El sosiego de la metrópoli [eclipse]

Capítulo 10

_ Hija eres fuerte, no dejes vencerte._ 

Es lo único que escuchó Dina. Comenzaron a surgir recuerdos de su vida con su familia y amigos. Cuando fueron a la playa, al bosque, la primera vez que entró a la biblioteca y también su primer experiencia en el cine, todo era increblemente maravilloso, cuando alguien la despertó de tan agradable sueño. 

_¿Que hora es?_ Preguntó un poco aturdida. 

_Faltan 3 horas aproximadamente para el amancer, te toca la guardia con tu amiga._ Era Miguel que había terminado su turno junto a Gema. 

_Pueden dormirse, me quedaré cuidando._ Dijo Dina y ambos asintieron, se recostaron sobre las mantas. La chica despertó a su amiga y se sentaron de espaldas cubriendo izquierda y derecha. 

_Buenos dias._ saludó Dina 

_ Buen día._ Miriam respondio con voz soñolienta.  

_Es una mañana fria y mira esa neblina tan espesa._ Dijo la primera, la charla era 1x1 intercambiando preguntas y respuestas. 

_Sí, hace frio._ jaló una manta y provocó un gran ruido. 

_¿Miriam que acabas de hacer?._ dijo con una risa detenida. 

_Es que tengo frío._ y echó a reir. 

_ Te extrañé._ murmuró, se miraron, y sonrieron después de un abrazo.   

Han pasado 4 dias de lo sucedido, parece poco pero es doloroso. La claridad de un sol inexistente se iba asomando apesar de la niebla, ahora no había nubes grises. 

_Antes que se pongan de pie, quiero informarte que hay más grupos como el nuestro por toda la ciudad, están distribuidos estrategicamente para evitar los encuentros._ Respiró y volvió a hablar.
_Me acercaba a un grupo pero los policías me lanzaron al río y gritaron "nada será igual". 

La miré a los ojos, sin saber que decir, quedé sorprendida. Hasta que pensé en palabras certeras. 

_Miriam, tenemos que descubrir el nucleo de todo este asunto._ 

Ella movió la cabeza aceptando lo que había dicho, no mencionó ninguna palabra. Toda está situación era misteriosa, nada que pudiese haber dejado rastro de la población, nada que de indicios y ayude a volver a la normalidad. 

El resto del grupo comenzó a despertarse, preguntado sobre el ambiente de la mañana. Explicaron que todo había marchado bien desde la noche del día anterior, aún que Miriam sabía cosas no quería comentarselos al igual que Dina, quien creía que no era el momento exacto. Desayunaron sus típicos alimentos enlatados, pan y agua, para así mantenerse sanos y algo hidratados ya que cada día se esforzaban para luchar contra lo que sea. Habían culminado sus porciones y se pusieron de pie cada quien con sus armas y mochilas. Todo estaba tranquilo pero ellos no bajaron la guardia sabían que tanta tranquilidad no podría ser cierto, algo se escondía en tanto silencio. Decidieron caminar sobre el cuerpo de agua yendo río arriba, algo de seguridad les daría la vegetación. Al frente Victoria y Dina, mientras Miguel y Pablo por la parte trasera los faltantes caminaban por la parte media. Un floating ship sobrevolaba cerca de el río, pero los árboles impedían tener buena visión.  

_Nadie vaya a hacer mucho ruido_ susurró Victoria. 

Todos movieron la cabeza diciendo sí.  

_ Tenemos que escondernos_ sugirió Alexis. 

Había una cueva próxima a ellos y partieron hacia ese lugar silenciosos a paso lento. Mientras el monstruo del aire recorría el perímetro del río.  

Se acercaban a la cueva cuándo el floating ship descendió y comenzó a un abrirse la escotilla 4 agentes bajaron e inspeccionaron la zona. 

_Volvamos, aquí no hay nada._ vociferó uno de ellos. 

Los demás le siguieron y volvieron dentro del moustro. Se escuchó el sonido de la escotilla cerrándose y el floating ascendió al cielo. 

_ No se dieron cuenta de nuestra presencia_ masculló Rogelio. 

_Pero tenemos otro problema_. Agregó Nicole quien tenía en brazos a Kay. 

_¿Que pasa con ella?_ Preguntó Miguel. 

A lo que ella le respondió. 

_Tiene fiebre, está casi hirviendo._ 

_Movamonos, necesita medicinas._ comentó Dina. 

Salieron de la cueva y avanzaron a un paso más rápido, tenían urgencia, nuevamente Victoria y Dina encabezaban el grupo, Alexis cargó a Kay, Gema iba en medio por ser la segunda más joven, de su lado izquierdo iba Miriam y a la derecha Nicole por detrás de ellas, Rogelio Miguel y Pablo. Caminaron por más de media hora hasta que volvieron a las calles corrieron dejando atrás el río e intercambiandose a la niña. Unas cuadras más y se detuvieron frente a una farmacia una de las pocas construcciones que se mantenían intactas cubiertas de hoyin. Dina se adelantó e ingresó al establecimiento, con señas indicó que era seguro entrar la siguieron todos detrás de ella. Recostaron a la pequeña en una camilla, buscaron penicilina pero aún no lo hallaban, una voz hizo eco en el lugar, lo más alarmante era que no provenía de ellos. 

