10.- El paso hacia la matriz

Kyrie observó fijamente a Tanahiel mientras Sloane le apuntaba con su espada. Earlyvall se encontraba semiconsciente en el suelo, incapaz de moverse al estar enrollado por látigo del hechicero.

— Les diré todo lo que quieran pero déjenlo ir— suplicó Tanahiel.

Era noche cerrada y todos llevaban despiertos poco tiempo. El recorrido había sido ameno y fue efectuado hasta que la oscuridad dificultó el avance aún con hechizos de iluminación, por lo que Earlyvall sugirió detenerse para acampar y continuar al día siguiente. Como si eso fuera una señal, Tanahiel hizo un aspaviento con la mano creando una casa de campaña con ramas que hizo brotar del suelo para tal efecto.

— Dudo que Sus Majestades deseen pasar la noche en un incómodo árbol— dijo subiendo con Earlyvall a las ramas de un sauce.

Sloane se encogió de hombros y entró a la casa seguida por Kyrie, quien de inmediato se envolvió en la capa y se dejó caer en la cama. La princesa estaba agotada después de la ajetreada jornada por lo que no discutió y se recostó en la cama durmiéndose al instante, de inmediato sintió algo cubriendo su cuerpo y un aroma relajante la envolvió sumiendo su mente en una agradable ensoñación.

Se encontraba en el palacio de Leire, muchos años antes de la guerra, cuando todavía era una niña y no tenía ninguna preocupación en la vida. En su sueño corría por los jardines mientras su madre cortaba flores para decorar el comedor; era una sorpresa para su padre ya que comerían fuera por la tarde cuando el soberano de Leire llegará luego de estar ocupado con los asuntos del reino. La imagen se fundió convirtiéndose en una noche nevada, avanzando entre la nieve se encontraba un séquito fúnebre liderado por Sloane y su padre: ambos se dirigían al sepulcro familiar para enterrar a la reina, fallecida por una enfermedad del corazón.

La escena frente a ella cambió de nuevo mostrando un mundo en llamas: el reino de Leire había caído, su padre había muerto en batalla y ella había sido capturada por Merel von Byron. El duque hechicero de Ayrea la miró con suficiencia y dijo:

— Tu vida y tu muerte dependen ahora de mí.

La ensoñación la llevó directo a su noche de bodas. Sloane estaba encadenada a la cama, desnuda, sin poder soltarse cuando Asten entró.

— Que falta de respeto que hagan esto con una princesa— dijo con desdén.

El príncipe cubrió a Sloane con una manta y examinó las cadenas negando con la cabeza, de repente se quitó la máscara y acercó su rostro carbonizado al de su esposa.

— Su Alteza, es momento de que despierte— susurró con voz ronca.

Sloane dio un respingo abriendo los ojos. La casa de campaña había sido destruida y el rostro pálido y hermoso de Kyrie estaba frente a ella, un suspiro de alivio escapó de los labios del hombre y sonrió diciendo:

— Bienvenida al mundo de los vivos. Lo que acaba de experimentar fue un bucle onírico destinado a encerrarla de por vida.
— Pero... ¿cómo? — preguntó Sloane, confundida.
— Esos estúpidos guías nos tendieron una trampa.

La rabia se apoderó de Sloane al darse cuenta de lo sucedido. Fue sencillo para ellos encontrar a Tanahiel: el hombre llevaba cargando en brazos a Earlyvall, lo que alentaba sus pasos, y en esa situación atraparlo fue pan comido. En el instante en que se vio derrotado, Tanahiel comenzó a suplicar piedad terminando en el punto en que se encontraban ahora.

— Creo que ya es un poco tarde para eso— dijo Sloane dispuesta a atravesar el cuello del guía.
— Espera— dijo Kyrie, dirigiendo la mirada a Earlyvall al notar algo—. Él tiene la enfermedad del alma, ¿cierto?

Tanahiel asintió levemente.

— En realidad, Earlyvall viene de Góvena, el reino de la niebla— dijo—. Él se había mudado a Mérade para conocer a su prometida ya que es costumbre entre ambos reinos concertar matrimonios entre sus habitantes. Yo estaba a punto de mudarme a Góvena cuando lo conocí.
— Y se enamoraron— dijo Kyrie.
— Fue amor a primera vista— confirmó Tanahiel con una sonrisa—. No podríamos separarnos así que decidimos fugarnos pero nuestras familias nos persiguieron y uno de ellos le lanzó una maldición a Earlyvall: todas las noches su alma se marchita como si estuviera muerto y por las mañanas está agotado, sin poder vivir pero sin poder morir del todo. Permanecer aquí le ha ayudado a estabilizarse pero... cada día se ponía peor hasta que llegó él usando magia oscura para restaurar su energía.

No fue difícil para los jóvenes deducir quién era ese tal "él": Merel von Byron.

— ¿Y a cambio debías trabajar para él?
— Sí.

Kyrie y Sloane se miraron uno al otro con extrañeza y el hechicero soltó al inconsciente guía.

— ¿Y ahora qué? — preguntó Sloane.
— Tanahiel— llamó Kyrie—. ¿Qué dirías si te dijera que puedo curar a Earlyvall?
— Diría que estás alucinando— dijo Tanahiel—. La enfermedad del alma es incurable.
— Pues ya no lo es.
— ¿Estás seguro?

Una sombra apareció frente a ellos aterrizando en el suelo. Kyrie dio un paso adelante extendiendo un brazo, lo que hizo que Merel soltara una lúgubre carcajada.

— ¿Ahora quieres ser un mártir, bastardo arrogante? — inquirió.
— Eso es lo más bonito que me has dicho hasta el momento— se burló Kyrie.
— La enfermedad del alma no puede erradicarse. Lo sé porque yo la creé.
— Te sorprenderá saber que desarrollé antídotos para todos tus venenos.

Tras decir esto Kyrie conjuró una bola de fuego color verde parduzco y sin previo aviso la lanzó hacia Earlyvall. Con un similar grito de rabia, Tanahiel y Merel se abalanzaron sobre Kyrie al mismo tiempo, Sloane saltó hacia adelante para enfrentar al duque y Kyrie retrocedió para esquivar a Tanahiel, el hechicero chasqueó los dedos creando una llama naranja y la situó cuidadosamente sobre la cabeza de Earlyvall; en ese momento Tanahiel volvió a la carga y esta vez acertó su objetivo impactando su cuerpo contra Kyrie, ambos rodaron por el suelo y el guía se situó sobre su presa alzando el puño con el objetivo de golpear al hombre debajo de él. Kyrie levantó el brazo para bloquear el ataque y con un giro tomó el antebrazo de Tanahiel para jalarlo y golpear su pecho con el canto de la mano libre quitándose al hombre de encima.