Mire a la chica frente a mi quien hablaba sola mirando hacia el cielo y alzando las manos.
- que haces?- le pregunte ya que tardo varios segundos en eso.
- le pregunto al cielo por qué me envía estás pruebas. -respiro profundamente- dispara.
- que es todo esto? - pregunté
- bien te lo diré solo una vez y saldré por la puerta como que nunca esto paso, ya que este es un tema delicado del que nadie habla y del que se supone yo tampoco debo hablar a si que ....- estaba divariando.
- alto - le dije y la vi detenerse.
- lo siento - dijo con una risilla- toda la empresa tiene cámaras de vigilancia, y además audio es bien sabido que la editorial perdió prestigio y eso tiene al jefe alterado dice que es por qué no trabajamos lo suficiente el baño es el único lugar sin cámaras así que es nuestro confesionario.
Dicho aquello la joven salió de allí como ardilla con la nuez, me tome unos minutos para poder procesar aquello y para darme fuerza mental para lo que venía, la junta.
Camine por los pasillos preguntando previamente donde se hallaba la sala de reuniones.
Al entrar en aquella sala pude ver a Fernando Olivier y a dos señores trajeados que imagino eran los abogados, al entrar tome asiento y espere el ataque.El hombre me miró una serie de emociones de mostraron en su rostro.
-que haces aquí ? - su voz estruendosa no me movió un pelo- lárgate o llamaré a seguridad para que te hechen .
- es lo único que sabes hacer - dije con voz dura - no eres capaz de mirarme a la cara; de sacarme tu mismo, eres un vil ladrón.
-señor Olivier la señora Loveling de Olivier debe estar presente en lectura del testamento de su difunto esposo.
Sonreí satisfecha ante su cara de desconcierto, se simbro en la silla sin saber que decir, el abogado se dió prisa a abrir el sobre que contenía la información.
- yo en completo uso de mis facultades mentales ....... divido mi herencia entre dos únicos heredos: mi hijo Fernando Olivier y mi esposa la señora Miranda Loveling a partes iguales. Teniéndo ambos el 50% de la empresa y demás propiedades existentes así como de las cuentas presentes en los bancos.....
La lectura del testamento termino y dejo la sala en completo silencio, ambos nos miramos esperando la reacción del otro.
- bien señores eso es todo - dijo el abogado - pasen buenas tardes.
- quiero impugnar el testamento - dijo de repente Fernando - me niego a creer que tengo que darle la mitad de todo a esta mujer que apareció ahora solamente.
- señor Olivier- su padre me consulto para hacer esta consulta y me dijo que usted intentaría impugnar, todo está legal puede hacerlo si desea.
Me mantuve en silencio yo lo miré perder el control y hablar sin control acerca de invalidar el testamento. Hablé ya cansada de presenciar aquello.
-ire a mi oficina- dije haciendo que los abogados se levanten.
- quien te crees - dijo hablando por primera vez conmigo.- acaso crees que va a ser así de fácil solamente engatusar un viejo y quedar millonaria.
Los oidos me sonaron ante la insinuación y como si mi mano tuviera mente propia voló hacia su mejilla creando un sonido estruendoso.
- no me trates de puta - le grite - tu robaste mi trabajo y lo hiciste ver cómo tuyo, eres el más ruin de los delicuentes; tu padre solo intento darme un poco de lo que me quitaste. Tu padre ha de estar revolcándose en su tumba, por el hijo tan malo que tiene.
Salí de oficina intentando procesar lo que había pasado, me dirigí hacia la oficina principal y me instale allí.
Recorrí las cuatro paredes de la oficina era amplia y gozaba de una decoración hermosa, revise algunos cajones e intente leer un poco acerca de la empresa.
Las horas pasaron sin que me diera cuenta y llegó la hora salida, para cuando salí de la oficina todos a mi alrededor se quedaban mirándome.
Camine un poco en busca de la chica de los baños, avanze por los cubículos hasta que di con ella, sin duda era una chica especial, estaba recogiendo los pedazos de una taza rota que reposaban esparcidos en el suelo junto a una bandeja, lo más curioso es que Fernando yacía parado con su traje empapado de café.
Su rostro era de un enojo descomunal y la chica no dejaba de llorar y mantenía la vista clavada en el piso. Me acerque con paso decidido podía ver en su cara que iba a despedirla sin el más mínimo remordimiento.
- tu - dije con el tono más alto del que desearía- vas a hacer mi secretaria - lo mire con una mirada eseptica y el me devolvió una mirada gélida.
La chica se levantó aún temblando por el susto asintió me di la vuelta y me dispuse a caminar a mi oficina con ella detrás para explicarle cuáles serían sus nuevas funciones.
Al llegar le invite a entrar y sentarse.
- bien como me imagino los rumores de han espacido, soy Miranda y me incorporaré a trabajar desde mañana.- Su nerviosismo era evidente e intentaba mostrarse centrada.- necesitaré alguien que me brinde ayuda constante en lo que me pongo al corriente.
- está bien - dijo tartamudeando.
- cuál es tu nombre pregunté? - por qué aún lo desconocía.
- mi nombre es Leah García - dijo aún con timidez - soy encargada de brindar servicios de cafetería en las juntas.
- bien necesitaré que estudies los libros pendientes por revisión y los quiero en mi escritorio mañana, necesitaré que también me lleves una agenda.
La despedí y de inmediato comence a redactar frente a la computadora la lista de los cambios que serían aplicados a partir de mañana, era extensa y bien específica.
Buscaba mejorar el ámbito laboral y debia empezar desde ya la empresa que estaba surmegida en la crisis y debía trabajar con empeño para mejorarla.
Al día siguiente entre a la oficina de Fernando con mi carpeta en manos.
- buenos días - dije - necesitamos empezar a trabajar con lo que era una empresa antes de llegar a tus manos.
Estrelle la carpeta en su mesa y tome asiento frente a el mirándolo directo a los ojos en espera de su respuesta que sabia era batallar conmigo.
Editado: 10.06.2022