El Secuestro de Ivette

Capítulo 29..1

—¿Señorita Ivette? —James miro la cabeza de Ivette que en esos momentos estaba frente a su cara, contrajo las manos en puños al sentir el picor del alcohol sobre las heridas de sus rodillas.

—Dime James —Ella no levanto la cabeza, estaba contendiendo la lagrimas en sus ojos. 

Las heridas en las rodillas de él parecían empeorar cada vez mas, estaban a punto de coger gusanos y eso la enfadaba y la entristecía a partes iguales. ¿Cómo alguien podía tratar a otra persona de aquella manera?

—¿Dominic es malo?

Detuvo sus manos unos segundos y retomo rápidamente.

—¿Qué es una persona mala para ti, James? —Miro el techo y lo pensó.

—Una persona es mala cuando hace daño a los demás y lo disfruta —Pensó en todos los demás niños que había conocido y que habían desaparecido sin decir adiós —, él que se aprovecha de las debilidades de los demás, quien abusa de su poder... —Recordó a su verdugo, su mente vislumbro por leves instantes todos los castigos y malatos innecesarios que había recibido —A quien no le importa nadie mas que si mismo.

—Según tu definición, entonces, no sé si Dominic es malo. —Ivette termino de limpiarle las rodillas, las vendo, tiro el material viejo a un lado y luego se sentó al lado de James —Sé que ha hecho cosas malas, sé también que ha podido evitar otras y no lo ha hecho, también sé que ha amado a alguien aparte de si mismo, sé cuando ha llorado y le he escuchado pedir perdón en mas de una ocasión,  pero no sé a ciencia cierta si es malo.

Recordó los sollozos a media noche al inicio, las veces que lo encontró de rodillas con una foto de Edna, recordó la cantidad de rosas en su tumba vacía. Sintió su dolor cuando no pudo despedir su cuerpo.

—¿Entonces qué es? —James no entendía muchas cosas del mundo, hasta ese entonces había vivido metido en  un hoyo. Sin alguien que le guiara.

—Es una persona triste —Ivette abrazo a James, coloco la cabeza de él sobre sus piernas —, y muchas veces la tristeza es peor que la maldad.

—¿Por qué? —Tenía muchas dudas.

—Porque si eres malo te vas a satisfacer con hacer al otro sufrir, si estas tristes, el vacío siempre estará vacío sin la persona correcta —y esa persona ya no estaba. 

Omitió esa parte, no se sentía preparada si preguntaba porque ya no estaba.

—Suena muy triste.

—Lo sé.

Ella acaricio el pelo de él mientras su mente no paraba de pensar. Realmente creía que Dominic no era malo y verdaderamente su alma estaba triste, mientras tanto Dominico era verdaderamente cruel. Lo había visto en más de una ocasión sonreír mientras delate de él le amputaba partes del cuerpo al prisionero de turno. Felicitarse a si mismo por acabar con una banda inferior a ellos, en todos los sentidos, lo había visto arrebatarle la vida a inocentes con el único pecado de chocar contra la persona incorrecta.

—¿Puedo hablarle? —pregunto James medio dormido.

—¿A quién?

—A Dominic...

—Creo que sí...

Acomodo su cuerpo sobre la cama y lo cubrió con la mantita. Quería hacer todo lo bueno que pudiera por él, si las cosas no salían como ella esperaba, que al menos la recordará como una buena persona. Aunque no lo fuera realmente.

Salió de la habitación sin hacer ruido, camino por el pasillo y se detuvo en el gimnasio al escuchar los golpes al saco. A esas horas el personal no solía entrenar y los gemidos de dolor se parecían mucho a los de Dominic. Se asomo a la puerta y efectivamente era Dominic, en esos mismos instantes lanzo una patada con la pierna derecha que hizo rebotar el saco contra él.

—Si quieres volver a la silla de rueda, estas haciendo un excelente trabajo Dominic —. Ivette entro y fue directamente atrás del saco y lo sostuvo.

—¿Nada mejor que hacer? —pregunto Dominic lanzando un puñetazo.

—Mucho que hacer, pero aguantarte en silla de rueda es peor y da mas trabajo; así que si puedo evitarlo, no me cuesta mas que esto —Apretó más fuerte el saco al siguiente impacto —, y no sé si lo has notado, pero te haces más daño del necesario cada vez que pegas con las piernas.

—Y supongo que eso te emociona —Dominic estaba tratando de ignorarla  con todas sus fuerzas.

—¿Emocionarme? —Ivette puso cara de estar pensándolo —En los más mínimo, no te deseo el mal porque siento que esta mal desperdiciar un deseo.

Dominic se alejo del saco de boxeo y fue hasta la maquina de correr, por el camino se quito los guantes. Ivette le siguió y se puso delante de esta, lo miro correr y subió un poco mas la velocidad.

—¿Por qué no te largas Ivette?, no necesito que agarres la maquina de correr, no saldrá volando.

—James quiere acercarse a ti...

—¿Y? —Se había fijado en el chico y por unos leves momentos se había sentido identificado, luego vio el terror en sus ojos y supo en seguida que todo lo que había pasado James era mucho mas espeluznante.

—Se amable, no digas palabrotas y no hables mal de mi ni de nadie en frente de él —Ivette utilizo la voz de madre reclamando al hijo mayor.

—Dejaras que se acerque a mí, ¿por qué? —Habían muchas cosas juntas, una de ellas, curiosidad.

—Se aprende viviendo Dominic, y James no cree que seas malo, cree que estas tristes.

—¿Triste? —Dominic detuvo la maquina y se quedo de piedra.

—Si, tristes, supongo que siente empatía. Deberías aprender de él.

—¿Tristes?, James cree que estoy triste.

—La inocencia es mejor que la magia —Se puso frente de él, que tenía cara de patifuso —, no estropees la opinión que él tiene sobre ti, nadie te será más sincero que él.

Se miraron, se estudiaron y no se dijeron nada. Su vida ya estaba limitada.

—Creo que lo pensare —murmuro Dominic sentándose en el suelo.

—A veces me imagino una vida fuera de todo este entorno, y una y otra vez me imagino a personas dándome las gracias por ser buenas con ellas, me imagino como hablan de mi a los demás sobre lo agradable y sincera que soy. De como los niños me quieren, de la manera desenfrenada en la que los perros corren hacia mi cuando me ven, luego abro los ojos y vuelvo a estar aquí —Ivette se puso a la altura de Dominic —. Ese niño es la única oportunidad que tenemos de ayudar a alguien más que a nosotros mismo.



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En el texto hay: secuestro, escapes, amor pasion

Editado: 16.04.2024

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