad, de repente sentí rabia, ella estaba ahí, ¿por qué estaría ahí si no fue sincero? siempre viviré en la falsedad.




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