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Después de que hicieron una escena de reencuentro me alejé de él, sentía como mis pies estaban congelándose, y sabía perfectamente bien quien era el artífice de mis pobres pies. Damen dirigió una mirada molesta a la princesa Aria que nos hizo sorprender a las dos. La mucama se despidió y cerró la puerta, quedándonos los tres adentro.

─ ¿Qué haces levantada? Aún estás herida.─ dijo Damen, mirándome adusto. Arquee una ceja y le señalé.

─Eso debería decírtelo yo. ¡Tú saliste más herido que yo!

─Yo me recupero rápido.

─ ¡Gracias a tu chica hada! Diré……gracias a la princesa Aria.─ di una mirada a la nombrada, esta me estaba mirando mal.─ lo siento, es mi culpa que su caballero quedara herido gravemente.

─No es tu culpa, así que deja de decir cosas que no lo son.─ contestó Darren con tono severo.

Giré los ojos, cogí su mano y lo llevé de nuevo a su cama, donde lo hice a acostar en frente de la princesa Aria.

─Te acuestas ahora mismo. No entiendo que hacías levantado.

─Iba a ver como estabas.─ contestó tranquilamente. Se arrimó en la cabecera de la cama y se arropó sus piernas.─ no podía estar tranquilo hasta saber cómo estabas.

Oh Dios, era tan dulce que hacía mi corazón temblar.

Solo lo quedé mirando como una idiota. Me iba a enamorar de él si seguía comportándose tan lindamente, yo la chica que se convirtió en un marimacho se estaba derritiendo por un chico hada muy atractivo.

─Dejemos eso aparte, y dime que desde este momento que no tengo detrás a un grupo de hadas dementes que quieren mi cabeza como trofeo.

Él soltó una risita. De nuevo me derretí. La princesa Aria exclamó en seco, giré para verla y me encontré que tenía el rostro sorprendido.

─ ¿Pasa algo?─ pregunté al verla como estaba. No me miró a mí, sino a Damen.

─Nunca te he visto reír.─ comentó con tono sorprendido. Damen solo le quedó mirando con una sonrisa leve.─ solo esa sonrisa me has dado a mí, pero tu risa….

─ ¿Quieren que los deje a solos? Creo que tienen algo que conversar, no quiero ser una metida en esto….

─Ahórrate tus palabras.─ contestó la princesa Aria. Me miró adusta.─ siempre has interferido entre nosotros, no me vengas a decir que ahora te haces la que……

─ ¡Aria!─ exclamó Damen desde la cama.

─Quiero salir un rato, esto me está molestando. Lo siento, princesa Melody.─ dijo y salió del cuarto como si alguien la estuviera persiguiendo.

Quedamos solo Damen y yo en silencio. Él tenía la mirada hacia la puerta donde había salido la princesa Aria.

─Yo creo que desde este momento será mejor que me mantenga alejada de ti. No creo que sea buena idea de que me abraces en frente de la mujer que te ama, eso…… Es doloroso. Además no necesito que me protejas, puedo hacerlo sola. Tú solo encárgate de enseñarme defensa personal, sé que soy buena en eso, pero necesito más. Casi me estrangula esa hada, quiero aprender más.

1000. quedó mirando y luego frunció el ceño.

─ ¿Y ahora qué?

─En primer lugar, tú no te separarás de mí, sobre menos en estos momentos que te busca la corte negra, me quedaré más tiempo a tu lado, y en segundo lugar; si, haré lo que me pediste, lo necesitarás si no estoy a tiempo, aunque creo que siempre estaré a tu lado. Aunque no pude defenderte cómo debía de ser.

─Estabas herido, Damen. Y he escuchado que las alas son el punto débil de las hadas.─ contesté con algo de extenuación. Me senté en la cama y toqué mi cabeza.─ casi te matan por mi culpa.

─Es mi deber como caballero protegerte.

─Y es mi deber como amiga ayudarte cuando estos tipos de cosas pasen.─ contesté, mirándolo fijamente.─ y sobre el tema de tu princesa….

Miró hacia la puerta y puso una mirada llena de tristeza.─ creo que será mejor que me aleje de ella.

─ ¿No será: “Será mejor que me aleje de ti”? eso suena mejor.

Volvió a mirarme pero con seriedad en sus ojos.─ no me alejaré de ti.

─ ¡Oh por todos los cielos y por todas las hadas, elfos, sirenas y demás cosas del mundo ficticio! Me estás haciendo tener ganas de patearte el trasero por idiota.