Dos grandes oponentes frente a frente, el fuerte viento soplando la tensión en el ambiente comenzaba a sofocar a los presentes quienes se les erizaba los vellos del cuerpo acompañado del temblor.
–Tu puedes John –soltó May se notaba su voz con mucha inquietud.
–Maestro –dijo Lydia con el mismo tono de May.
Ren, Sorel solo se limitaban a observar por más que quisieran acercase para acompañar en la pelea, empuñaban fuerte las espadas, pero no eran capaces de ni siquiera dar un solo paso. La Princesa aún estaba herida, los golpes recibidos la dejaron en muy mal estado a penas se podía poner en pie estaba siendo atendida por Lydia y May.
–Sera mejor que inicies con todo –la voz de Zen era severa, aun demostrando serenidad –estoy de mal humor… –apretó su puño –no tendré piedad.
John desvaino su espada –¿Piedad? Parece que es algo tu careces.
–Supongo que tienes razón –su voz era fría.
De un momento a otro desaparecieron y aparecieron de nuevo chocando espadas mientras los elementos que poseían los dos se dispersaban destruyendo todo el lugar. John aplicaba fuerza demostrando un rostro serio mostrando los dientes nuevamente desaparecieron, solo se escuchaba los crujidos de las espadas chocando.
–Increíble –dijo Ren –¿Qué clase de batalla es esta?
–No es una batalla de hombres. Sino de monstruos –enuncio Sorel y Ren lo observo confuso –ellos dos eran habilidosos, desde temprana edad. Siempre estuvieron puliendo sus habilidades… tanto sobrepasaron a todos, eran considerados los más poderosos de todo el reino. Pero solo uno de ellos sobresale…
El choque de los elementos dejaba grandes marcas sobre el suelo aparecieron de nuevo cruzando espadas tenían gran habilidad, pero era Zen quien controlaba todo presionaba cada vez más haciendo retroceder a John hasta que le dio una patada en el pecho haciendo salir disparado.
–JOHN… –gritaron todos sus amigos.
Zen iba tras él al estar sobre él movió su espada para golpearlo. John se giró evitando el ataque, pero de nuevo recibió otro ataque de espada que logro bloquear aun así lo hizo volar lejos antes logro caer bien.
–No está mal John… admito que has mejorado, pero… no lo suficiente para vencerme –John lo fulminaba con la irada talvez le irritaba él, solo le irritaba el hecho de saber que a pesar de todo su entrenamiento realizado durante todos estos años no era capaz de vencerlo. –¿Qué pasa John? Te has dado cuenta de que no puedes vencerme.
–John no te rindas –soltó May la Princesa seguía sin decir nada seguía cabizbaja.
John se irguió –soy consciente, de que mi poder no es suficiente para vencerte –sus compañeros no podían dar crédito a sus palabras sus esperanzas se volvían cenizas, que a su vez eran sopladas por la brisa –pero… –apretó su espada –ya te lo dije. Yo soy la grieta en tu muro. Peleare hasta mi último aliento. Prepárate.
–Oh… –soltó una risa fría –entonces te sacare ese último aliento. Caos Elemental. –se esparcieron varios ataques de tres elementales. John los esquivaba, bloqueaba y a su vez contratacaba con cuchillas de vientos que eran detenidas por las barreras de agua, tierra y rayo.
Se acercaba cada vez más hasta Zen al llegar –Huracán nivel cinco –deshizo su barrera. –¿Cómo? –Zen se sorprendió al ver sus barreras deshechas, pero bloqueo la espada de John mientras los fuertes vientos los envolvían y dentro de él iniciaron el combate, pero solo John se llevaba más golpes apenas podía rozar el cuerpo de Zen.
Esta acción comenzó a molestar a Zen. May y los demás solo podían observar aquellos fuertes vientos que los envolvían, hasta que salió disparado John fuera del huracán. Zen sobre él movió su espada, pero John lo bloqueo apoyado con su mano lo golpeo haciéndolo elevar por los aires movió su espada hacia el suelo.
Sorel noto aquella acción –hazlo John. Acabalo.
–Huracán nivel doce –levantó su espada y los vientos salieron directamente.
Zen cambio su expresión una muy seria –no me vencerás tan fácil –puso su espada en dirección al huracán –Fusión Elemental –a pesar de la corta distancia la técnica de Zen detuvo el ataque de John a su vez lo hacía retroceder.
–Agh… ha… –presiono más fuerte tratando de contrarrestar la fusión elemental de Zen lo estaba conteniendo por unos instantes. Aun así, otra vez Zen presionaba y lo hacía retroceder, hasta llegar al borde. Los ojos de John se abrieron como platos –Maldición –enuncio. Se retiró de ahí el impacto dejo un gran cráter John dejo una marca de sus botas en el suelo.
–Hasta aquí has llegado John –Zen desapareció al igual que John, se escuchaban los chirridos de las espadas ambos se movían a gran velocidad y a su vez se arrojaban ataques elementales los presentes solo podían observar en sus rostros se podía notar una gran preocupación y temor por John, pues había recibido mayor daño. Ni John podía derrotarlo. Zen era un auténtico monstruo el poder que poseía debía ser una broma de mal gusto, en toda la historia del Reino ningún rey había tenido un poder como el que tenía su descendiente Zen.
Ambos contrincantes se separaron hacia los extremos del cráter se movieron alrededor mientras sus elementos chocaban a pocos metros de acercarse aumentaron más su velocidad ambos movieron de forma simultanea sus espadas, pero fue John quien apareció con la espada de Zen atravesarle el abdomen mientras que la suya era bloqueada.