Mi habitación fue la testigo de la desesperación con la que cargaba, finalmente luego de algunos minutos (que me parecieron interminables) mi puerta sonó.
Ni siquiera me detuve a dar autorización para que pasen abrì las puertas yo misma.
Detrás de esta estaba un rostro sereno que asintió tranquilamente informándome que todo estaba hecho.
- nesesito ir ahora no puedo esperar- dije con impaciencia.
- sabes que no puede ser, debemos esperar, los cabos sueltos podrían apuntar a ti y eso no sería bueno, recuerda que su hijo estaba aquí y la ultima vez que lo vio estaba contigo.
- muy poco me podría importar la palabra de misogino malnacido con aires de grandeza, ese crío no sabe ni siquiera limpiarse las nalgas, seria muy difícil que diera conmigo.-expeto frustrada.
-nunca debemos subestimar al enemigo por indefenso que parezca por sobre todas las emociones debe prevalecer el espíritu atento.
No se como este hombre puede mantener la calma en una situación como esta, desconozco como puede brindarme paz cuando mis manos se estrujan hasta lastimarse.
-¿cuando podre ir ?
-esperaremos al anochecer será lo mejor, hemos pagado un infiltrado en el palacio de Mafrenda, podremos anticipar sus movimientos alteza que nada la perturbe.
-que nos garantiza que ellos no puedan infiltrar a alguien en este palacio. - digo con preocupación
- las personas involucradas en este asunto son meramente de confianza y que estarían dispuestas a morir antes de mencionar su nombre.
Hablamos prácticamente en susurros se marchó dejándome en la habitación, mando que me prepararán un te para calmar los nervios y al tomarlo sentí como cada músculo de mi piel comenzaba a ceder por un momento mi cuerpo se sintió cansado y me recosté cerré los ojos y me dormi.
- Indiana, Indiana - sentía que decían mi nombre cerca de mi pero por alguna extraña razón no podía abrir los ojos.
- Indiana, Indiana - con un esfuerzo titanico comenze a abrir los párpados.- es hora.
Varios minutos pasaron hasta que me recompuse, no se que tenía ese te.
Luego de salir lo más sigilosa posible del palacio me dirigí hacia aquel lugar donde me esperaba mi invitado, avance sola, desde hay mi maestro sabia que era una deuda que solo yo debia cobrar, esa situación sola .... la iba a enfrentar.
El olor a hierba y a tierra me inundó mire hacia delante y visualize la pequeña casucha.
Ese sitio que me vio en mis peores circunstancias, que mejor lugar que aquel me vio perecer y volver nacer, que mejor que este lugar para que vuelva la víctima convertida en victimario.
Mis pasos tomaron velocidad y se acercaron rápidamente al lugar allí abri la puerta haciendo que la vieja madera crujiera, quería que ese mal nacido supiera que ya estaba aqui.
Me diriji a la habitación que tenía la puerta abierta mientras los recuerdos me abrumaban
- conejita, conejita mi mejor trofeo; eres la mejor hembra que he cazado.
Sus palabras rezaban en mi cabeza mientras su imagen aparecía frente a mi , recordaba que estaba en la habitación pero lo tenia frente a mi dispuesto dañarme nuevamente.
- mi hermosa coneja de ojos claros y labios de seda, creíste que podías escapar de mi.
Mi subconsciente sabe que esto no es real sin embargo mi cuerpo se rehúsa a despertar, lo siento acercarse a mi e intentar tocarme.
No
No
No
No nuevamente no lo podía soportar, siento mi cuerpo temblar y mis lágrimas salir.
- Indiana, Indiana despierta.
Siento unos brazos sacudirme y a duras penas regreso a mi, veo la oscuridad que me envuelve y aquel salvador frente a mi.
- Tranquila solo fue un mal sueño - me dice tranquilizandome
Sus brazos me engullen en un abrazo protector y es el único momento en que puedo sentir paz.
Dejo de lado los malos recuerdos de lado y me concentro en mi actividad tratando de ignorar las lágrimas que tratan de salir.
Dominar las emociones me ha traído hasta donde estoy y no flaquear luego de llegar aquí.
Al levantar la vista me encuentro con el atado a una silla por los tobillos y con las manos detrás, me siento victoriosa por un momento.
Nadie podría entender lo que es que tener el control luego de que uno fue subyugado y vejado de la peor manera.
Aun el sonnifero lo mantiene dormido y yo lo nesesito despierto para que vea en mis ojos la esencia del monstruo que el mismo creo.
Me dirijo a la vieja cocina por un poco de agua y cuando me plantó frente a él se la lanzo al rostro con toda la fuerza que me es posible.
Lo veo espabilarze y buscar a su alrededor intentando orientarse, es entonces dónde se da cuenta de que esta atado.
Empieza a retorcerse intentando soltar sus brazos y es entonces dónde se da cuenta de la figura que tiene frente a él, levantando la vista lentamente y sonrie con su curvatura cínica.
- debí imaginarlo- dice con voz burlezca - al mirar tus ojos lo supe - respira profundo como si recordará el desastroso hecho - aun recuerdo la inocencia que desprendía tu piel esa noche, tus súplicas ahogadas y el terror en tus ojos.
Sus palabras hacen que mi respiración aumente a la de un toro embravecido.
- te vienes a hacer la víctima ahora .... cuando bien sabes ... que te gusto .... y que lo disfrutaste tanto como yo.
Eso es mas de lo que pude soportar me dirigí a un cuarto donde se guardaba la utileria, luego de resbucar entre los motetes encontré lo que andaba buscando......
Por que abeces no hay mejor manera de combatir la ira que focalizandola ...y que mejor foco que el causante de la misma.
La reina Indiana de Manzara.
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Nos leemos pronto.