El Secreto Del Conde

Capítulo 16

Uriel bajó del coche de postas y se dirigió a su casa <<Aitasis...>> pensó al abrir la puerta, este la cerró tras sí.

—¡Aitasis! —La llamó mientras subía las escaleras—¡Aitasis!

Agnes salió de su habitación y lo miró.

—¿Milord?

—Agnes ¿Aitasis ya llegó?

—No milord, pero no entiendo ¿No estaba con usted?

—La misión salió mal, tuvimos que separarnos

—Oh Dios mío no puede ser...

—Voy a buscarla

—Milord déjeme ir por mi abrigo y lo acompaño

—No, no, Agnes quédate mejor ¿Lizzie llegó?

—Si milord está tomando un baño

—No te preocupes yo la traeré. Últimamente se está volviendo mi pasatiempo favorito—Uriel bajó la escalera y salió de la casa. De repente vio como un coche se estacionaba justo en frente de él.

Uriel abrió la puerta y miró a Aitasis.

—Entra—fue lo único que dijo ésta. Este no lo dudó y entró de inmediato. A continuación el coche se puso en marcha y Uriel se sentó frente a ella; Aitasis sostenía en sus manos unos papeles y a él lo miraba con ira.

—¿Qué sucedió? —le preguntó él con suavidad

—Quiero saber los motivos por el cual nunca le dijiste a mi padre que yo era sospechosa de los asesinatos de marqueses

Uriel la miró fijamente y no tenía ninguna duda de que Aitasis estaba cabreada, así que decidió contestar lo que le preguntaran sin ningún tipo de persuasión.

—Por falta de pruebas—respondió

—¿El testimonio de tú hermano y de tú cuñada no fue suficiente? —Uriel suspiró pero no dijo nada—Si tenías sospechas sobre mí tenías que haberle dicho a mí padre sin importar que... Eso Uriel se llama justicia.

—Aitasis no entiendo que...

—Yo descubrí a mí abuelo traicionando a su patria—A Aitasis se le llenaron los ojos de lágrimas—Tenía sus motivos y me dijo que soñaba con que yo lo atrapara... tuve que elegir entre el amor que sentía y...—ésta se limpió la lágrimas y lo miró fijamente—Lo entregué y días después lo ejecutaron. Mi abuela lloró mucho, ya con esta era la segunda vez que enviudaba; a mi madre le dio resentimiento que su padrastro fuera un traidor por eso odia todo lo que tenga que ver con él y yo... recibí honores...

—Cariño...

—Yo Uriel entregué a mí abuelo porque yo siempre he estado del lado de la justicia, eso es sagrado para mí... Muy sagrado. Entonces quiero que me expliques por qué demonios no se abrió un interrogatorio a tú cuñada

Uriel creyó que había escuchado mal—¿Qué?

—¡Estuvo tres veces en la escena del crimen! —le gritó Aitasis mientras le arrojaba los papeles. Uriel quitó uno de su cara y al ver su propia letra supo que eran sus informes.

—Sí y en la tercera estuvo a punto de morir ¿De dónde sacaste esto?

—¿No crees que pueda ser cómplice? He visto muchos cómplices arriesgar su vida para que todo sea real

—Aitasis, yo conozco a mí cuñada eso es imposible

—¿Imposible? ¡¿Imposible Uriel?! ¡Yo conocía a mí abuelo! Me enseñó todo lo que sé e incluso valores que nunca olvidaré.... No me salgas con eso

Uriel la miró seriamente—Perdóname por lo que te diré Aitasis, pero para mí no lo conocías en lo absoluto. Sólo te mostró una faceta de él, en mi caso es distinto. Vi como mi cuñada arriesgó su vida para salvar la de mi hermano, Becky no es cómplice de esa mujer eso te lo puedo asegurar, mi cuñada es una excelente esposa y una madre ejemplar. En la familia todos la queremos y no te pienso permitir que pongas en entre dicho su nombre, tú no sabes nada de ella y me pone de muy pésimo humor que se metan con mi familia.

>>Mi familia no es perfecta Aitasis, pero de algo estoy seguro que ninguno es un vil asesino ni mucho menos un cómplice. Westhampton con toda su tiranía y su delirio de grandeza sería incapaz de hacer algo así o dejar entrar a su familia a alguien de esa calaña, por más que alguien sepa fingir muy bién, en los ojos de mi cuñada solo hay bondad y un gran corazón. Y eso lo vimos todos nosotros.

Aitasis suspiró y bajó la cabeza—Dime que no estoy en el bando equivocado Uriel... Sólo dime eso, necesito escucharlo

Uriel se sentó junto a ella, pasando una mano por sus hombros y dándole un beso en la frente.

—No lo estás preciosa te lo juro

—Entonces explícame porque no entiendo...

Uriel suspiró mientras la atraía más hacia él—Aitasis, yo también tengo todo el derecho de dudar de ti puesto que todas las características de la cazadora de marqueses apuntan hacia a ti y más ahora que los cómplices de la cazadora son chinos



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En el texto hay: espias, nobleza, detectives

Editado: 07.06.2020

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