El Sello de Poder - Libro 5 de la Saga de Lug

SEXTA PARTE: Lug - CAPÍTULO 68

—¿Cómo estás?— preguntó Augusto, mirando de reojo a su padre en el asiento de al lado.

—Bien, un poco débil, pero bien— respondió Luigi—. ¿Cómo me encontraste? ¿Cómo supiste?

—Walter sospechó que algo no estaba bien. Fue hasta casa y vio todo revuelto. Me mandó a llamar de inmediato. No sabía por dónde empezar a buscarlos, así que llamé a Liam.

—¡Liam!

—Sí, se portó muy bien. Es gracias a él que estás vivo, papá. Él me lo contó todo, me dijo que mamá y tú estaban en problemas, que habían estado investigando algo, él no sabía qué, y que disgustaron a alguien que comenzó a perseguirlos. Me dijo que mamá lo llamó desde un motel para pedirle ayuda, y que él los buscó y los llevó a su cabaña para protegerlos, sin hacer preguntas.

—¡Fottuto bastardo!

—¡¿Qué?!— exclamó Augusto, sin comprender.

—Te mintió, Gus. Nos mintió a todos. Todo esto debe haber sido su plan desde el principio.

—¿De qué estás hablando? ¿Qué tiene que ver Liam con…?

—Escúchame bien, hijo, todo esto explotó hace unos quince días, cuando encontramos la conexión entre el medallón y algo llamado la Hermandad del Sello.

—¿La Hermandad de Sello?— se interesó Lug.

—Sí— dijo Luigi—. ¿Habías oído hablar de ellos?

—No, nunca— negó Lug con la cabeza.

—Liam está metido hasta el cuello, es más, es uno de los candidatos para entrar en la cúpula de la Hermandad, algo llamado el Círculo de Praga.

—¡Praga!— exclamó Augusto, comprendiendo.

—Tu abuelo, Ricardo Maer, también está metido en esa Hermandad. Se apareció en casa y le advirtió a tu madre que estábamos en peligro.

—¿Desde cuándo le interesamos lo suficiente como para ayudarnos?— preguntó Augusto con sarcasmo.

—Yo también dudé de su ataque de conciencia, pero resultó ser verdadero. Huimos de la ciudad y nos escondimos en un motel. Fue Liam el que nos llamó al motel. Sabía exactamente dónde estábamos, incluso sabía el número de la habitación. Nos advirtió que la Hermandad nos había encontrado y que estaba en camino para capturarnos. Nos ofreció asilo seguro.

—¿Y lo aceptaron?

—No tuvimos mucha opción. Él nos juró que había traicionado a la Hermandad y que nos ayudaría a escapar de ellos. No teníamos más a dónde ir, Gus. Confiamos en él. Todo iba bien hasta esta mañana, en que cuatro matones de la Hermandad se aparecieron en la cabaña. Dijeron que Liam los había enviado. Se llevaron a tu madre y me dispararon.

—¿Esta mañana? ¿A qué hora?— preguntó Augusto.

—Como a las once.

—Esa fue la hora a la que llamé a Liam…— murmuró Augusto con los dientes apretados de furia—. ¡El muy maldito les avisó! ¡Y luego tuvo el descaro de hacerme creer que me estaba ayudando a rescatarte! ¡Por eso estaba tan interesado en que fraguáramos una historia falsa para la policía! ¡Por eso desapareció del hospital cuando fui por Lug!—. Todas las piezas comenzaban a encajar en la mente de Augusto.

—¿Qué pudiste averiguar sobre esta Hermandad del Sello?— preguntó Lug.

—El Sello es el medallón. Según Silverman, otro de los miembros de la Hermandad que atrajimos sin saber, el símbolo del Sello es un símbolo de convergencia.

—¿Qué significa eso?— preguntó Dana.

—Que sirve para atraer algo, para materializarlo en el mundo físico.

—¿Para atraer qué?

Luigi suspiró:

—Juliana y yo pensamos que estos tipos están buscando liberar a Wonur.

—¡Wonur!— exclamó Lug—. ¿Qué te hace pensar eso?

—Liam nos dijo que la razón de ser de la Hermandad del Sello es algo llamado el Ritual Maestro Final de Liberación, que en él, piensan liberar algo que está atrapado. Él dijo no saber qué es, pero nos dijo que para llevar a cabo el ritual, necesitan el Sello y al Marcado. Obviamente, el Marcado eres tú, y como tú fuiste el responsable de encarcelar a Wonur, tal vez te necesitan para que lo liberes.

—Oh, no…— murmuró Lug—. ¿Qué hay del Sello? ¿Alguna idea de dónde está? ¿De cómo funciona?

—Juliana dedujo que el Sello estuvo todo el tiempo en el complejo de los hermanos del Divino Orden. Pero esa información nos llegó tarde: la Hermandad se nos adelantó, y ahora el Sello ya está en su posesión. El único elemento que les falta eres tú.

—Y usarán a mamá para forzarlo a cooperar— dedujo Augusto.

Nadie lo contradijo.

—Si quieren liberar a Wonur, estarán buscando el portal para cruzar al Círculo— dedujo Dana—. Tendrán que hacer su ritual en el Círculo.




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