Pablo le dice a Ismael: no eres de confiar, me estás amenazando y tanto que te he apoyado, incluso dejé a mis hijos en mi contra por tener tu amistad, pero ahora me doy cuenta de lo equivocado que estuve siempre. – Ismael le dice: no me importa si ahora me niegues tu ayuda, además, tenerme como enemigo es lo peor que le puede pasar y el que no me ayude lo mato sin que me quede cargo de conciencia. – Pablo le dice: veremos quien mata a quien, pero te juro que ahora que sé realmente quien eres, apoyaré a mis hijos y te dejaré a la deriva. – Ismael le dice: le acabé de decir que no me importa lo que me suceda, quien no está conmigo, está en mi contra y quien está en mi contra muere. – Pablo le dice al oficial que estaba cerca: oficial, terminó la visita, además tengo que resaltar que me amenazó de muerte y que planea escaparse del calabozo. – el oficial mandó a agarrar a Ismael y le dice a Pablo: tranquilo señor, nosotros jamás dejaremos que se escape y por si llegara a hacerlo mandaré a que 5 soldados los custodien las 24 horas del día. – Pablo le dice: gracias oficial, si hace eso que me está diciendo le estaré eternamente agradecido. El señor Pablo salió de la cárcel y se fue directo para la casa de Gabriela, cuando llegó le dijo a Enrique: tengo que ofrecerte mil disculpas por todo lo que te he hecho. – Enrique sorprendido le pregunta: ¿señor, se siente bien? – Pablo le responde: nunca me había sentido mejor, me curé de la ceguera que tenía. – Gabriela le pregunta: padre de que ceguera hablas. – Pablo le responde: de la ceguera que no se cura con medicamentos, estoy hablando de la ceguera de no querer ver lo que está enfrente de nosotros. – Gabriela le dice: por fin te diste cuenta de la clase de persona que es Ismael. – Pablo le dice: si hija y me lo dijo de frente, quiero matar a Enrique, quiero escaparme de la cárcel y obligar a Gabriela a estar conmigo, en cuanto le dije que me interpondría en que obligue a mi hija a estar con él, me dijo que si no estoy con él, estoy en su contra y que mata a todos los que no lo apoyen. – Enrique le dice al señor Pablo: ¿ve señor? Ni su hijo, ni Gabriela, ni yo le mentimos, nosotros más que nadie, sabemos quién es Ismael y de lo que es capaz de hacer para lograr lo que quiere, cuando quiere, donde quiere y como lo quiere. – Pablo le dice a Gabriela: hija tengo que ofrecerte disculpas por: no creerte, no valorarte, no respetarte, no hacerte respetar, por obligarte a estar con alguien que no querías y prohibirte estar con quien si quería estar – Gabriela le da un abrazo, se le salieron las lágrimas y le dice: padre, no tengo nada que perdonarte, porque era Ismael quien te tenía hipnotizado y no tenías abierto los ojos para ver quién te decía la verdad, pero ahora que puedes ver la verdad te perdono todo lo que nos has hecho y quiero decirte que tanto mi hermano como yo te queremos por sobre todas las cosas. – Pablo se puso a llorar y le dice: le doy gracias a Dios por tener hijos como ustedes, él me bendijo mucho al darme la oportunidad de tenerlos. Mientras tanto, Ismael estaba buscando las maneras para escaparse de la cárcel, logró encontrar una abertura en su calabozo, la abrió más y se salió, al rato los oficiales le iban a llevar un poco de comida, cuando abrieron la celda se dieron cuenta de que no estaba y se había escapado, prendieron la alarma y todos los oficiales empezaron a movilizarse en su búsqueda, Ismael estaba muy asustado, porque si lo encontraban se le echarían para atrás todos sus planes, se metió en una caja de madera, los soldados le pasaban por los lados, pero no lo encontraban.
Capítulo 40: Ismael logra escaparse de la cárcel y fue a matar a Gabriela
En cuanto Ismael no sintió más nada salió de la caja, caminó mucho hasta que encontró el portón de la cárcel abierto y salió, mientras, Gabriela estaba viendo un canal de noticias y la chica que daba las noticias dijo: desorden en la cárcel, hubo un intento de fuga entre varios que estaban presos, los soldados lograron impedir la huida de todos,, el que se logró escapar es nada más y nada menos que el empresario Ismael Montes, quien terminó en la cárcel por motivos desconocidos. Cuando Gabriela se enteró de que Ismael se había escapado se asustó, Gabriela no pudo esperar más y llamó a Enrique, cuando él atendió ella le dijo: mi amor, estoy preocupada. – Enrique le pregunta: ¿por qué? – ella le responde: me acabé de enterar por las noticias que Ismael se escapó de la cárcel y aquí me estoy acordando de lo que me dijo mi padre, mi padre me dijo que Ismael le había dicho que se escaparía, vendría a mi casa, te mataría, mataría a mi hermano, mataría a mi padre y me mataría, claro sino acepto irme con él, pero como esa es la condición, sé que si viene me tendrá que matar, porque jamás me iría con él ni a la fuerza. – Enrique le dice: bueno amor, si tú quieres me puedo quedar en tu casa para protegerte si se llega a aparecer para matarte. – Gabriela le dice: ok, te esperaré aquí, ven lo más pronto que puedas. – él le responde: por eso no te preocupes, que ahora mismo voy para allá. Cuando cortó la llamada, Gabriela llamó a su hermano y le preguntó: ¿hermano ya te enteraste? – Gabriel le dice: si, Ismael logró escaparse, cuando me enteré, les metí un regaño fuerte a los oficiales que estaban custodiando la cárcel y me dijeron que ellos lo buscaron, pero no lo encontraron, también me dijeron que ellos tenían los portones completamente cerrados y que por ahí no podría pasar ni una mosca, entonces, ellos no saben cómo logró Ismael abrir los portones si son mecánicos y los que controlan se quedaron ahí. – Gabriela le dice: Ismael les diría que les daría mucho dinero y ellos lo dejaron salir. – Gabriel le dice: lo dudo, porque los muchachos que estaban ahí son de absoluta confianza y nunca se dejarían sobornar, yo sé cuáles son mis trabajadores y les creo. – Gabriela le dice: si tú lo dices, también les creo, pero eso es un misterio, además necesitamos saber en dónde está Ismael antes de que cumpla lo que prometió. – Gabriel le dice: ya mandé a mis soldados a buscarlo y te juro que lo encontrarán. – Gabriela le dice: eso espero hermano, porque si no lo encuentran corremos peligro. Gabriela dejó de hablar con su hermano y se quedó pensando en el peligro que correría a partir de ahora, ella seguía pensando y el señor Pablo llegó, cuando se sentó le dijo a Gabriela: hija, me enteré de lo que sucedió y vine para cuidarte de ese canalla que se escapó. – Gabriela le dice: ok gracias padre, ya Enrique viene para acá a cuidarme y mi hermano me dijo que si necesitaba a alguien que me acompañe aquí, él puede venir a quedarse adormir unos días, por lo menos hasta que encuentren a Ismael, padre lo que temo es, que él prometió asesinarnos a todos nosotros y como logró salir, es capaz de venir. Mientras ellos conversaban, escucharon un ruido en la cocina, cuando fueron para ver que era, Ismael los apuntó con una pistola y les dijo: vine para cumplir lo que prometí, a menos que Gabriela acepte ir conmigo lejos de aquí. – Gabriela le dice: jamás me iría con un loco como tú. – Pablo le dice: y yo jamás dejaría que te llevaras a mi hija. – Ismael les dice: si es así tendré que matarlos y no precisamente a ustedes.