El sacrificio de Rosalie

El trato

*Narra Rosalie:

-Aro. - Le saludé lo más cordial posible,

-Asombrosa. - Sonrió mientras movía su cabeza negando. - La vista de un vampiro es infalible pero a la vez podemos ser tan ciegos… .

Lo miré extrañada pues no comprendía sus palabras. Aro dio un paso para poder entrar en mi suite, y pude divisar a Jane doblando en la esquina del pasillo. Ella lucía una falda de tela y una polera, en cambio Aro vestía un traje formal. Ambos entraron en mi habitación como si los hubiese invitado.

-Una hermosa chica en una hermosa ciudad. - Aro se desplazó al ventanal que tenía aquella maravillosa vista. Jane estaba en una esquina observando todo.

-Pensé que no salían de Volterra, a menos que fuese una emergencia.

-Claro querida. - Aro se dio la vuelta. - Pero no pude evitar venir sabiendo que la hija de Carlisle estaba en el viejo continente. - Se acercó con su paso grácil.

-Le daré tus saludos. Si me disculpan, debo ir a un cóctel… , es importante. - Dije intentando evadirlo, poniéndome el abrigo.

Aro no me quitó la mirada de encima mientras lo hacía.

-Como fui tan ciego… . A penas me fijé ese día. Se lo ofrecí a tus hermanos y tu cuñada neófita. Pero tú Rosalie… . - Se acercó un paso. - Tú también posees un don. ¿No crees Jane?.

La pequeña vampiro sonrió de forma amarga, casi por obligación.

-¡Imagina lo que podría traernos a casa!.

-Heidi. - Susurré cayendo en la cuenta de donde iban sus palabras.

Aro extendió su mano para que yo le diera la mía. A sabiendas que leería mi mente, se la di.

Cerró los ojos mientras indagaba en mi cabeza y luego de un minuto esbozó una sonrisa.

-Renesmee.

Saqué mi mano con brusquedad y le miré aterrada.

-Veo que no ha causado problemas… . Sin embargo es mujer. Aquel híbrido que nos presentaron era varón y tenían diferencias, como la ponzoña… .

-Ella no causará problemas… . No lo ha hecho hasta ahora. - Le respondí fríamente.

-Pero como podrías saber eso tú, querida Rosalie.

-¿Qué es lo que quieres, Aro?.

-Una mujer directa. Me gusta eso. - Se paseó por la habitación. - Te quiero a ti Rose. Heidi ya no me sorprende luego de ver tu belleza.

Me quedé petrificada en mi lugar, cuidando de no dejarme llevar por mis instintos, o si no Jane atacaría.

-¿Por qué?. - En realidad no se lo preguntaba a él. Quería saber que había hecho para merecer esto… .

-Chelsea me explicó lo difícil que sería que Edward o su esposa aceptaran venir conmigo. Incluso Alice… , pero tú mi querida Rose.

-Yo por Nessie haría… .

-Todo. - terminó la frase conmigo.

Suspiré resignada. Él lo vio en mi mente. Por esa niña yo daría hasta mi vida.

-¡Pero no pongas esa cara…!. - Reía. - ¡En Volterra vivirás como una reina!. Te daré todas las comodidades, a cambio de una buena pesca semanal… . ¿Qué dices?.

-Preguntas como si tuviera alguna alternativa… . - Lo miré enfadada.

-O claro que la tienes… . Puedes volver con Carlisle… , prometemos avisarles si vamos por Renesmee.

Lo miré en sus profundos ojos violetas, producto de lentes de contactos azules que se había puesto. Un vacío comenzó a acomodarse dentro de mí, a sabiendas de lo que me esperaba. Debía irme con él… . O si no Nessie… .

-Acepto. - Dije sin vida. Un estado al que me tendría que empezar a acostumbrar.

-¡Qué maravilla!. - Aro irradiaba felicidad… . - ¿Quieres ir ahora o prefieres que vayamos a esa fiesta primero?.

-No. - Miré en dirección a la torre Eiffel. - Tengo que volver a Estados Unidos y despedirme de ellos.

-¿Despedirte?. Pero si puedes mantener el contacto con ellos… . -Mencionó como si fuese lo más fácil y natural del mundo.

-Sólo… , déjame ir. Prometo volver en breve.

Aro asintió y dio un paso, tomando mi mano, seguramente para asegurarse de que yo iba a volver. Depositó un beso en mi mano y caminó junto a Jane rumbo a la puerta. Yo me quedé allí mirando aún al ventanal… .

-¡Te veo en Volterra querida Rosalie!. ¡Rosalie Volturi!. - Y se marchó.

Me senté en el suelo rogando que por alguna extraña razón yo pudiera dormir, y esto haya sido una pesadilla. Pero no lo era.

Yo tendría que cambiar mi hogar, mi vida, a Emmett… . Y no hay nada que pudiera hacer al respecto. Nada.




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