El rey de las nubes

Octava carta

Necesito escribir esto porque voy a explotar de la furia. Al menos con esto me voy a desahogar.

Hoy estuvieron de visita tres personas: Sonia, Amelia y Esteban. Mis padres estaban muy felices de verlos, ellos también lucían igual. Javi y yo estábamos confundidos, pero luego mamá nos reveló que son nuestros "hermanos". 

Solo son chicos que decidieron criar tal como a nosotros, ninguno es su hijo biológico. Por alguna razón nunca nos visitaron antes y nunca había oído a mis padres hablar de ellos. Estuvimos todos en la sala. Ellos hablaban sin parar sobre los viajes que han hecho, las cirugías estéticas que se hicieron, prendas que compraron y muchas cosas más.

Sonia, la mayor, se consiguió un novio con dinero que siempre la tiene viviendo bien.

Amelia, la del medio, compró hace poco su primer carro. Además de revelar las remodelaciones que le está haciendo a su casa.

Y Esteban, el menor entre ellos, pero que solo me lleva unos cuantos años, vino a preguntarle a papá por qué dejó de enviarle dinero. Me resultó impactante escuchar eso, y no en el buen sentido. 

Al parecer, por mucho tiempo, mis padres fueron dando progresivamente dinero a los tres para que se estabilizaran. Yo no sabía que tenían tanto. Me resultó tan sorprendente como a Javi. Mis padres pidieron que esperaran y ambos fueron hasta su habitación.

Ahí los encaré a los tres y me lo dijeron todo. A Sonia ya no le daba desde que se casó, pero que lo aprovechó muy bien. Amelia consiguió un buen trabajo gracias a que sobornó a sus superiores. Incluso confesó haber sobornado a los profesores durante su carrera con el dinero que le daban. Y Esteban se mudó con Sonia desde que supo que yo vendría a vivir acá. Parecía tan interesado como ellas en conseguir el mismo trato monetario. Pero se quejó que desde hace tiempo ya no le dan nada.

Evidentemente era porque Javi y yo ahora estábamos aquí y Esteban luce lo suficientemente mayor como para trabajar por su cuenta y dejar de vivir del dinero de nuestros padres. Ahí me di cuenta lo despreciables que eran esos tres.

Se burlaron incluso de su bondad. "¿Por qué crees que se ponen a recoger niños? Esos viejos ya no saben en qué gastar su plata. Nosotros le damos un mejor uso", y cosas como esas decían esos idiotas. Me hervía la sangre, pero me contuve. Javi evitó que me enfadara aún más para que no me sucediera nada. 

Papá Samuel regresó con un cheque, y le pidió que lo usara para mantenerse por mucho tiempo porque ya no podía darle más, dado que ahora nos tiene a Javi y a mí. Ellos se mostraron comprensivos y Sonia habló por el otro tipo, diciendo que lo ayudará a administrar muy bien el dinero. 

No sé qué clase de cosas turbias tengan entre ellos, pero no los quiero ver más. Espero que mis padres entiendan lo que ellos les hacen. No podía decir nada porque tenían más tiempo siendo sus hijos. Tampoco podía creer que mi papá, siendo tan inteligente, caiga en esos trucos.

Solo puedo respirar y esperar que mañana sea mejor.

---

Ya es hora de irme a la universidad. Ya empaqué todo para la mudanza. Debía hacer todo por mi cuenta desde ahora. Papá Samuel consiguió alquilarme una habitación cerca de la universidad y allí viviría hasta poder sostenerme solo. 

Ya estoy en el auto. Me despedí de mamá y Javi, los extrañaré mucho. Es un fastidio que la capital esté tan lejos.

Como siempre, al pasar a través de la ciudad, papá se desvió hasta el hospital. Era un buen horario para visitas, así que no habría problemas. Voy a continuar escribiendo cuando vuelva al auto.

Mi amiga Natalia estaba muy contenta de verme. Dijo que me veía muy feliz y tranquilo. Yo también la veía radiante. Le gustó el cumplido. Me preguntó cómo me sentía y le dije que los nuevos medicamentos funcionaban excelente. Tendría una dotación grande para llevarme y los centros hospitalarios de la capital ya tienen mis datos para continuar otorgándomelos. 

También me preguntó si me había decidido en qué carrera entraría y le revelé que estudiaría geografía. Es algo que me llama la atención y puede que me parezca interesante, quién sabe.

Y me contó que es probable que salga muy pronto, definitivamente. Ella ya había salido del hospital antes pero siempre tenía que volver por alguna complicación. Entonces prefirió quedarse por decisión propia hasta que le asegurarán que estaría bien.

Luego de que me dijera eso, presentí que todo saldría muy bien para ambos.

Nos dimos un largo abrazo y nos prometimos que pronto nos veríamos, ya que debemos cumplir nuestra lista de sueños. Es obvio que nos volveríamos a ver. Yo lo sé.

---

Estoy escribiendo esto mientras papá saca mis pertenencias del auto. Quiero continuar escribiendo mis memorias, en serio. Me aseguraré de relatar todas mis experiencias en la universidad. Este cuaderno sabrá todos los secretos de un universitario que vive solo. Será muy gracioso.

Quiero conocer muchos amigos. Quiero visitar muchos lugares. Quiero aprender muchas cosas nuevas. Sé que podré con todo lo que la vida me ponga enfrente, porque soy un rey que no retrocede.

Uy, espero que nadie más lea esto.

 



#13842 en Novela romántica
#2439 en Joven Adulto

En el texto hay: juvenil, romance, lgbt

Editado: 22.05.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.