Capítulo 21: Suficientemente bueno

"I can't tell you no
Longs for my heart and it's bleeding in your hand "

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El más joven de los Bahal no había perdido su chispa, durante la cena habían reído y escuchado lo que ambos tenían para contar de todos los años que pasaron sin verse. Valerian disfrutaba del buen vino y el trato que todo el mundo tenía hacia ellos y por supuesto que sería así, la familia del ojiazul controlaba todo el territorio y a juzgar por las miradas de respeto poco discretas, ella supo que mucho tenía que ver él en eso. 

—Entonces… ¿ahora eres socia mayoritaria de la empresa familiar? 

Valerian asintió bebiendo de su copa — Tendrías que haber visto el escándalo que monto América cuando Tris lo anunció — carcajeo con ganas — creí que querría tirarme con algo, estaba furiosa

—Siempre ha sentido que tú le quitabas todo, nunca entendí como es que lograba hacer un drama por cualquier cosa — agregó de igual manera con su característico acento

— Veo que te ha ido bien, me alegro por ti Benno…  

El chico alcanzó a tomar al vuelo esa frase que no terminaba de salir de su vieja amiga y carraspeo llamando su atención

— Sé que crees que estoy enojado o que tengo algún rencor hacia ti pero no es así Val — la chica para nada sorprendida por ello simplemente sonrió — Hoy cuando bromee y vi tu expresión pude darme cuenta de que los años pasaron y nunca hubo una verdadera disculpas por mi parte. 

— ¿Cómo? no, fui yo la que se equivocó, era joven y estúpida…

—Eso no lo niego — dijo riendo mientras recibía la servilleta que la pelirroja le había arrojado — No pasó nada esa noche Val — soltó tomándola desprevenida — Estábamos en esa fiesta, Gen coqueteaba con uno de esos italianos insoportables y tú estabas muy ebria, te acercaste y dijiste que me ayudarías con eso 

Los ojos de Valerian se abrieron rápidamente mientras en su mente hurgaba por destapar ese recuerdo 

—Habías peleado con ese inepto con el que salías… ¿Cómo se llamaba, Jordan, Jaime? ¡No! Jeremy, estabas muy mal, te lleve a una de las habitaciones donde ningún idiota intentara propasarse, entre esos estaba Rennan, sabes que mi hermano es el rey de los tarados — carcajeo junto a ella — entonces allí, bueno nos besamos pero solo quedo en eso, créeme que no me hubiese molestado más — guiño un ojo — para mi versión de esos años que alguien como tú se interesara era… pff algo genial 

— ¡Demonios! ya lo recuerdo — dijo avergonzada — luego de besarte literalmente me desmaye, tengo la vaga imagen de ti cubriéndome mientras reías… todos estos años pensé que había traicionado a mi mejor amiga y te había herido 

La risa del Alemán era rítmica y limpia, le hizo sentir en su adolescencia con facilidad — Me hubiera encantado decirte pero luego desapareciste, Gen decidió irse a Italia y mi vida tomó otro rumbo, pero hey, esta casualidad ha sido buena — ladeo su cabeza mientras sonreía —Dime… ¿ya no sigues con ese tipo no? 

Y aunque la joven Hansen quiso sonreír con normalidad, solo una mueca ocupó su lugar y negó mirando hacia otro lado, escuchando en la lejanía palabras de alivio del chico, su mente era traicionera y jugaba en el momento que más vulnerable estaba, porque al voltear vio la figura demacrada y pútrida de su ex novio, parado justo detrás de Benno e intentó esclarecer su nebulosa cabeza cambiando de dirección pero solo empeoraba la sensación de pesadez en su pecho, para cuando se dio cuenta, su mano temblaba y su amigo estaba frente a ella acuclillado llamándola con preocupación. Como pudo se excusó para ir al baño y una vez allí se apoyó sobre el lavabo mientras el agua corría libremente, no había notado el momento en que había comenzado a llorar, las lágrimas se mezclaban fácilmente con su maquillaje y fue entonces que se vio al espejo. 

Pasados unos minutos donde no volvió a sentir la fría respiración de ese fantasma, se volvió a arreglar y fingió frente a su reflejo la mejor sonrisa que tenía.

— ¿Te sientes mejor? — preguntó Benno al verla salir

— Si… lamento la escena, a veces tengo em ataques de ansiedad —  sonrió débilmente

El chico de ojos azules la abrazó por los hombros y beso su frente como solía hacerlo en su adolescencia, ella sintió como parte del peso que llevaba se alivianaba con ese familiar gesto. Luego de salir del restaurante decidieron caminar un poco cerca del centro de la ciudad, en un intento por airear la situación. 

Mientras iban paseando varias personas los miraban sin reparar en la disimular y eso hizo que la pelirroja comenzó a reír con fuerza, ganando una inquisitiva expresión del alemán. 

— ¿Qué se siente ser de esos que hace mojar bragas? — bromeó golpeando su brazo 

Benno lejos de ser arrogante, cubrió su rostro avergonzado y negó repetidas veces 

— ¡Oh vamos Bahal! eres todo un modelo… ¿qué te sucedió? — insistió con falsa sorpresa 

— Evolucione pequeña diablilla, cuando ustedes se alejaron mi padre creyó que sería mejor que entrara al negocio familiar, comencé en Nueva York y tiempo después viaje aquí, créeme las cosas comenzaron a darse solas… no podía ser alguien que infundiera respeto luciendo como el hijo perdido de Nikki Sixx 

No hubo tiempo para que ambos comenzaran a reír por eso, Valerian recordaba aquel cabello sospechosamente sedoso y su tremenda obsesión por los delineados exagerados 

— Eras un band boy muy tierno — acotó y él la empujo con suavidad — Oye, eso no evitó que Gennevive se enamorara de ti, aunque te aseguro que si viera esta versión se le caerían las extensiones — en cierta forma la chica estaba jubilosa por el reencuentro con esa parte suya que desbordaba inocencia, logrando alejarse de lo que ahora era, sentía que siempre tendría un lugar para regresar si en lo que sus amigos se refería.