Ese día me fui muy triste y pensativa, no podía dejar de pensar en el Sauce y su amiga ardilla, quería encontrar la manera de salvarlos a ambos, no podía permitir que ese maravilloso árbol muriera solo y triste y dejará sola a esa hermosa ardilla.
Así que empecé a reunir a todos los animales del parque y las personas que habían conocido al Sauce Llorón en sus mejores tiempos, inicie una cruzada en pos de la salvación del árbol, entre tantas idas y venidas al parque, en una hermosa noche, en la que había una luna resplandeciente, me encontré con un gran búho, había escuchado que estaba tratando de salvar al Sauce y quiso unirse a mí lucha, me contó que también conoció al árbol cuando era feliz, y que le dolía mucho verlo en la situación en la que se encontraba, me dijo que en las noches de luna llena, se dedicaban a hablar, dijo que el Sauce siempre decía que le hubiera gustado nacer cerca al agua, porque los Sauces habían nacido para estar cerca a ella.
Entonces el Sr búho y yo comenzamos a trazar nuestro plan, le queríamos hacer realidad su sueño, ya que lo habían transplantado una vez, porque no hacerlo otra? Así que empezamos a buscar ese hermoso lugar en donde pasaría sus días y noches nuestro querido árbol, yo sabía de un parque no muy lejano a dónde nos encontrábamos, en donde había una gran laguna, donde nadaban tranquilos y felices los cisnes y los peces, y ese sería el lugar donde pondríamos a nuestro Sauce Llorón.
Reunimos a todos los interesados, y empezamos a acercarnos al árbol, debíamos ganarnos su confianza, fueron largos los días y noches, en los que intentamos acercarnos a él, hasta que cierto día, permitió que el Sr búho y la ardilla volvieran a posarse sobre sus ramas, ellos le contaron nuestro plan, le dijeron que ya teníamos el lugar indicado para dejarlo, y que el vuelva a ser feliz, al principio estaba escéptico, no quería saber nada, ya había perdido todas las esperanzas de volver a sentirse vivo, pero ellos nunca dejaron de contarle los planes que teníamos, de animarlo a aceptar cambiar de lugar.
Hasta que un día, nuestro querido Sauce, decidió que se iba a dar una segunda oportunidad, que así como sus amigos nunca lo dejaron solo el no iba a seguir dándole la espalda a sus amigos, así que iniciamos el proceso de cambio de “domicilio” de nuestro amigo, todos estábamos muy nerviosos, queríamos que sufriera lo menos posible, no queríamos lastimarlo, así que con precisión casi quirúrgica, logramos sacar sus profundas raíces y llevarlo a su nuevo hogar.
Apenas vio el parque en donde iba a quedar se emocionó mucho, no podía creer que teníamos preparado un lugar tan hermoso, en donde el sol nuevamente iba a caer sobre sus ramas, no podía creer que iba a estar cerca de un lago donde sus ramas pudieran refrescarse en los días de más calor, en el momento de plantarlo, nuestro querido Sauce Llorón, lloro; lloro por sus familiares y amigos perdidos hace mucho tiempo atrás, lloro por sus amigos que nunca lo dejaron solo, aun cuando el solo quería quedarse solo, lloro por los nuevos amigos que lo ayudaron a salir adelante, y que creyeron en él, aún sin conocerlo.
Se hizo la firme promesa de salir adelante y nunca más dejarse derrotar por la adversidades, se prometió que nunca más iba a dejar atrás a sus amigos, que cuando se sintiera solo y triste, se iba a refugiar en ellos, y que así como siempre lo apoyaron y estuvieron a su lado, él iba a estar para ellos.
Así fue como empezó la recuperación de nuestro gran amigo Sauce, empezó a extender sus ramas, para permitir que los rayos del Sol lo cubrieran y entrarán en su savia, aunque no estaban lo suficientemente largas para tocar el agua, lo intentaba todos los días, tenía, sus amigos el búho, la ardilla y por supuesto yo, lo visitábamos a diario, yo leía bajo su sombra, día a día veía como iba tomando un hermoso color verde, sus ramas empezaban a crecer fuertes y hermosas, y el sol lo acariciaba tiernamente, como si supiera que estaba recuperándose y que lo podía lastimar.
Así trancurrieron los días los meses y los años, siempre nos veíamos los 4 y nos contábamos historias y hablábamos de la vida, nos deleitabamos viendo a nuestro Sauce tocar el agua con sus ramas y juguetear con los peces, y así paso mucho tiempo, en el que nunca nos separamos.
Esa es la historia de nuestro Sauce Llorón, un gran árbol que tuvo que pasar por momentos difíciles, pero que gracias a la amistad y a la perseverancia de sus amigos, logró salir adelante, superar muchas adversidades y volver a ser feliz.
*Bueno, acá termina la historia del sauce lloron, espero les haya gustado, dejen sus reacciones y comentarios *