El sonido que venía de afuera se hizo cada ves mas fuerte hasta que dejo de sonar, alguien estaba al otro lado de la puerta.
Antes de que Kena pudiera hacer algo alguien forzó la chapa y abrio violentamente la puerta. Pierre se veía tan feliz y orgulloso de si mismo. "Asi que aqui estas princesa, te desperte?" La miro con la misma sonrisa sarcastica que siempre le hacía y a los ojos pero comenzó a bajar lentamente la mirada recorriendo todo su cuerpo "esa bata de dormir te queda muy bien mi princesa, me alegro de haberte despertado".
Las palabras de Pierre tubierón un efectó en ella, sus mejillas se ruborizaron y aunque talvez se sentia molesta por eso le gustaba a la vez.
No sabía exactamente porque pero Pierre lograbá hacerla sentir incomoda y que se ruborizaba, algo que nadie habia logrado.
Pero se dio cuenta de que la razón de sus palabras era porque su bata de dormir estaba bastante corta y algo pegada. "Como puedes ser tan idiota, si mi padre, tu rey llegara a saber te mataria" ella dijo cubriendose con una manta.
"Lo se, pero vale la pena el riesgo" Pierre suavizo su sonrisa. Kena sintio que se volvia a ruborizar y evito cualquier contacto visual con el "solo..... vete" le grito.
Pierre no le importaba lo que le decía, el siguio con su plan y llevó dentro del cuarto de la princesa un carrito de cocina el cual contenia la cena de ella. Una pequeña taza llena de tè negro con frambuesas y leche, un lindo muffin de chocolate y un sandwich de tres quesos, era un deliciosa manjar.
"Aqui esta la cena princesa, la hice yo mismo, espero te guste" el le puso la comida a ella en una charola. "Has escuchado algo de lo que te he dicho? Te dije que te fueras." Kena le grito estresada pero en vez de hacerle caso la ignoro "cuantos cubos de azucar quieres para tu tè?, era bastante obvio que no tenía intencion de hacerle caso hasta que..
"Te dije que te....." Kena sin poder terminar lo que decía Pierre la tiró a la cama, el sobre de ella....