Buscamos refugio entre los escombros, mientras terminaba la noche y las criaturas del bosque desaparecían. Mientras estábamos allí, saque algo de comida, y luego saqué la brújula y los mapas que llevaba para buscar el mejor camino hacia Adur; empecé señalando en el mapa nuestra ubicación más probable, pero Ares coloco su mano encima del mapa, deteniéndome. Liana y yo lo miramos sin entender lo que pasaba, mientras ella le pidia que nos explicara lo que pasaba con un tono lleno de furia. Entonces él nos pidió que no fuéramos a Adur, y sin más opción empezó a contarnos lo que pasaba.
- como guardia real siempre estuve junto a Alika, fue así como me di cuenta que Dennis, su padre se había obsesionado con el poder que su hija guardaba, pero jamás imagine que intentaría arrebatárselo, y como sabrán solo existe una manera de conseguir esto. Así que un día mientras Alika realizaba sus oraciones en el santuario de la ciudad, algo que por obligación debía hacer sola, su padre intento asesinarla, por fortuna logre detenerlo antes de que clavara el cuchillo en su espalda, pensé que estaría bien, pero a pesar de no haberla herido físicamente, la impresión de saber que su padre había tratado de asesinarla la afecto mucho. adicional por la misma época empezó el ataque de Argerion, en busca del poder de Alika; arraso con muchos pueblos intentando encontrarla, ella era muy dulce y sintió algo de culpa por aquellas muertes, fue así que al encontrarse en medio de la locura de su padre y de una posible guerra, decidió acabar con su propia vida para mantener la paz, creo que fue mucho para ella, así que ese día salió de la ciudad, decidida a terminar con su vida, pero fue capturada, por Argerion que se encontraba junto al padre de Alika.
Prefiero no hablar de lo que paso, pero al final la vi morir frente a mis ojos, en ese lugar, sin poder hacer nada, mientras su sangre quedaba esparcida por el suelo. La magia desapareció extrañamente de la ciudad, el día que ella fue enterrada; aun puedo recordarlo, fue un día lluvioso y la ciudad estaba concentrada en las afueras del palacio, se sentía una gran tristeza en todos lados, pero el sacrificio de Alika valió la pena, los ataques a la región cesaron inmediatamente.
Pensé que todo había terminado allí, continúe con mi vida, el pueblo continuo con su vida, pero el padre de Alika no. ahora está obsesionado con recuperar el poder de su hija, lo he vigilado por un tiempo y sé que está realizando experimentos en la academia, sé que usa los libros y las cosas de Alika, ayudado por algunos magos de la región, entre estos al mago de Adur, el cual he visto un par de veces, por eso no creo que sea una buena idea ir allí, creo que es mejor cruzar por Rumos.
Solo quiero honrar la memoria de la princesa, y su sacrificio, hemos vivido tranquilamente por mucho tiempo, por eso estoy preocupado de que el poder retorne nuevamente a la ciudad -
Ares se quedó haciendo guardia, mientras Liana y yo descansábamos, hasta que fuimos despertados por un horrible ruido, vi la mano de ares quemada y su arma en el suelo, un monstruo de gran tamaño se arrastraba por el suelo, con su cuerpo de color purpura con negro, alargado como el de un gusano, con una cabeza aplastada al final llena de colmillos.
Desde lejos podía sentir una gran aura de maldad rodeando a al monstruo, lo mire detenidamente, sin saber que era, jamás había visto una criatura así antes, ni había escuchado hablar de ella. Se lanzó directamente hacia Ares, que se encontraba herido por un ataque previo mientras nosotros aun dormíamos, así que me lance hacia él, empujándolo para que pudiera esquivar el ataque, fue así como quede frente a los ojos de la bestia; negros como la noche, llenos de sufrimiento, de ira, de muchas sensaciones negativas, como si una maldición hubiera torturado a aquella criatura hasta convertirla en lo que era.
Inmediatamente supe dos cosas, la primera que debíamos escapar, por que aquella criatura de gran tamaño no pensaba dejarnos con vida, y la segunda, que la desgracia que había atacado a la bestia debía ser la misma que había atacado a la aldea.
Liana clavo su espada en el suelo, y luego lanzo algún tipo de hechizo sobre está, creando llamas azules alrededor de la espada, para atraer la atención del monstruo, cuando este se acercó a ella, salto sobre una piedra y luego sobre otra más alta para finalmente caer encima del monstruo, cortándolo con la daga que llevaba guardada en su ropa. un pequeño hilo de material purpura que parecía ser la sangre de aquel ser, comenzó a brotar de su dorso quemando los zapatos de liana quien después fue lanzada al piso por el aura maligna de la bestia.
Mientras Liana realizaba semejante muestra de valor, yo lleve a Ares que se encontraba en muy mal estado hacia unos árboles, luego cuando regrese, Liana estaba corriendo hacia su espada, que aún estaba enterrada en el piso, mientras aquella bestia se preparaba para atacarla. Me puse delante de Liana, cuando la bestia lanzo un chorro de gas toxico, usando mi hacha para repeler el ataque.
La bestia se quedó paralizada por un momento para luego emitir gemidos de dolor, aproveche la oportunidad para pedirle a Liana que ayudara a Ares; pero me miro sin ser capaz de mover sus piernas, se quedó parada, pensando si ayudar a Ares que estaba herido o Ayudarme a mí con la bestia, así que se lo pedí otra vez, casi como si fuera una orden, ella sin pensarlo más, tomo su espada y luego se dirigió hacia el campamento para tomar las cosa que quedaban allí mientras yo, tomaba mi hacha y corría en dirección contraria a ellos, perseguido por aquel monstruo.
Corrí con todas mis fuerzas, entre el bosque, teniendo la certeza de que no tenía forma de derrotarlo, las ramas me rasgaban la piel mientras cruzaba a toda prisa por el bosque, sintiendo el aura maligna de aquel monstruo cada vez más cerca, hasta el punto de tenerlo tan cerca como para inmerso en esa energía maligna.