Hoy era domingo por la noche con un poco de lluvia, Liz siempre iba a los antros en este día. No va para divertirse si no para ligarse a cuanto desconocido se le crucé. Llegué al antro con una capucha puesta y el carrito de supermercado (disimulando ser un vagabundo) para luego dirigirme a la parte trasera donde se encontraba la salida de emergencia. Estando aquí me recargué en la pared, prendí un cigarro y esperé.
Unos minutos después, salió por la puerta de emergencia Liz acompañada de una persona visiblemente mayor que ella. Andaba muy cariñosa con este permitiéndole que la manoseara y besuqueara. "Sigue siendo patética", susurré con un suspiro.
— ¡No, aquí no! Además, ya tengo que irme —dijo Liz empujándolo.
— ¿Por qué? ¿No me digas que tienes que llegar temprano a tu casa?
— No, es que tengo un pendiente.
— ¿Pendiente?
— Sí, pero no te preocupes. Volveré y esta vez seré toda tuya.
— Eso me gusta —el sujeto dio media vuelta y regresó a la fiesta dentro del antro. Liz se acomodó la ropa y caminó hacia el frente. Me pasó por un lado, con la capucha puesta y exhalando el humo del cigarro, le dije:
— ¿A dónde con tanta prisa, pequeña arpía?
— ¡Hey! ¿Quién eres para llamarme así?
— Alguien —dije quitándome de encima la capucha.
— ¿Vanessa? —mi aparición la agarró por sorpresa—. Pensé que te habías ido de la ciudad.
— Solo me exilie por un tiempo pero he vuelto.
— Y bien, qué quiere de mí la loca —se cruzó de brazos.
— Hablar sobre la muñeca de porcelana... —Liz no entendió que hacía referencia a Julieta. Empecé a rodearla lo cual la puso nerviosa—. ¿Dónde se oculta ahora? Sé que eres muy cercana a ella.
— ¿Julieta? Pues... no sé. Hace mucho que no hablo con ella.
— Estás mintiendo —me puse atrás de ella, la rodeé con mi brazo y apoyé mi barbilla en su hombro. Toda seguridad en Liz se fue en cuanto hice lo anterior—. ¿Qué pasa, Liz? ¿Ya no eres tan valiente como antes?
— C-Calla. Por supuesto que sí l-lo soy. S-solo eres una loca q-que no sé qué hace aquí —se le quebraba la voz.
— ¿Enserio? ¿Y por qué tiemblas?
— S-Solo vete... y-ya no le hablo a Julieta...
— Sigues mintiendo —coloqué la punta de la navaja en su espalda. Liz se alteró aún más—. Solo di la verdad y no te haré daño.
— Julieta... ella es muy cruel conmigo —empezó a llorar—. Solo quería ser como ella, ser fuerte, tener seguridad en mí misma pero no. No sirvo para nada...no puedo seguir así...
— Liz... ¿Dónde está tu titiritero?
— Vive a dos cuadras del parque. En el no. 45... —se guardó sus palabras ya que Liz acababa de revelar como realmente era: una chica que fácilmente se desmorona como lo fue Renato en su tiempo. Se desmoronan y ya nada les importa.
Aparte la punta para en su lugar sujetarla del cabello y estrellar su rostro contra la pared del edificio siguiente. Fue de manera repetitiva. Liz abrió la boca para hablar pero se lo impedí, sus dientes salieron volando junto con su nariz.
La liberé para que ella se desplomara boca abajo con la cara bañada y pedazos de piel desprendidos, se arrastró para alejarse de mí. Saqué de los contenedores de basura que había aquí atrás un palo de escoba y se lo clavé en el cuello violentamente. Se ahogó con su propia sangre.
— Julieta nos volverá locos... y lo triste del caso es que... nunca le importaste...
Saqué el palo y empujé el contenedor para ocultar mi atrocidad. Liz agonizó con una expresión de tristeza en su rostro al saber que nunca tuvo una identidad propia, solo era una más del montón.
— Adiós Liz... —apagué el cigarro.
Me llevé en el carrito y envuelto entre bolsas de basura el cadáver hasta mi casa. Al llegar a esta vi algo inusual: la puerta estaba abierta y yo que recordaba siempre la emparejaba al salir. Aceleré el paso, dejé el carrito en el baño para no evidenciarlo y armada di lentos pasos.
"Si sabes lo que te conviene sal de aquí ahora", decía a la nada. Fue cuando algo sentado en el sillón se puso de pie. Se acercó y, con la luz de la lámpara que entraba por la ventana, pude descubrir quién era:
— No... tú de nuevo...
— Hija. Hola querida hija.
— M-Mamá...
#5935 en Thriller
#3232 en Misterio
#2348 en Suspenso
asesinatos sangre desgracias secuestros, policiaco psicopata, misterio amor-odio
Editado: 10.11.2021