Dorothy.
Mis padres ingresaron a la habitación junto con el doctor nuevamente y me explicaron mi situación, cuando me dieron toda esa información sentí como el pecho se me apretaba, el cantar es una parte esencial de mi vida, que si jugaba a ser alguna artista famosa o solo pasatiempo; solo yo puedo entender como me hace sentir.
No me importa la opinión de otros que piensen que quizá es una tontería, nadie tiene el derecho de juzgar, pero lo hacen; yo únicamente fui una víctima, mi único delito fue el hecho de tener el ADN de Raúl Acosta, dejo claro que no estoy culpando a mi padre por nada, de hecho, todo lo que sucedió solo fue por una persona resentida que no merece ser aceptada en la sociedad.
—El día de mañana ya podrás irte a tu casa Dorothy—me informa el doctor.
Apenas muevo la cabeza para hacerle saber que escuché lo que me dijo, sale y me deja a solas con mi madre, mi papá no está porque me hicieron saber que mi hermano salió del hospital y tuvo que ir a ver qué ocurría con él.
Mi madre toma un cepillo y empieza a desenredar mi cabello mientras me da besos en la frente y me dice palabras bonitas diciendo que como familia me ayudarán, no me dejarán sola y construirán muchos momentos dulces para eliminar todo rastro de amargura.
—Será todo un proceso complicado, pero quiero que pongas de tu parte mi amor—es lo que dice mi madre.
—» En unos meses cumplirás tus 15 y créeme que te celebraremos a lo grande y cuando llegue ese día solo sabrás que todo lo sucedido quedó atrás como un mal recuerdo, pero como una chica valiente supiste afrontar situaciones que no cualquiera sale triunfante.
Mis ojos se llenan de lágrimas con las hermosas palabras que mi madre dice, no suenan rebuscadas, las dice porque las siente y cree fielmente, lo único que hago en respuesta es darle un beso en la frente y ella me envuelve en un abrazo caluroso.
***
1 semana después
Lo que tanto anhelaba se está cumpliendo, sentir nuevamente el calor de mi hogar, ya llevo siete días en mi casa y he estado siguiendo las indicaciones del médico, he tomado muchos antibióticos, pastillas y realizando ciertos ejercicios para poder sanar y mejorar.
La voz está regresando poco a poco, no puedo hablar todavía en mi tono usual, solo en susurros.
Estoy en mi habitación leyendo algunos apuntes, porque debo ponerme al día con las materias, tengo vida y lo que depende de mí es retomar mi rutina, los profesores y mis amigos han sido compresivos y están ayudándome mucho. Tuve también una grata sorpresa de parte de mis compañeros de la academia de canto, vinieron a la casa trayendo muchos peluches, dulces y globos.
Se pensó en un principio que la Academia estaba involucrada directamente para hacerme daño, pero todo se aclaró y solamente fueron un medio que utilizaron para cometer semejante crueldad.
Tobby se encuentra acostado sobre un oso gigante color café que me trajeron y me ve fijamente.
—¿Qué pasa pequeño? —se acerca y se acomoda sobre mis piernas—, creo que te asusta como se escucha mi voz.
En respuesta se acerca a querer lamer mi rostro, yo río por la desesperación que muestra al intentar darme cariño, recuerdo cuando apenas puse un pie dentro de la casa, se me abalanzó y no dejaba de ladrar.
Me distraigo jugando con mi mascota, siento que es mi terapia, cuando estas rodeado de estos seres increíbles te olvidas de todo, solamente les falta hablar porque cuando los educas correctamente se comportan bien.
Por esta experiencia, es probable que asista a sesiones con un psicólogo, muchos pueden opinar que no estuve en circunstancias altamente traumáticas, es importante cuidar mi salud mental y no presentar más adelante problemas para conciliar el sueño o no poder desenvolverme en lugares públicos.
La voz de mi hermano se escucha al otro lado de la puerta preguntando si puede pasar y le permito que entre.
—Dothy, mis amigos y Katty vinieron, quieren que los acompañemos al cine.—informa.
La idea me emociona porque no he salido a divertirme, la seguridad ha sido reforzada y eso me tranquiliza un poco.
—Me encantaría—le digo con una sonrisa.
En el rostro de mi hermano se ve una chispa de ilusión y satisfacción al notar que, si deseo salir, hace todo lo posible por tratarme como una princesa, le hice saber que lo quiero mucho y él también estaba sufriendo con todo lo que ocurrió y necesitaba sentirse querido.
Me da unos minutos para que busque un abrigo y de esa manera podamos reunirnos con los demás que están esperando en la sala.
1 mes después
Estoy terminando con mi aseo personal para luego alistarme, iremos a la casa de los abuelos, mis padres deben asistir al juicio contra ese hombre, se descubrió que tendrá que ser extraditado a Estados Unidos y cumplir con su condena allá.
El que le den el castigo debido a ese delincuente será un respiro para mi familia, mi padre se ha estado encargando de corregir todo lo que afectó a la empresa, por fortuna sus socios fueron razonables y no demandaron de inmediato, fueron puestos al tanto del gran caos que se formó.
***
—Con esto terminamos por hoy—habla el médico.
Me levanto de la camilla y bebo el líquido que me entrega en un vaso pequeño.
»—Tus avances son impresionantes, todavía falta mucho por recorrer, pero tu disposición conforma el 60% para que logres tu recuperación en su totalidad.
Es cierto, he pensado que no debo rendirme, ya puedo hablar con normalidad, pero mis cuerdas vocales están todavía delicadas para intentar cantar, me han recomendado no hacerlo por un tiempo más, los ejercicios y tratamientos a los que debo seguir sometiéndome ayudarán y tengo que estar preparada para todo.