Desde aquella vez en la que ves y te das cuenta de que te interesa alguien, pero no puedes acercarte al conocer que ya está fuera de tu alcance, es algo difícil de describir la frustración de ello. Desde que se levanta hasta llegar al trabajo, Nomi se pasa entre la mente pensando en "hoy sé que podré hablar bien con él" "¿Será que me veo bien?" mientras se ve en el espejo, suspira "bueno quizás lo piense demasiado".
Al tomar el autobús, trata de ir siempre en la parte de atrás y con ansias espera que el bus llegue a la parada de la vuelta, el que se encuentra a unos veinte minutos desde su parada donde lo toma. Ella, viendo en la ventana, está un poco nerviosa y se calma, este cambio que lo hace de un momento a otro, nadie se da cuenta ya que su apariencia no deja notar esto. Nomi, que es conocida como alguien seria y que le gusta hacer las cosas bien, desde ya hace un tiempo que ha estado así. En su vida diaria, las metas de lograr obtener un aumento y un mejor puesto, ha sido en la único que se había enfocado. Pero, desde aquel día lluvioso, mientras esperaba a que pasara la lluvia y tuvo que ir en medio de ella al ver que ya era tarde de lo contrario no alcanzaría el ultimo bus que pasa, alguien la vio correr. Ella, deteniéndose por un momento, de pronto sintió que la lluvia dejaba de caer encima de ella. Volteando, fue que lo vio. El hombre, que iba con el uniforme del trabajo, la vio y le dijo – no es bueno que te mojes. Si deseas, te puedo acompañar a la parada del bus y ahí puedes esperar uno para no tener que mojarse – ella, que no sabía cómo responder ante él, sólo dijo – gracias – y se dirigieron hasta la parada del bus.
El tiempo comenzaba avanzar y Nomi empezaba a sentirse incomoda, él, notando eso, le dijo – sabes, creo que puedes quedarte con el paraguas, acabo de recordar que traigo otro – Nomi – ¿seguro? – él – sí, además, ya no esta tan fuerte la lluvia. Creo que lo sacaré después. Adiós – y le entrego la sombría a Nomi. Ella, tomándola, pensó - ¿será verdad lo que dijo? – luego dijo – hey. Será mejor que te lleves la sombría, ya que se ha calmado un poco, no creo que sea inconveniente quedarme así – él, sacando una pequeña sombría de su mochila, contesto – aquí tengo una, así que no hay problema – ella, sin saber que decir, responde – gracias. Creí que no tenías una – él sonrió y continuo su camino.
Después de unos minutos, el bus al fin llego. Ella, subiéndose, logro conseguir un asiento hasta el fondo. Pero algo había pasado desde esa vez, los encuentros no fueron únicamente esa vez. Durante una negociación de la empresa, ella fue seleccionada para poder llevar a cabo esta labor. Tuvo que ir con alguien de la oficina de contabilidad para poder ver el mercado donde pondrían otra sucursal, por lo que el trabajar con otra era la mejor opción. Sin embargo, este pidió que le mostraran los motivos por el cual deberían de poder unirse.
Al llegar a salir de la empresa, se juntó con este compañero ya cerca del punto de reunión. Ella, al verlo, noto que se trataba del muchacho de la vez pasada. Él, sin recordarse de ella, solamente la saludo y entraron para dar inicio a la negociación. Al empezar la reunión, ella era la encargada de dirigir y dar a conocer el plan y los beneficios que tendrían al ser que cooperaran. Sin embargo, durante su exposición, llego a cometer un error y fue que no dijo nada acerca de las ganancias que se tendrían a largo plazo y cuáles serían las ganancias que tendrían la empresa al colaborar con ellos. El jefe, al ver que no había beneficios para ellos, dijo – creo que ha sido suficiente, estaremos contactándonos con ustedes más tarde – Nomi – Ah... claro, gracias por su atención – y se iba a retirar. Pero, en ese momento, el muchacho se levantó y agrego – perdone señor. Puedo decir algo más – el jefe – Creo que con lo que ha dicho su compañera es más que suficiente – el muchacho – es algo que le puede interesar a usted y su empresa – esas palabras le hicieron interesarse un poco y le dijo – está bien. Pero sólo te daré un poco de tiempo más. Así que se breve y claro – el muchacho – por supuesto. Lo que mi compañera no quiso decir esto antes debido a que vio que el equipo con el que cuenta su empresa lo había entendido. Pero, déjeme darle un pequeño adelanto de los beneficios que tendrá su empresa al colaborar con nosotros – y, sacando su computadora, proyecto unas graficas en la que decía cuáles eran los beneficios a largo y corto plazo para ambas partes. Él, explicando con detalle esto, le mostro al jefe que el campo en la que deseaban invertir era uno donde habían dejado olvidado y que podían sacar provecho de ello. Pero, si deseaban poder competir en contra de otras empresas de gran calibre que se encuentra en ese sector, debían de unir sus fuerzas. Al ser que cada uno de ellos proveían ciertas características del producto que deseaban promover, podían aumentar y reducir los riesgos y costos si se daban a conocer que eran producidos por sus dos marcas, sin mencionar que la calidad con la que trabajan era alta. Al ser que los dos cooperaran, podían mantener la calidad y dar a un buen precio haciendo, de esta manera, competencia a su enemigo y obteniendo el dominio de ese sector.
Al finalizar la reunión, ella le pregunto porque se puso a decir eso si no se deseaba revelar tantos datos de la operación. Él, con una sonrisa, dijo – si no te diste cuenta, en ese momento, el propietario dudo en poder trabajar con nosotros. Por eso, con antelación, había preparado una estrategia para poder hacerle ver lo conveniente que es para ellos mantenerse con nosotros sin perder los beneficios que desea nuestra empresa obtener de esto – luego le mostro un poco de los documentos que traía consigo. Nomi, echando un vistazo, se dio cuenta de que todo había sido preparado con gran esmero.
Mientras se preguntaba si con quien estaba había participado con anterioridad en juntas como estas, fue a tomar un poco de café para luego regresar a la empresa. Al ver que había comenzado ya todo el debate de la propuesta, pensó – creo que no fue mala idea que me acompañara esta persona. Si no hubiese sido por que intervino y se dio cuenta de lo que tenían en mente los empresarios, de seguro hubiera perdido una gran oportunidad – miro por la ventana que daba a la calle.