-¿Mi hechicera? ...Marieta... ¿Está segura?
-¡Si alteza! ella,me dijo que solo los comiera la princesa,que le causarían gases y eructos, pasaría vergüenza ante las damas,pero nada grave,solo me pidió que nadie absolutamente nadie más comiera,nadie más.-Lloraba.
-Marieta aún así usted fue cómplice tendra un castigo;guardias llevenla a prisión por ahora.
-Alteza,no por favor,la princesa...ella también es culpable...ella me rebajó a menos que un perro... también se burló de mi,dijo que los perros eran más finos que yo.-balbuceaba llorando.
-A estás alturas creeré que reaccionó así por alguna razón.-contesté.
-No,alteza,no escucheme,la hechicera dijo que no me pasaría nada,ella me prometió que estaría a salvó.
-Pues que ella cumpla sus promesas.
Salí de ahí con mi corazón decepcionado;en busca de Dessire.
Me dirigí a aquellos riscos dónde por primera vez la conocí.
-Sabia que te encontraría aquí, siempre que necesitas energía aquí vienes.
-Alex,aquí es mi lugar seguro.
-¿No decías que era yo?
-Ya no.-dijo.
-Si me dices que le pasó a la princesa Danae,quizá te perdone y podamos seguir como antes,sabes que mi confianza está puesta en ti.
-Te dije que mi lealtad es contigo no con ella, cuántas veces lo tengo que repetir.
-Dessire,que le hiciste.-dije con tono fuerte.
-Nada,para mí ella no es importante.
-Me has decepcionado Dessire,perdiste todo conmigo;por tus mentiras,las acciones son reacciones de cada uno. ¿Pero las mentiras? esas no,esas son decisiones que uno mismo toma.
-¿Que hablas? Cállate y déjame descansar no se que dices.
-Dessire tu le diste los postres envenenados a Marieta.
-Eso te dijo,la princesa mimada,yo no hice nada.-dijo.
-Ya basta nada te salvará.-replique.
Iba a atacarme pero no pudo moverse.
-Asi es, puse un inhibidor de poder,te conozco bastante y sabía que querrías atacarme por eso me adelanté;eres poderosa Dessire,pero nunca, NUNCA olvides que el emperador soy yo.
Cuando di la señal aparecierón mis guardias y la encadenaron para llevarla a la prisión.
-No Alexander,al parecer no me conoces bien,jamás te haría daño.-dijo caminado con los guardias.
El camino de regreso al palacio, fui pensando un castigo severo para ambas.El de Marieta era sencillo la tendría un mes trabajando como sirvienta para los reclusos en el reino,eso bastaría para hacerla arrepentirse, ¿Pero con Dessire? no tenía idea,jamás la había castigado,era mi amiga,mi confidente, mi ayuda,aunque no quería sentirlo...me dolía el pensar que le hizo daño a alguien y que yo tenía que corregirla,me dolió cuando esposaron sus muñecas frágiles,me dolió su mirada con aires de tristeza,me dolió decidir entre ella y la princesa.
-Buenas noches princesa, también me hipnotizan una que otra vez.-dije.
Parecía que la princesa Danae se alegraba de verme en la habitación,le platique un poco que sus ofensoras serían castigadas, aunque aún no tenía idea de cómo sería el de una,estaba algo distraído en pensamientos abstractos hasta que una pregunta cautivó de nuevo toda mi atención.
-Usted,no me ha tocado ¿Verdad?.-dijo.
-Princesa ¿Porqué me pregunta eso?.-replique sorprendido.
-Bueno esque yo no me siento diferente.
-Y según usted ¿Cómo debe sentirse?
-Plena, supongo.-contesto.
-Mi lady Danae,si no la hubiera tocado como se que es perfecta incluso con una marca en su pierna.-le dije.
-Entonces será habitual que estemos juntos.
-Por ahorita si, necesito contarle algo,venga conmigo.
-Si Alexander.
-Necesito que me hable de tú,como si fuéramos amigos de tiempo me sentiría más cómodo con usted.
-Si así lo prefieres.-dijo.
-Me agrada que seas rápida.-replique.
-Alexander una última cosa ¿Me puede dar un abrazo?
-Claro que si,mi pequeño regaló.
El abrazarme con ella,fue recibir un choque de toda su energía contraída,eran como ondas eléctricas que atravesaban mi cuerpo una y otra vez.Todo valía la pena por ella,para que ella nos pudiera salvar a todos.
-Extrañas mucho a tu familia.
-No mucho,cada quien tenía deberes reales por mucho una vez a la semana los veía.-dijo.
-¿Estás bien?
-Si,solo me hacía falta un abrazo cálido.
Senti tan cerca su cuerpo de el mío,ella era una mujer suave, cálida,joven, exquisita y hermosa,la mire por unos instantes,sus labios estaban cerca de los míos...estuve a nada de besarla;pero en vez de eso opté por tomar su mano y llevarla a sentarse.
Lo sé,arruine un momento único.
-La marca de tu pierna es algo peculiar ¿Sabias?.-dije ayudándola con su vestido.
-Eso creó a mi solo me apareció y ya.
-¿Cómo podría hacer fácil está conversación?.-dije despacio.
-Hay algo malo en mí.-Pregunto.
-No,al contrario eres una mujer sumamente especial,nada es malo en ti.Yo creo que tu cuerpo alberga un poder inmenso.
-Crei que susurró algo.
-Prometo cuidarte más.-replique.
Era muy difícil mirarla,decirle eres hija de la luna y morirás algún día por nosotros y el imperio,tu poder es más que el de Dessire y mío juntos pero no te preocupes te voy a entrenar para que puedas autodestruirte con Amanda y Calter.
-Oye, pareciera que estás casado conmigo.-dijo, sacándome de mi trance.
"Mejor no te diré nada mi pequeña durazno, prefiero que vivas feliz y contenta a mi lado,que desecharte en una guerra;yo puedo contra eso y más"
-Asi cuido a todas mis mujeres.-sonreí.
-Te quedarás a dormir conmigo hoy,me sentiría tranquila después de todo.
-Me quedaré,si hacemos el amor.
Ella guardó silencio y mire como sus mejillas se sonrojarón a la par que bajo su mirada al suelo;lo que yo decía era para desafanarme de ahí,estar con ella era peligroso,el calor de su cuerpo era tan cómodo que estaba queriendo no irme,era hermosa que no podía contenerme por mucho a besarla,sabía que esas palabras eran mucho para una señorita y más una princesa tan bien educada como ella.
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Editado: 02.06.2024