 _¿Escucharon?_ preguntó Dina. 

-Sí.- Le susurraron.  

Victoria le lanzó un arma de fuego, y ella lo tomó. Nuevamente escucharon la indecifrable voz. 

Dina salió de la farmacia y lo que miró no era para nada agradable. Personas con moretones en toda su piel, de nuevo ese azul profundo, caminaban como ebrios diciendo cosas sin sentido, parecieran ya no tener cordura. Uno de ellos se percató de la presencia de Dina y corrió tropezando hacía ella. Un bala se encontró con el cuerpo del Eclipsado, el resto de ese grupo se acercaban a la chica dando saltos y mordiendo a la nada, uno de ellos lanzó un cuchillo y rebotó en el suelo por suerte no hirió a Dina. 

Alguien la tomó por detrás y comenzó a arrastrarla. Oprimió el gatillo y una bala salió dando en el hombro del atacante y fue liberada, se había manchado la cara y la ropa de sangre, rápidamente se puso de pie y corrió de nuevo a la farmacia. Sus amigos se deshicieron de los locos que habían entrado al establecimiento, Victoria y Miguel aún buscaban las medicinas. 

_¿Que te pasó? ¿ Por qué tienes sangre?_ Preguntó  Pablo. 

_ La sangre no es mía, estoy bien gracias._ respondió Dina. 

_Que valiente._ le dijo Pablo dándole una palmada en la espalda, con una mirad diferente. 

Era algo raro para Dina nadie la había mirado de esa manera o por lo menos no que ella supiera. 

_Aquí tengo la medicina_. Dijo Victoria. 

_Inyectala_. Le sugirió Miriam. 

_Confío en lo que contenga esto_. Murmuró Victoria. 

Alistó la jeringa y la introdujo a la ampolleta. Poco a poco metió la aguja en la piel de Kay y vacío el contenido, nadie dijo nada, temían por la vida de la pequeña.  

Pasaron varios minutos hasta que Kay se sentó en la camilla y miró a todos lados. 

_¿Cómo te sientes?_ preguntó Nicole. 

_Bien_. Sonrío. Fue la única respuesta que dió, se miraba agotada. 

El crepúsculo de la noche había llegado, y decidieron pasar la noche en la farmacia. Cerraron las puertas colocaron sillas, escritorios y más muebles en la entrada como barricada, revisaron el lugar para asegurarse de no dormir sobre químicos. Buscaron sábanas y se recostaron cerca los unos de los otros para generar calor ya que la noche era fría. 

Escenas de lo ocurrido comenzaron a proyectarse en el sueños de Dina, solo imágenes de esa noche. 

Fue el rugido de su estómago que la hizo despertar, el día anterior solo pudo desayunar igual que todos. A su derecha Gema y Miriam, al lado opuesto Victoria y Nicole, salió sin despertarlas, fue al baño en cuanto salió se sentó en un sillón y tomo una paleta de miel. Por lo visto era una farmacia que acostumbraba a vender snacks, jugos, leche y más. 


Volvió a dónde habían dormido y todos seguían dormidos a excepción de Miguel quién bostezaba. Abrió la puerta y se mantuvo de pie sin salir, estaba tan concentrada mirando la espesa neblina caer. 

_Buenos días._ Le susurró Pablo al oído. 

Se sobre saltó. 

_Buen día._ respondió y se alejó de él, yendo al interior para saludar a sus compañeros. 

_ Buenos días pequeña._ saludó a Kay quién mantenía una visita fija al techo. 

_Buenos días._ contestó con su infantil y dulce voz. 

Abrazó a Dina y lloró.  

_Todo cambiará muy pronto Dina, lo ví, seremos parte de ellos._ Lloraba sin control, pero el cuerpo de su amiga ahogaba su sollozo. 

Sin saber que decir se limitó a acariciar su cabello y le limpió las lágrimas. No podía dejar de pensar en cómo toda está situación le arrebataba la infancia a ese niña. 

_No te voy a prometer cosas que son difíciles de cumplir,  pero intetaremos cambiar el rumbo de las cosas._ fue lo único que pudo decir. 

El reloj marcaba las 7:00 am, aún estaban despertando. Un poco más y se pusieron de pie.  

_¿Cómo estamos el día de hoy?_ preguntó Victoria. 

Dina le echó una mirada para que se dirigiera a Kay, así lo hizo. Mientras Miriam y Dina intercambiaban recuerdos del día anterior, Nicole se sentó junto a Gema y hablaron. Reunieron los alimentos de la farmacia repartiedolo equitativamente para cada mochila de cada sujeto, y además de medicinas. Partieron de ahí, siguieron avanzando sin volver a dónde ya habían estado antes. Nada raro solo trataban de ir ocultos no querían encontrar a los militares.



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Editado: 02.09.2024

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