*Narra Alice:
Desde aquel día en que supe que los Volturis vendrían por Renesmee, nunca más sentí tanto miedo por mis visiones. Hasta hoy.
Edward entró en mi habitación y compartí mi visión con él. Se quedó en el marco de la puerta y yo le dejé ver la imagen que más terror me causó. Rosalie con una capa negra en Volterra, buscando gente para la cena de los Volturis.
Mi hermano suspiró y dio un paso adelante cerrando la puerta.
-"Tenemos que decirle a Emmett". - Pensé. Una forma silenciosa que teníamos para comunicarnos.
Edward movió su cabeza negando.
-"Si no hacemos algo, ¡Rosalie se irá con ellos!".
-Renesmee. - Susurró fríamente.
Entonces comprendí. Rosalie y Edward eran muy parecidos: ambos sacrificarían su vida por los que aman y ésta vez Rose se sacrificaba y Edward la dejaba.
-"Podemos hacer algo como hace cuatro años… , no lo sé… , pero Rose no puede irse. ¡No Rosalie!".
-Lo siento Alice. - Quería decir más pero nos podían oír así que buscó un papel y lápiz. Yo me quedé allí petrificada viendo como él excusaba la partida de Rosalie.
PAPEL: "No damos segundas oportunidades". ¿Recuerdas?. Lo siento Alice pero si Rosalie está dispuesta, no la detendré. Renesmee depende de esto y no voy a ponerla en riesgo de nuevo. Por supuesto que Emmett no debe saber la verdad. Rose, como la conozco, debe tener una excusa para él. No interfieras… .
Edward tomó la nota de mis manos y caminó hacia el baño, prendiéndole fuego y borrando toda evidencia. Yo aún seguía parada en el mismo lugar, recibiendo visiones de Rosalie buscando el buffet de Aro y su guardia.
-Lo siento. - Edward abrió la puerta y se fue tan rápido como le fue posible.
Me senté en el borde de la cama deseando no ser portadora del don que poseía. No la quería ver con los Volturis. No a mi hermana.
Para mi alivio, entre todas las visiones, apareció Jasper llegando en siete minutos y medio a la habitación. Serían sólo siete minutos de agonía, hasta que él llegue y me tranquilice con su abrazo… . Sólo siete minutos… .